En el corazón del Plan 3000, la Plaza El Mechero fue el epicentro de un movimiento cultural sin precedentes. El pasado 29 de noviembre, se realizó el Festival Artístico Cultural Plan 3K "La cultura viva para la cohesión social", un evento masivo que reunió a más de 100 expositores locales, 60 artistas en escena y convocó a más de dos mil asistentes.

El festival surgió como una respuesta concreta a los hallazgos de la primera Encuesta Nacional de Cohesión Social en Bolivia (2022), que identificó en Santa Cruz la necesidad crítica de abordar los sentimientos de exclusión y fortalecer el tejido social. Bajo el lema "La cultura viva para la cohesión social", el evento buscó transformar el arte y la producción local en poderosas herramientas de diálogo, pertenencia y transformación comunitaria, facilitando así, la unidad en el territorio planeño, propiciando el diálogo y la puesta en valor de las diversas prácticas culturales y productivas de la zona.

Esta iniciativa es el resultado tangible del trabajo de la Plataforma de Gobernanza Efectiva (PGE) de Juventudes del Plan 3000, un espacio de liderazgo y co-creación impulsado por el Programa de  las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Bolivia, en alianza con la Agencia Española  de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y su Centro de Formación de la Cooperación Española en Santa Cruz (CFCE) y se posiciona como un catalizador clave para el  liderazgo juvenil y la transformación comunitaria en la Ciudadela Andrés Ibáñez.

Liderazgo juvenil: El corazón del cambio

Lo más destacado de este proyecto es que fue concebido, planeado y ejecutado por las mismas y mismos jóvenes del Plan 3000. A través de la comisión de cultura de la PGE, líderes juveniles como José Gabriel Vargas Sánchez, coordinador del Festival, y otros jóvenes lograron articular un programa que refleja la diversidad y el talento de su territorio.

“Este festival es más que un evento; es la materialización de meses de trabajo, formación y sueños de una juventud que está decidida a mostrar la otra cara de su comunidad: una llena de talento, organización y esperanza. Aquí, la cultura no se contempla, se vive y se construye entre todos”, afirmó Vargas Sánchez.

La agenda del festival es un ecosistema de expresiones que incluyó:

• Presentaciones escénicas: Danzas folclóricas de tierras altas y bajas, batallas de rap y freestyle con mensajes sociales, y conciertos en vivo de bandas fusiones como Leo Camargo, Color Jaúsi y Mune.

• Arte comunitario en acción: Un mural colectivo dirigido por la artista Alejandra Cruz (Vanalejo) y un taller abierto de graffiti, que dejarán una huella visual perdurable de unidad.

• Talleres interactivos: Un espacio de grabado y estampado a cargo de Maira Justiniano (Mai), donde el público podrá crear piezas inspiradas en la identidad local.

• Feria productiva: Un mercado para visibilizar el trabajo de más de 90 artesanos, emprendedores gastronómicos y productores locales, impulsando la economía comunitaria.

• Concurso estudiantil AccionArte: Una competencia que premia la creatividad juvenil y su interpretación del concepto de cohesión social.

Compromiso con la cohesión social

Este festival fue una pieza clave dentro del proyecto estratégico "Fortaleciendo la Cohesión Social en la región metropolitana de Santa Cruz desde la gobernanza plural e inclusiva" impulsado por el PNUD, la AECID-CFCE Santa Cruz, en coordinación con las organizaciones y agrupaciones de la Plataforma de Gobernanza Efectiva de Juventudes del Plan 3000. Su objetivo central fue promover el encuentro, reducir el estigma territorial, fomentar un sentido de pertenencia que trascienda las diferencias, bajo un mensaje claro: la diversidad es la principal fortaleza de Santa Cruz.

“Desde el PNUD, creemos firmemente que el liderazgo juvenil es fundamental para construir sociedades más cohesionadas e inclusivas. Apoyar esta plataforma y este festival significa invertir en la capacidad de los jóvenes para ser agentes de cambio en sus propias comunidades, utilizando el arte y la cultura como lenguajes universales de transformación”, destacó René Ortega, coordinador del proyecto del PNUD en Bolivia.

El Festival representó un modelo replicable de gobernanza a través del arte y la cultura, donde la comunidad, con el apoyo de la cooperación internacional, toma las riendas de su propio desarrollo, demostrando que la cohesión social se construye desde el territorio, con diálogo, respeto y una explosión de creatividad.