Un paso hacia la resiliencia

Aprobación de la Política Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres

1 de Marzo de 2021

Foto: Jose Olcese Trujillo / PNUD Perú

Las condiciones naturales del Perú constituyen fuentes de riqueza y diversidad y, a su vez, originan potenciales peligros que, sumados a las particularidades del territorio y condiciones de vida de la población, materializan riesgos ante emergencias y desastres. Esta vulnerabilidad agrava, a su vez, la desigualdad socioeconómica de las personas. Así, por ejemplo, en las dos últimas décadas, emergencias y desastres como el fenómeno El Niño Costero, han dejado pérdidas económicas superiores a los 4 mil millones de dólares y a miles de personas expuestas a mayor vulnerabilidad.

Con la reciente aprobación de la Política Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, el Gobierno del Perú da un paso significativo para proteger a miles de personas en una coyuntura en la que la lucha contra la COVID-19 no puede ocultar el hecho de que los peligros latentes y recurrentes —como los climáticos y geológicos— continúan.  Además, la pandemia desencadena otros efectos negativos en la población y su economía, poniéndolos en una situación aún más vulnerable ante desastres.

En línea con los compromisos asumidos a nivel internacional en el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030, esta política nacional permitirá al Perú evitar o reducir los riesgos, así como impedir la generación de nuevos. En otras palabras, prevenir para salvar vidas.

Asimismo, la nueva política orientará a los organismos públicos de todos los niveles de gobierno, con la participación de la sociedad civil y la cooperación internacional, en una adecuada preparación, atención, rehabilitación y reconstrucción que minimice los efectos de emergencias y desastres sobre las personas y el ambiente.

A puertas de renovar nuestro marco de cooperación con el país para los próximos años, es voluntad y compromiso del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) continuar acompañando, desde una perspectiva integral, a los tres niveles de gobierno, el sector privado y la sociedad civil en su conjunto en la implementación de la Política Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres.

La reducción del riesgo es un avance trascendental del Perú para el desarrollo sostenible. Según estimaciones, por cada dólar invertido en reducir el riesgo de desastres se pueden ahorrar hasta 15 dólares en la recuperación después de uno. Por tanto, invertir en la reducción del riesgo es invertir en asegurar el desarrollo de una sociedad cada vez más segura y resiliente.