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Cohesión Social en Bolivia

Evidencia para contribuir a la despolarización social y la promoción de la convivencia pacífica

De acuerdo con el estudio regional del PNUD para América Latina y el Caribe, la cohesión social es una temática cada vez de mayor importancia, especialmente para los países de la región. Bolivia no escapa a esta tendencia, por lo que resulta central su análisis y la generación de evidencia al respecto.  

Como respuesta a esta necesidad, Bolivia presenta la Primera Encuesta de Cohesión Social . El principal producto de este estudio es el Índice de Cohesión Social, creado como evidencia para trabajar por el fortalecimiento de la cohesión social, para contribuir en la depolarización sociopolítica y la promoción de una convivencia pacífica. Se trata de evidencia rigurosa y sensible al contexto boliviano; primer esfuerzo país en la región. 

    El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Bolivia, a través del proyecto de “Fortalecimiento de la gobernanza efectiva para el nuevo ciclo político en Bolivia”, viene trabajando en la promoción de una paz positiva, en cuyo marco se inscriben procesos de diálogo generativo entre juventudes, periodistas y directores de medios de comunicación, actores protagonistas de los escenarios de conflicto nacional y territorial del pasado reciente, así como el desarrollo de una serie de estudios e investigaciones orientados en la búsqueda de una mejor comprensión de los factores disparadores, causales y transformadores de la conflictividad. Entre los principales hallazgos, se evidencia la impronta de un proceso de polarización social que ha tenido como antesala un proceso de fragmentación sociopolítica que ha hecho más evidente la necesaria renovación del modelo de gobernanza en tanto efectividad, inclusión, pluralidad y expresión del nuevo entramado decisional.

    Las características dominantes en los conflictos recientes dan cuenta de una muy rápida conversión de conflictos asociados a la demanda social en conflictos de poder, cuya expresión, cada vez más violenta, acelera el alejamiento de las estrategias de abordaje de los enfoques persuasivos y privilegia los coercitivos. Esta situación va instalando cognemas que hacen del conflicto un mecanismo de atención “privilegiado” de las demandas y necesidades, de disputa de espacios de poder, de decisión, de mayor y efectiva participación, en definitiva, de exclusión y consolidación de relaciones sociales, políticas e institucionales asimétricas.

    En ese contexto, se pone cada vez más de manifiesto que los protagonistas del conflicto actúan valorando de forma muy limitada las consecuencias de sus acciones, potenciando, en muchas ocasiones, factores del contexto que tensionan las relaciones y terminan transformando la naturaleza de la disputa, cuya consecuencia es la escalada del conflicto, la ruptura de la comunicación y relaciones de confianza que afectan en sentido negativo los factores de cohesión y conexión positiva presentes en todo contexto, exacerbando la expresión del conflicto y escalando el mismo en violencia de forma vertiginosa.

    Objetivos

    • Fortalecer las capacidades institucionales para el diálogo generativo, la negociación basada en intereses y la construcción de acuerdos de gobernanza de las entidades públicas y organizaciones de la sociedad civil en los ámbitos temáticos y territoriales de intervención.
    • Aplicación práctica de los principios de inclusión, igualdad, solidaridad y no discriminación para el ejercicio efectivo de derechos y la regeneración del tejido social con enfoque intercultural y de género, en las plataformas de gobernanza.
    • Impulsar el ejercicio de derechos de los grupos en mayor situación de vulnerabilidad (mujeres, jóvenes, pueblos indígenas) en el marco de la diplomacia de los pueblos y las convenciones y declaraciones en las que el EPB es suscriptor.
    • Desarrollar capacidades de deliberación, diálogo y negociación en organizaciones sociales y líderes y lideresas de la sociedad civil.