Diplomacia con Propósito: Mujeres que lideran derechos, desarrollo y paz

24 de Junio de 2025
PNUD / Claudia Cova

La contribución de la fuerza femenina en la diplomacia ha sido fundamental para la configuración de las relaciones internacionales, el impulso de una agenda de desarrollo sostenible, la libertad y la resolución de conflictos.  

Desde pioneras que desafiaron las normas de su época, hasta lideresas contemporáneas que irrumpen con agendas emergentes y resultados género transformadores, la contribución es innegable y su impacto resulta profundo. No obstante, como ha reconocido la Asamblea General de Naciones Unidas, su representación sigue siendo insuficiente, lo cual ha motivado la proclamación del 24 de junio como el Día Internacional de las Mujeres en la Diplomacia. 

Esta fecha es crucial para el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Venezuela debido que subraya la importancia de garantizar una participación equitativa y significativa de las mujeres en todos los niveles de la toma de decisiones diplomáticas. Su inclusión no solo enriquece las perspectivas y estrategias, sino que también impulsa soluciones más inclusivas y efectivas para los desafíos complejos que enfrenta el país y la región. 

Una historia para recordar 

Resulta esencial recuperar la memoria histórica de las mujeres pioneras en la diplomacia, puesto que su ingreso en este ámbito representó un proceso lleno de desafíos. 

Entre ellas se destaca Madame de Staël, promotora de la defensa de los derechos de las mujeres que, aunque sin cargo formal, ejerció una influencia política inmensa, abogando por la paz y los principios liberales en el contexto de la Revolución Francesa. Su aguda comprensión de la política europea la convierte en una precursora de la diplomacia informal. 

Otro ejemplo fundamental es el de Eugénie Cotton, una física francesa que, en 1945, se convirtió en una de las pocas mujeres en participar activamente en la creación de la Federación Democrática Internacional de Mujeres (FDIM). Aunque su trabajo no fue en una embajada tradicional, su labor en la diplomacia multilateral de posguerra fue excepcional.  

Posteriormente, en 1949, Helen Eugenie Moore Anderson fue nombrada para representar los intereses diplomáticos de Estados Unidos en Dinamarca, y luego en Bulgaria y las Naciones Unidas. Se convirtió en una ferviente defensora de los derechos de las mujeres, de la diplomacia internacional y, más tarde, de la creación de las Naciones Unidas. Anderson fue la primera mujer en formar parte del Consejo de Seguridad de la ONU. 

La participación de las mujeres en la consolidación de los procesos de paz ha demostrado ser crucial para acuerdos más sostenibles. A menudo aportan perspectivas centradas en las necesidades comunitarias y soluciones inclusivas, dada su desproporcionada afectación por los conflictos. Por lo cual, suelen estar más orientadas a la colaboración y el consenso. 

Desafíos persistentes y estrategias para la Igualdad 

A pesar de los avances, las mujeres en la diplomacia aún enfrentan grandes retos. La subrepresentación en los niveles más altos es notable, debido a múltiples barreras como sesgos inconscientes, dificultades para conciliar vida profesional y personal, la persistencia de una cultura organizacional conservadora y los estereotipos de género. 

Es por ello que, para lograr una representación equitativa, se requieren estrategias como: 

  1. Medidas de acción afirmativa en el reclutamiento y el ascenso de personal diplomático.
  2. Programas de patrocinio para guiar a las mujeres en sus carreras.
  3. Flexibilidad laboral y políticas de cuidados que contribuyan a la conciliación de la vida laboral, familiar y personal.
  4. Fortalecimiento del liderazgo de las mujeres para afrontar y sostener roles de alto nivel.
  5. Promoción de una cultura inclusiva que valore la diversidad y erradique la discriminación.
  6. Y la adopción de una Política Exterior Feminista, que ponga en el centro de la agenda la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres. 

Hombres como aliados indispensables 

La igualdad de género en la diplomacia no es solo una cuestión de mujeres; requiere el compromiso activo de aliados, promoviendo activamente la participación femenina y abriendo sendas a la equivalencia en oportunidades.  

Entre las estrategias transformadoras, es clave promover su participación equilibrada y paritaria en foros internacionales, patrocinar y mentorizar a mujeres diplomáticas para que logren una representación equitativa y sus voces sean escuchadas. Desafiar la discriminación, e impulsar políticas de género en sus instituciones son pasos claves para romper la exclusión histórica en estos espacios.  

Estrategias para acelerar la igualdad de género en la Diplomacia 

Si bien es cierto se han logrado avances significativos, el camino hacia la plena igualdad de género en la diplomacia aún presenta desafíos.  

Las experiencias del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en la región fomentan la igualdad de género en la diplomacia. Particularmente destacan sus metodologías innovadoras, como el Sello de Igualdad de Género que ya está siendo adoptado por Ministerios de Relaciones Exteriores. Este programa ofrece a las instituciones una ruta clara y práctica para la transversalización de género, garantizando cambios institucionales profundos y políticas con un impacto transformador. 

En el caso específico de Venezuela, el PNUD, al estar comprometido con la gobernanza inclusiva, la participación y el liderazgo de las mujeres, promueve como parte de su Estrategia de Igualdad de Género, el fortalecimiento de las capacidades de las mujeres en áreas claves del Estado venezolano para incrementar sus niveles de protagonismo, participación e incidencia efectiva en los espacios de toma de decisiones. De igual forma, prosigue con el impulso de iniciativas de cohesión social que amplifiquen la voz e influencia colectiva de las mujeres y sus organizaciones, en función de consolidar una cultura de diplomacia y paz.  

Al implementar estrategias proactivas y al involucrar a los hombres como aliados clave, es posible construir un futuro donde la diplomacia sea verdaderamente representativa de la igualdad y donde las mujeres puedan desplegar todo su potencial para forjar un mundo más pacífico y equitativo.