Marco Arenas: “El reto no es solo alcanzar el 10% de áreas marinas protegidas, sino asegurar la efectividad de su gestión.”

Entrevista con Marco Antonio Arenas Aspilcueta, Director General de Diversidad Biológica del Ministerio del Ambiente del Perú

6 de Junio de 2025

 

El océano cubre más del 70% del planeta. Es una fuente clave de vida, el sustento de miles de familias, y un ecosistema fundamental en la construcción de la identidad y cultura de las comunidades costeras en todo el mundo. Sin embargo, a pesar de su importancia, enfrenta grandes desafíos. Con el 90% de las especies marítimas de peces mermadas y el 50% de los arrecifes de coral destruidos, es urgente trabajar hacia su conservación. 

Lograr una conservación marítima efectiva implica pensar más allá de nuestras propias fronteras. Una gestión verdaderamente sostenible requiere cooperación regional, conocimiento compartido y compromiso binacional con el manejo de ecosistemas conectados. 

Conversamos con Marco Antonio Arenas Aspilcueta, Director General de Diversidad Biológica del Ministerio del Ambiente del Perú, sobre el trabajo binacional que vienen haciendo Perú y Chile para la conservación de los ecosistemas marinos de la corriente de Humboldt. 
 

 

1. ¿En qué aspectos se debería fortalecer al sistema de áreas naturales protegidas del Perú en el contexto del ecosistema de la Corriente de Humboldt?

Uno de los principales retos es incrementar la cobertura de espacios protegidos en al menos el 10% del ámbito marino nacional al año 2030. El Gran Ecosistema Marino de la Corriente de Humboldt (GEMCH), por su extensión y riqueza biológica, es el ecosistema marino más complejo del país y una prioridad nacional especialmente en la zona central donde se cuenta con poca extensión de áreas conservadas. Actualmente, dentro de este sistema, contamos con áreas naturales protegidas como la Reserva Nacional de Paracas, la Reserva Nacional San Fernando, la Reserva Nacional Sistema de Islas, Islotes y Puntas Guarenas y la Reserva Nacional Dorsal de Nasca, entre otras más pequeñas, que cubren una parte significativa de esta meta. Sin embargo, para continuar con este gran reto, es necesario fortalecer la gestión efectiva y respuesta ante las amenazas actuales, como es el cambio climático y las presiones sobre los recursos marinos.

Actualmente, el sistema de Áreas Naturales Protegidas marinas en el Perú se está fortaleciendo en el marco de los compromisos asumidos en el Convenio sobre la Diversidad Biológica, que se concretan a través del Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal. Este marco orienta la gestión de la biodiversidad en el país, y se traduce en la Estrategia Nacional de Diversidad Biológica al 2050 y su Plan de Acción, que direcciona las acciones del Estado en torno a la conservación de la biodiversidad, el uso sostenible de los recursos, y la participación activa de diversos actores.

 

2. ¿Qué avances destacaría en la gestión de las ANP marino-costeras en los últimos años? ¿Cómo ha contribuido el Proyecto Humboldt II a este proceso?

En los últimos años, Perú ha avanzado significativamente en la planificación y fortalecimiento de la gestión de las ANP marino-costeras. Se han implementado mecanismos de gestión participativa con actores locales, se ha fortalecido el enfoque ecosistémico en la planificación territorial marina, y se ha mejorado la articulación interinstitucional. Un ejemplo destacado es el establecimiento de la Reserva Nacional Dorsal de Nasca, que se ubica en el Sistema de la Corriente Humboldt, y refleja cómo es posible articular esfuerzos en torno a un fin común: conservar la biodiversidad y al mismo tiempo promover el desarrollo sostenible y las actividades económicas tradicionales. La clave está en el enfoque de Sistemas Sociales Ecológicos, en donde lograr esta concertación ecológica, multisectorial y multinivel resulte en la conservación del manejo sostenible de los recursos marinos. 

El Proyecto Humboldt II viene siendo un aliado clave en este proceso, al facilitar espacios binacionales de intercambio técnico y de lecciones aprendidas con nuestros pares en Chile, promover el análisis de conectividad ecológica y apoyar procesos participativos y técnicos para la identificación de nuevas zonas de conservación. Asimismo, el proyecto esta apoyando la actualización de la línea de base biológica y elaboración de una propuesta de normas para la gestión de actividades productivas en zonas marino costeras en la Reserva Nacional San Fernando y el sector sur de la Reserva Nacional Sistema de Islas, Islotes y Puntas Guaneras. 

3. Uno de los desafíos identificados es la baja conectividad ecológica entre ANP marino costeras. ¿Qué se puede hacer por mejorar esta conectividad y cómo se puede lograr desde una perspectiva nacional e intersectorial?

Para mejorar la conectividad ecológica entre ANP marino-costeras, es clave adoptar un enfoque de paisaje marino, que considere tanto las áreas protegidas existentes como otras modalidades de conservación basados en áreas en lugares claves donde ocurren procesos ecológicos esenciales. Esto implica integrar la conservación marina en los instrumentos de ordenamiento territorial y en las políticas sectoriales, involucrando a sectores como pesca, transporte marítimo y turismo. Esto es, atender el problema desde una perspectiva holística con un enfoque ecosistémico.

Desde el MINAM promovemos este enfoque articulado a través de plataformas intersectoriales y herramientas técnicas como los análisis de conectividad y resiliencia ecosistémica. Para nosotros, es necesario implementar buenas prácticas en zonas sin modalidades de conservación, que cumplen un rol clave como  corredores ecológicos. Por ejemplo, medidas que reduzcan el riesgo de que las embarcaciones colisionen con grandes cetáceos cuando estos se encuentran en su ruta migratoria hacia sus zonas de alimentación o hacia sus zonas de reproducción. Este tipo de acciones complementan los esfuerzos de conservación y permiten avanzar hacia una conectividad efectiva a escala nacional y regional.

 

4. ¿Qué oportunidades abre para el país la conformación de una Red Binacional de Cooperación Técnica junto con Chile?

La conformación de una Red Binacional de Cooperación Técnica entre Perú y Chile representa una oportunidad estratégica para compartir experiencias, fortalecer capacidades institucionales y armonizar enfoques de conservación marina. Esta red nos permitirá avanzar hacia una visión regional de gestión del Gran Ecosistema Marino de la Corriente de Humboldt, protegiendo la biodiversidad y asegurando el sustento de las comunidades costeras vinculadas a estos recursos

Además, nos abre la posibilidad de intercambiar modalidades de conservación más allá de las áreas protegidas formales. Por ejemplo, Chile cuenta con modalidades como las áreas de manejo de recursos bentónicos, que podrían enriquecer el abanico de herramientas disponibles en Perú para alcanzar la meta de conservación de espacios marinos. Asimismo, nos permite explorar acciones conjuntas para proteger especies migratorias compartidas como tiburones y cetáceos.

 

5. ¿Cuál es su visión sobre el futuro de la conservación marina en el Perú y el rol que debe jugar el Estado en coordinación con otros sectores y actores sociales?

Nuestra visión es la de un Perú que lidera en la conservación marina con un enfoque ecosistémico, resiliente y participativo. El reto inmediato es alcanzar el 10% de conservación marina al 2030, pero más allá de la meta numérica, el desafío es asegurar la efectividad de la gestión no solo en las áreas protegidas sino también de manera general a lo largo de toda nuestra costa, promoviendo el manejo sostenible de los recursos y evitando actividades ilegales. Para lograrlo, el Estado debe fortalecer la articulación con todos los sectores competentes y actores involucrados: desde actividades productivas como la pesca artesanal hasta el turismo, la investigación científica y otras iniciativas que puedan coexistir con la conservación.

Lograr una conservación marina efectiva al 2050 implica también pensar más allá de nuestras fronteras, reconociendo que muchas especies marinas —como las grandes ballenas o peces pelágicos— dependen de corredores transfronterizos como la corriente de Humboldt. Una gestión verdaderamente sostenible requiere cooperación regional, conocimiento compartido y compromiso binacional con el manejo de estos ecosistemas conectados.

 


 

El Proyecto Humboldt II es una iniciativa Binacional Chile - Perú, ejecutada por la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (SUBPESCA) y el Viceministerio de Pesca y Acuicultura del Perú (VMPA-PRODUCE) e implementada por el PNUD, con el cofinanciamiento del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, por sus siglas en inglés).