Estudio revela el impacto de más de 50 años de actividad petrolera en el Lote 8 en Loreto

El PNUD presentó el Estudio Técnico Independiente (ETI) que marca un hito en la historia de la remediación de las zonas afectadas por la contaminación en la Amazonía peruana.

27 de Abril de 2022

Luego de un año y medio de trabajo, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) presentó el Estudio Técnico Independiente (ETI) del Lote 8 que evidencia el impacto de más de 50 años de actividad petrolera en esta parte de Loreto. El informe también incluye las propuestas para la remediación construidas de manera participativa con las comunidades, las federaciones indígenas y el Ministerio de Energía y Minas (MINEM).

A partir de un recorrido de 60 días por cochas, lagunas, quebradas e instalaciones petroleras y la recopilación de más de 2700 documentos, el equipo del ETI constató la contaminación por hidrocarburos de 85 de los 130 sitios visitados en el Lote 8. Asimismo, el 88.5 % de personas entrevistadas aseguró que la actividad petrolera es la principal causa de la contaminación de aguas y suelos; y la desaparición de animales.

La evaluación da cuenta de la urgencia de atender el impacto de los ecosistemas que son fuentes de vida para las comunidades indígenas. En ese sentido, el ETI plantea una serie de recomendaciones para la remediación, que incorporan consideraciones ambientales, culturales y económicas, para reducir los riesgos a la salud de las personas y el ambiente. Asimismo, el estudio contiene propuestas elaboradas con las mismas comunidades para remediar los sitios contaminados.

Una de esas propuestas es un programa de profesionalización de monitores ambientales, quienes cuidan y vigilan los impactos del petróleo en las comunidades. Con este programa se propone dar un paso trascendental para que su rol en la vigilancia ambiental sea reconocido y acompañe los procesos de remediación. 

Otra propuesta es la creación de un programa de vigilancia colaborativa de la contaminación, que incluya a monitores ambientales y pescadores para la recolección, gestión y difusión de datos ambientales. Todo esto con el acompañamiento de un equipo profesional independiente que sería un garante técnico de las acciones de remediación. 

En sus palabras de bienvenida, el apu Miguel Manihuari, representante de las federaciones indígenas del Lote 8, reconoció la disposición de las partes para la realización del ETI y mencionó que “el estudio marca el fin de un proceso de diálogo, análisis, debate y toma de decisiones que no ha sido fácil, pero tampoco imposible”. “Para los pueblos indígenas es un hito y la primera piedra para tener justicia ambiental tras más de 50 años de explotación petrolera. Frente a la evidencia no hay vuelta atrás, avancemos en la remediación que significa salud, vida y paz", remarcó.

Por su parte, Rafael Reyes Vivas, viceministro de Hidrocarburos del MINEM, recalcó que el ETI “surge del acuerdo entre el Estado y las poblaciones indígenas, para que el PNUD elabore un diagnóstico participativo y de lineamientos para la remediación en el referido lote petrolero, encargo que hoy lo vemos cumplido”. 

Asimismo, agradeció a las federaciones indígenas que participaron activamente para llevar adelante esta investigación. “La remediación en el ecosistema del Lote 8 no es tarea sencilla, pero confío en que el ETI se convierta en una herramienta útil para la toma de decisiones sobre la remediación. Nos comprometemos a brindar las facilidades e implementar sus recomendaciones en conjunto con las federaciones y comunidades”. 

Al respecto, Bettina Woll, representante residente de PNUD Perú, aseguró que con este estudio “se funda un compromiso por la Amazonía”. “Esperamos que las recomendaciones de este estudio sean aplicadas por el Estado peruano, ya que solo así llegaremos a una remediación sostenible que siembre esperanza en los pueblos achuar, kichwa, urarina y kukama, y coseche una mayor confianza para el diálogo”.

El Estudio Técnico Independiente (ETI) del Lote 8 tiene su origen en el acuerdo entre el Ministerio de Energía y Minas, en representación del Estado, y las federaciones indígenas con el Acta de Lima del 2015. La realización del estudio fue encomendada al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), dado su carácter independiente, compromiso con los derechos humanos y altos estándares técnicos.