También hacia adentro: el PNUD Ecuador reflexiona y actúa contra la violencia de género digital
11 de Diciembre de 2025
En el marco de los 16 Días de Activismo, el equipo del PNUD Ecuador se reunió para reflexionar sobre una forma de violencia que crece silenciosamente, pero con impactos profundos: la violencia digital contra las mujeres y las niñas. Este encuentro no fue solo un espacio de diálogo, también para el llamado a la acción y de reconocimiento del rol que tenemos todos y todas para construir entornos seguros dentro y fuera de la oficina o lugar de trabajo.
La campaña global ÚNETE nos llamó este año a mirar de frente la violencia que ocurre en los entornos digitales: amenazas, acoso, ataques a la participación política, deepfakes, exclusión de mujeres con discapacidad y mensajes que erosionan su seguridad y bienestar. No es un problema “de internet”; es un problema que afecta vidas, oportunidades, salud mental y derechos. Y nos afecta como personas, como institución y como sociedad.
La jornada abrió con un ejercicio para repensar juntos nuestra Estrategia de Igualdad de Género 2026–2029, reconociendo lo que hemos aprendido, lo que aún necesitamos fortalecer la importancia de la igualdad de género como acelerador del desarrollo sostenible.
Esta conversación nos permitió mirar la violencia digital desde distintas experiencias:
desde la tecnología y los riesgos amplificados por la IA,
desde el desarrollo humano,
desde el bienestar emocional del personal,
desde la inclusión de mujeres en sus diversidades
desde la participación política y democrática.
Una silla vacía, colocada en memoria de las víctimas de violencia de género, nos acompañó como símbolo incómodo, necesario, que nos invita a no olvidar por qué estos espacios importan.
El encuentro cerró con un mural colectivo de compromisos: palabras, gestos, ideas y acciones concretas que cada persona del equipo asumió para contribuir a un PNUD más seguro, más consciente y, más igualitario. Porque la violencia digital no se combate solo con normativas o campañas; también se combate desde cómo hablamos, cómo acompañamos, cómo prevenimos y cómo respondemos cuando alguien necesita apoyo.
En estos 16 días, recordamos que la igualdad de género no es un objetivo ajeno a nuestro trabajo: es el corazón de lo que hacemos. Y empieza por nuestro propio compromiso para transformar los entornos que habitamos.