Un reconocimiento a la igualdad de género en el sector público

Tras un año y medio de trabajo coordinado, la Municipalidad Metropolitana de Lima es la primera institución en el Perú en obtener el Sello de Igualdad de Género en las Instituciones Públicas del PNUD

1 de Agosto de 2022
Mujeres del equipo multisectorial que trabajó para la obtención del Sello de Igualdad de Género

Representantes de la Municipalidad de Lima, el MIMP y el PNUD, que trabajaron en el proceso de obtención del Sello de Igualdad de Género

Foto: Bruno Cámara Rojo / PNUD Perú

 

Fortalecer el rol de las instituciones públicas para asegurar la igualdad de género es fundamental para lograr sociedades inclusivas. En el contexto de la pandemia por la COVID-19 esta tarea se volvió urgente, debido al aumento de las desigualdades preexistentes entre mujeres y hombres y entre diferentes grupos socioeconómicos en todo el mundo.   

Las mujeres, en particular, se vieron afectadas por el aumento de la violencia, el tiempo dedicado a los trabajos de cuidado no remunerados, y dificultades en el acceso a la educación, el trabajo y la salud. Antes de la pandemia, las mujeres en Lima Metropolitana ya dedicaban 2.46 horas diarias más a las tareas no remuneradas que los hombres; y entre 2019 y 2020, el porcentaje de mujeres en edad de trabajar, no económicamente activas, incrementó en 14 %, llegando a 54 % vs. 35 % en los hombres.

4.8

por ciento

Alcaldías lideradas por mujeres en Perú

2.46

horas diarias

dedicadas a trabajo doméstico no remunerado más que los hombres

54

por ciento

Mujeres en edad de trabajar no empleadas

 

En este contexto, la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML) inició en 2020 un proceso para la obtención del Sello de Igualdad de Género en las Instituciones Públicas, una iniciativa global del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), implementada en Perú con el coliderazgo del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP).  

Esta iniciativa tiene como objetivo acelerar la transversalización del enfoque de género en las instituciones, generando cambios internos en la cultura organizacional y los procesos de la organización; así como cambios externos, incidiendo en la creación e implementación de políticas públicas con enfoque de género. La MML es la primera institución pública en Perú y uno de los primeros gobiernos locales en América Latina en asumir este reto.  

Por otro lado, el Sello de Igualdad de Género ayuda a las instituciones a cumplir con las promesas de la Agenda 2030 a partir del trabajo en cinco dimensiones: planificación, arquitectura y capacidades, ambientes de trabajo, participación y alianzas con rendición de cuentas e impacto en sus políticas públicas.  

“Las condiciones ya existían en la Municipalidad de Lima para el desarrollo de este proceso” señala Rosario Jurado, especialista en transversalización del enfoque de género de la Dirección de Articulación con Gobiernos Regionales y Locales del MIMP. “Por ejemplo, la existencia de la Gerencia de la Mujer e Igualdad, y la existencia del compromiso desde el más alto nivel de liderazgo a favor de la igualdad de género.”  

Sin embargo, reconoce que, aunque se cumplían ciertas condiciones, el camino no fue fácil. Para iniciar el proceso, se tuvieron que dar algunos cambios a nivel organizacional, como el fortalecimiento de la Comisión para la Igualdad de Género, a la que se integraron algunas gerencias clave como la Gerencia Municipal, la de Desarrollo Urbano y la de Finanzas, y donde se conformaron además cinco grupos de trabajo a cargo de implementar el Sello para la Igualdad de Género. “Yo creo que esos han sido los principales retos: consensuar, aprobar e implementar las acciones, todo esto en pleno contexto COVID”, agrega. 

“A través del Sello nos dimos cuenta de que hay muchos aspectos en desigualdad que no tomamos en cuenta y que tienen un impacto real en la vida de las personas, sobre todo en las personas a las cuales servimos”.
Francisco Amézquita, Gestor de promoción del enfoque de género en la Gerencia de la Mujer de la Municipalidad de Lima

Entre los logros de la MML en este proceso destacan la aprobación de la ordenanza que institucionaliza la transversalización del enfoque de género en la política municipal y una directiva para la adecuación progresiva de los servicios municipales en el marco de esta ordenanza. Además, la inclusión de un objetivo estratégico de género en el Plan de Desarrollo Concertado de Lima y el Plan Estratégico Institucional de la Municipalidad de Lima.  

Como reconoce Marcela Huaita, consultora del PNUD para el Sello de Igualdad de Género, estos logros son importantes en el proceso de institucionalización del enfoque de género porque son las instituciones públicas comprometidas con el desarrollo, quienes pueden incidir en la implementación de políticas públicas que avancen hacia la igualdad.  

El proceso no estuvo exento de desafíos y resistencias, tanto individuales como institucionales, lo que Francisco Amézquita, Gestor de promoción del enfoque de género en la Gerencia de la Mujer de la Municipalidad de Lima, llama una “inercia institucional”, que implica la resistencia a modificar procesos y dinámicas que existen en la Municipalidad.  

Los cambios no se han dado solamente hacia afuera, sino que ha impactado también en la vida personal del equipo, con nuevos aprendizajes y formas de abordar los problemas. “Es una experiencia muy importante a nivel profesional, pero también a nivel personal, porque nos lleva a repensar muchas cosas que damos por supuestos.” dice Amézquita. 

Así, tras año y medio de intenso trabajo, la Municipalidad Metropolitana de Lima ha cumplido con los requisitos necesarios para obtener el Sello de Igualdad de Género.  Ahora la MML deberá continuar con los procesos de aprobación e implementación de los planes y estrategias desarrollados en su ruta hacia la igualdad.   

Es importante que esta experiencia inspire a otras instituciones públicas a comprometerse y trabajar por un verdadero desarrollo sostenible en condiciones de igualdad. Tal como enfatiza Francisco: “A través del Sello nos dimos cuenta de que hay muchos aspectos en desigualdad que no tomamos en cuenta y que tienen un impacto real en la vida de las personas, sobre todo en las personas a las cuales servimos”.