“Cada vez hay más compromiso de las empresas por alinearse a los ODS”

Entrevista a Franco Villagarcia, oficial de Prosperidad y Reducción de la Pobreza del PNUD Perú.

13 de Septiembre de 2023

 

A siete años del tiempo límite trazado para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la participación de todos y todas es indispensable, incluido el sector privado.  

En los últimos años, el sector empresarial peruano ha avanzado de manera significativa en la adopción de estrategias que promuevan la sostenibilidad en sus modelos de negocio. Sin embargo, aún existen importantes desafíos para que alcancen los ODS. A esto se suma que la información sobre su adaptación a estos objetivos sigue siendo limitada. 

En este contexto, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Perú viene impulsando, desde 2019, el SDG Corporate Tracker, una herramienta que busca medir la contribución de las empresas al logro de los ODS y, por ende, su progreso en el camino hacia una gestión más responsable y sostenible a largo plazo. Para ello, fue crucial la alianza estratégica con entidades del sector público, privado y la sociedad civil, como el Centro Nacional de Planeamiento Estratégico del Perú (CEPLAN), la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (CONFIEP), el Global Reporting Iniciative (GRI), entre otros. 

Conversamos con Franco Villagarcia, oficial de Prosperidad y Reducción de la Pobreza del PNUD Perú, sobre los hallazgos de la segunda edición del SDG Corporate Tracker, a propósito del lanzamiento de la herramienta en el evento “Un paso adelante”, que se realizará el 26 y 27 de setiembre.   

  1. ¿Cuál ha sido el camino que el SDG Corporate Tracker ha seguido para adecuarse a los modelos operativos de las empresas? 

En primer lugar, es necesario precisar que el SDG Corporate Tracker no es una encuesta nacional, sino un estudio de casos de un cierto grupo de empresas que nos da información interesante y que contribuye a entender mejor el comportamiento del sector empresarial y sus aportes hacia el logro de los ODS. 

Es así que, para la primera edición, logramos convocar a 76 empresas del sector privado que, a través de una plataforma web, respondieron un cuestionario de más de 200 preguntas.  

Sin embargo, para esta segunda edición, donde participaron 126 empresas, tuvimos varios encuentros y entrevistas con actores empresariales para entender mejor la lógica empresarial, y así evaluar cómo podíamos perfeccionar la herramienta. Con todo esto, logramos mejorar la calidad de las preguntas de la encuesta virtual y reducir su cantidad, de modo que estas se adaptaron mejor al quehacer empresarial.  

Además, en lugar de estructurar el reporte bajo las cinco dimensiones de los ODS - Planeta, Prosperidad, Personas, Paz y Alianzas –, ahora tiene una lógica de interconexión, donde analizamos las metas desde los insumos que puede proveer una empresa. 

En este proceso identificamos 21 tipos de políticas que han implementado las empresas, las cuales contribuyen a lograr los 17ODS. Es así que, en función de ellas, también planteamos las preguntas.  

  1. ¿Cuáles fueron los ODS que priorizaron las empresas y cómo se interconectan entre sí? 

 Frente a los múltiples desafíos que enfrenta el Perú, como la informalidad, pobreza y la amenaza de la crisis climática, este segundo reporte del SDG Corporate Tracker revela que los ODS más priorizados fueron el 8 (Trabajo decente y crecimiento económico), el 12 (Consumo y producción responsable) y el 13 (Acción climática).  

No obstante, los ODS que menos priorizaron las empresas fueron el 2 (Hambre cero), el 15 (Vida de ecosistemas terrestres) y el 16 (Paz, justicia e instituciones sólidas).  

Ahora, la Agenda 2030 tiene un enfoque sistémico; es decir, todos los objetivos de desarrollo sostenible están interrelacionados. Por ejemplo, los objetivos vinculados al crecimiento económico impactan a los asociados a pobreza, salud y educación; y los ODS sobre clima están relacionados a los de salud.  

Por eso, es necesario que las empresas incorporen también esta visión sistémica en sus políticas internas y cadenas productivas.  

  1. ¿Cuáles son los hallazgos más relevantes del segundo reporte del SDG Corporate Tracker? 

 Un hallazgo relevante es que hay ciertos ODS que tienen mayor aplicación por las empresas, según sea su tamaño. Por ejemplo, las políticas de seguridad y salud en el trabajo son priorizadas por las grandes y medianas empresas; mientras que las vinculadas a la no discriminación de la mujer y equidad de género son más implementadas por las microempresas. 

 Por otro lado, de las 126 empresas que participaron de la segunda edición, el 79% cuenta con proveedores que son MIPYMEs, por lo que es innegable el aporte, en términos de crecimiento económico, que genera el sector privado empresarial al trabajar con otras de menor tamaño. 

A esto se suma que el 59% de empresas encuestadas señalaron que participan de alianzas para contribuir al desarrollo nacional, sostenibilidad y logro de los ODS, focalizando su atención en temas de educación, manejo de residuos sólidos, entre otros. De este modo, vemos que las compañías han pasado de tener un sentido competitivo a uno colaborativo al trabajar en conjunto con otras compañías para hacer frente a los diversos problemas que atraviesa nuestro país.  

En ese sentido, rescato que, a comparación de la primera edición, la participación de compañías casi se ha duplicado. Esto refleja que cada vez hay más compromiso e interés de las empresas por alinearse a los ODS. 

  1. ¿Cuáles son los desafíos pendientes para que las empresas avancen en la adopción de los ODS como parte de sus políticas empresariales? 

Un desafío importante para los distintos tamaños de empresas es cómo pueden incorporar eficazmente las políticas de igualdad de género. Aunque hay avances en algunos sectores, como en las pequeñas, micro y medianas empresas, la paridad de género continúa siendo un reto. 

En efecto, del total de empresas grandes que participaron del segundo reporte, solo en el 11% las mujeres tienen un rol de CEO; en el 18%, ellas son parte de juntas directivas; y, en el 29%, asumen un cargo de liderazgo.  

Otro desafío es cómo las empresas pueden reenfocar las políticas internas orientadas a donaciones o acciones de voluntariado. Si bien estos tipos de soporte pueden ayudar a poblaciones en situación de vulnerabilidad en un momento puntual, es necesario pensar en medidas de alto impacto que sean sostenibles en el tiempo y permitan un desarrollo integral de las familias y comunidades.  

Sumado a ello, es importante recalcar que, pese a que existen esfuerzos de las empresas para promover el uso de energías renovables y la gestión de residuos, aún persisten retos para conocer el impacto que tienen en el ambiente que las rodea. Así, tenemos que el 62% de las microempresas considera que el registro de gases de efecto invernadero no aplica para sus negocios, lo que puede deberse a diversos factores, como los costos asociados, la escala de los procesos productivos que realizan, entre otros, que de manera conjunta restan prioridad a esta práctica. 

Cabe recordar que el último Informe de Desarrollo Humano (IDH) del PNUD ha identificado un retroceso global en bienestar durante dos años consecutivos, una tendencia que evidencia estamos cada vez más lejos de lograr los ODS hasta el 2030. Por ello, el sector empresarial es un actor importante para recuperar este camino para no solo aportar al crecimiento económico del país, sino también para tomar acciones concretas que contribuyan con el desarrollo sostenible que aspiramos como país.