Bolivia y Perú conservan el agua con innovaciones y saberes ancestrales

16 de Agosto de 2022

El Director Regional de PNUD para América Latina y el Caribe, Luis Felipe López-Calva, la Representante Residente de PNUD en Bolivia, Luciana Mermet, y la Representante Residente de PNUD en Perú, Bettina Woll sobre la boya hidrometeorológica.

 

 

A 3812 metros sobre el nivel del mar, el lago Titicaca representa la vida para las comunidades aymara, quechua y uros entre Bolivia y Perú. El lago navegable más alto del mundo se une al río Desaguadero, el lago Poopó y el Salar de Coipasa formando un sistema transfronterizo que es fuente de agua para más de tres millones de personas que habitan a sus alrededores. 

Sin embargo, en los últimos años la contaminación se ha convertido en un problema crítico para este lago sagrado y los cuerpos de agua del sistema que comparten Bolivia y Perú. 

Los residuos de las viviendas, los hospitales, la producción acuícola y la explotación minera están contaminando esta cuenca transfronteriza, poniendo en riesgo la disponibilidad de agua de calidad para las personas y la vida de miles de especies originarias, como la rana gigante del Titicaca (Telmatobius culeus) en peligro de extinción. 

Para hacer frente a estos desafíos ambientales, los gobiernos de Bolivia y Perú están trabajando con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y en alianza con múltiples actores del sector privado, academia, cooperación internacional y comunidades hacia la descontaminación de estos ecosistemas.

A través de la iniciativa Gestión Integrada de los Recursos Hídricos en el Sistema  Titicaca — Desaguadero — Poopó — Salar de Coipasa, que financia el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF), Bolivia y Perú están liderando un proceso participativo para llegar a una visión común en el Programa de Acción Estratégica y preservar este sistema hacia el año 2050.

Desde 2016, esta iniciativa binacional está llevando a cabo 11 pilotos en Bolivia y Perú que aportan a dicho programa, con experiencias en monitoreo de la calidad de agua, tecnologías para una minería artesanal más responsable libre de mercurio, el uso de la planta totoral para purificar el agua y la recuperación de ecosistemas frágiles, como los bofedales que son humedales en riesgo de secarse.

“El proyecto ha generado conocimiento clave para conservar este sistema de Bolivia y Perú, aplicando tecnologías innovadoras y trabajando junto a las comunidades, cuyos saberes ancestrales nos han llevado a resultados exitosos en los pilotos”, señaló Luis Felipe López-Calva, Director Regional para América Latina y el Caribe del PNUD. 

“Un ejemplo concreto es la instalación de dos boyas hidrometeorológicas, únicas en la región y que proveen información de alta frecuencia sobre la calidad del agua y múltiples parámetros en tiempo real”, agregó durante la visita a una de las estaciones en el Lago Menor del Titicaca, en Huatajata, Bolivia.

Las boyas hidrometeorológicas instaladas en Bolivia y Perú conforman el Observatorio Permanente del Lago Titicaca, un piloto que permite monitorear y alertar sobre la contaminación química y la acumulación de sedimentos a partir de la entrada de miles de litros de aguas residuales al lago. La primera de estas boyas se instaló en 2019 en el Lago Menor del Titicaca, en Bolivia, con apoyo del Instituto Francés de Investigación para el Desarrollo (IRD) y la Universidad Mayor de San Andrés, y la supervisión del Ministerio de Medio Ambiente y Agua. La segunda estación se implementó en la Bahía Mayor del lago en Puno, en Perú, para medir el impacto de la actividad acuícola en la calidad del agua.

“Se generó un intercambio de experiencias y conocimiento entre Bolivia y Perú, amplificando el alcance del manejo compartido del esencial recurso del agua. El éxito en la implementación de los sitios piloto da las bases para su réplica y escalabilidad incluso en otras cuencas de ambos países”, detalló López-Calva. 

El Observatorio Permanente del Titicaca está brindando información fundamental para la toma de decisiones por la salud del ecosistema del Lago Titicaca, y está involucrando a jóvenes investigadores quienes podrán dar continuidad a este piloto.

"El lago Titicaca está enfrentando un gran desafío, la combinación del cambio climático con los impactos humanos y no podemos quedarnos sin información. Hay tanto por hacer, sería bueno replicar más tecnología para seguir teniendo información para la toma de decisión", precisó por su parte Xavier Lazzaro, coordinador del Observatorio del Lago Titicaca. 

El lago Titicaca era sagrado para los incas y junto a los cuerpos de agua a los que se une representan la vida para millones de personas en Bolivia y Perú hasta la actualidad. El PNUD seguirá apoyando los esfuerzos de las comunidades ancestrales por preservar este sistema hídrico que no conoce de fronteras, en una misión que cobra mayor urgencia en medio de la crisis climática.