Apurímac crea su oficina regional de prevención de conflictos sociales

El PNUD será un aliado estratégico para la promoción y el fortalecimiento técnico de funcionarios públicos en la prevención y gestión de conflictos sociales

7 de Febrero de 2024

 

En el marco de la creación de la primera oficina regional de prevención de conflictos sociales de Apurímac, la Unidad Funcional de Diálogo Social y Prevención de Conflictos Sociales, más de 70 funcionarios del Gobierno Regional, subprefectos, policías y comisionados de la Defensoría del Pueblo fortalecieron sus capacidades en prevención y gestión de conflictos y derechos humanos. Este espacio fue desarrollado por la Secretaría de Gestión Social y Diálogo de la Presidencia del Consejo de Ministros (SGSD-PCM) con el apoyo del proyecto Rimanakuy, que implementan el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH). 

Durante el desarrollo del encuentro, el gobernador regional de Apurímac, Percy Godoy, anunció la creación de Unidad Funcional de Diálogo Social y Prevención de Conflictos Sociales, que estará adjunta a su jurisdicción, al interior de la Gerencia General Regional. Esta es la primera vez que la región crea esta instancia. El PNUD apoyará en el fortalecimiento técnico en gestión de conflictos de sus funcionarios, así la Unidad podrá fortalecer su rol como institución clave en materia de conflictividad social.

David Montoya, representante de la subsecretaría de Prevención y Gestión de la Información de la SGSD-PCM presentó la Plataforma Digital de Gestión de Conflictos Sociales, como una herramienta útil para la Unidad. Esta herramienta web permitirá sistematizar y analizar la información sobre la conflictividad social en la región y hacer seguimiento de acuerdos para aportar a la toma de decisiones.

 

El espacio también contó con la participación de Jose Luis Ancalle Gutiérrez, jefe de la Oficina de Diálogo y Gobernanza del Gobierno Regional de Arequipa, quien compartió la experiencia de 13 años de trabajo de esta instancia especializada en la prevención de conflictos. “Los gobiernos regionales enfrentan conflictos de forma permanente, mediante esta oficina se puede no solo atenuar y transformar los conflictos, sino también aportar a la gobernanza, teniendo como base la convivencia ciudadana y la paz”, señaló Ancalle.

Es clave que los actores involucrados en la gestión y prevención de conflictividad se reconozcan y dialoguen sobre soluciones innovadoras para actuar frente a esta problemática. A través de encuentros departamentales, el proyecto Rimanakuy promoverá el intercambio de experiencias exitosas en regiones para socializar buenas prácticas y descentralizar la gestión de conflictos. Apurímac y Ayacucho fueron las primeras regiones en implementar esta actividad y se espera desarrollar encuentros en Loreto, Puno, Arequipa y otros departamentos.

Asimismo, el PNUD reconoce como un aporte valioso el que el Gobierno Regional haya emitido una ordenanza que reconoce un Equipo Interinstitucional de Prevención y Gestión de Conflictos Sociales de Apurímac, integrada por la Defensoría del Pueblo, la Prefectura Regional, el Ministerio del Interior, la Policía Nacional del Perú, la Secretaría de Gestión Social y Diálogo y el Gobierno Regional.

 

Rimanakuy: nos estamos escuchando

Rimanakuy es un proyecto impulsado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (OACNUDH), el Coordinador Residente del Sistema de Naciones Unidas y el Gobierno del Perú, que busca fortalecer el sistema de prevención y gestión de conflictos a nivel nacional y realizar aportes claves a la protección de los derechos humanos. La iniciativa cuenta con el apoyo del Fondo para la Consolidación de la Paz (PBF, por sus siglas en inglés) del Secretario General de las Naciones Unidas.

Esta iniciativa es una invitación a escucharnos abiertamente, para construir una cultura de paz. Un país más justo, equitativo y próspero sólo será posible a través del diálogo, la empatía y el respeto a los derechos humanos de todos y todas. Este es el momento para escuchar preocupaciones y aspiraciones, forjar una relación de confianza entre ciudadanía e instituciones y marcar un precedente en la en la paz del país.