Monitoreo ambiental, la base para la defensa de los territorios

Por: Doris Huando, especialista del Área de Gobernabilidad Democrática del PNUD Perú

6 de Junio de 2023

 

En Perú, el reconocimiento del derecho a defender el ambiente es reciente, sin embargo, esta es una práctica ancestral de los pueblos indígenas que protegen sus territorios. La vigilancia ambiental ha tenido que adaptarse para responder a los retos actuales que enfrentamos para mitigar los impactos de las actividades extractivas y conseguir la conservación de la especie humana.

Para defender los territorios se necesita vigilar y para vigilar se debe monitorear los posibles impactos de las actividades humanas. Actualmente, esta labor la realizan los Comités de Monitoreo y Vigilancia Ambiental Participativos (CMVAP), iniciativas ciudadanas presentes en todo el territorio nacional.

El monitoreo ambiental dinamiza la creación de confianza, la transparencia y la construcción de ciencia ciudadana que incorpora los saberes ancestrales de las comunidades en la búsqueda de soluciones innovadoras. De esa manera, se fomenta el diálogo y se abordan los conflictos en una etapa temprana, un aporte invaluable en medio del contexto de alta conflictividad social en el país.

Desde el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) se ha puesto en valor los conocimientos de los monitores ambientales sobre sus territorios en el marco de estudios técnicos independientes. Por ejemplo, sus saberes locales y la información recolectada por años han dialogado con el punto de vista de especialistas sociales y ambientales para construir participativamente medidas para la remediación de territorios impactados por la actividad petrolera en los lotes 1AB y 8 en Loreto. Producto de este intercambio surgió la propuesta de profesionalizar el rol del monitor ambiental para fortalecer sus capacidades de diálogo con el Estado y las empresas y actualizar sus capacidades técnicas.

Para Beatriz Yana, monitora ambiental de Orcopampa, Arequipa, este tipo de iniciativas son claves: “se requiere de conocimientos para responder a las preguntas de los hermanos comuneros sobre la contaminación, los cambios en el ambiente y también para participar en espacios de diálogo”. Esto coincide con las vivencias de otros monitores ambientales que asistieron al 4to Encuentro Nacional de Comités de Monitoreo y Vigilancia Ambiental Participativo, un espacio que convocó a más de 30 comités de monitoreo ambiental de 14 departamentos del país en la ciudad de Arequipa. 

Fue en este encuentro que desde el PNUD anunciamos el lanzamiento del Programa Formativo de Vigilantes y Monitores Ambientales (PVMAS), una iniciativa sin precedentes que se desarrollará en zonas de actividad minera en Ancash, Arequipa y Tacna y en zonas de actividad petrolera en Loreto con el propósito de fortalecer las capacidades técnicas y habilidades de diálogo de monitores y monitoras ambientales e incrementar su participación e influencia en asuntos públicos para la fortalecer la gobernanza de sus territorios.

 

Tres monitoras ambientales (con casco y chaleco) sostienen los ODS 13, 5 y 16
Foto: Liz Tasa

 

Volver a encontrarnos con los comités fue muy significativo tras el impacto de la pandemia. Félix Vicuña, monitor ambiental de Tacna, participó en las ediciones anteriores del encuentro y reconoció que “luego de 7 años ha sido valioso volver a reunirnos, pero también nos hemos dado cuenta de que hay fortalezas que han disminuido”. 

Consciente de este problema, él ha asumido el reto de integrar un grupo impulsor que tendrá como objetivo principal la creación de la primera Red Nacional de Comités de Monitoreo y Vigilancia Ambiental Participativos, la cual permitirá articular y cohesionar estas iniciativas, construir una agenda nacional y fomentará el intercambio de experiencias. 

Desde el PNUD tendremos la misión de fortalecer esta red para el logro de políticas de reconocimiento de su labor, la optimización de la vigilancia de los recursos naturales y su integración a sistemas de alerta temprana.

El encuentro también nos permitió recoger la importancia de la participación de las monitoras ambientales y la necesidad de amplificar sus voces en la toma de decisiones de sus comunidades, ya que actualmente solo alcanzan una participación del 34% al interior de los comités de monitoreo. Fue así que elaboramos la Agenda Mujer, una herramienta con propuestas y análisis que reconocen el impacto diferenciado de la minería en las mujeres, así como las brechas de educación que las afectan y acentúan el problema de acceso al conocimiento y a su participación plena en los espacios de diálogo en sus comunidades y al interior de los propios comités.

El fortalecimiento de capacidades sigue siendo una necesidad. “La mejor universidad para mujeres indígenas son los talleres de capacitación. En estos espacios aprendemos mucho sobre el monitoreo ambiental para hacer la réplica en nuestras comunidades”, afirma Irene Pinedo, presidenta de la Organización Regional de Nacionalidades Amazónicas de Loreto (ORNAL). Así como ella, muchas lideresas ponen en el centro de sus necesidades el fortalecimiento de sus saberes que les permitirá un rol protagónico en la defensa ambiental.

Desde el PNUD, valoramos el rol de los conocimientos en el cuidado de los territorios y hacemos un profundo reconocimiento al compromiso de hombres y mujeres que velan por la defensa de “la casa común”, quienes, según expresa Michael Forst, el primer Relator Especial de Defensores de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. “Tal vez ni siquiera sean conscientes de que están actuando como defensores ambientales en procura del respeto a los derechos humanos”.

El 4to Encuentro Nacional de Comités de Monitoreo y Vigilancia Ambiental Participativos, el Programa Formativo de Vigilantes y Monitores Ambientales (PVMAS) y la creación de la primera Red Nacional de Comités de Monitoreo y Vigilancia Ambiental Participativos son iniciativas impulsadas por el PNUD y la Agencia Sueca de Protección Ambiental (SEPA, por sus siglas en inglés) en el marco del Programa de Gobernanza Ambiental (EGP por sus siglas en inglés).

 

Foto grupal del IV Encuentro de Comités de Monitoreo y Vigilancia Ambiental Participativos

Foto: Liz Tasa