Alianzas que multiplican para prevenir las Violencias Basadas en Género

Por Mixy Paredes Armas, analista líder de la Unidad de Género

30 de Noviembre de 2023

 

Las violencias contra mujeres y niñas persisten como una de las vulneraciones más extendidas de los derechos humanos a nivel mundial. Sus impactos y costos tienen consecuencias para las sobrevivientes, sus familias, comunidades y la sociedad en general. El Perú no escapa de esta realidad. El país presenta, de forma sostenida, altos índices de violencia sexual: solo entre enero y octubre de 2023, los Centros de Emergencia Mujer (CEM) del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) atendieron a 24,417 mujeres, niñas y adolescentes víctimas de este delito.

Lo mismo sucede con las cifras de feminicidios en el país que continúan sin disminuir. En 2021, se registró un total de 141 casos; al año siguiente, 147; y hasta octubre de 2023 se han reportado 142. En definitiva, estos altos índices reflejan una realidad social impregnada por la discriminación, la presencia arraigada de actitudes machistas y la persistencia de estructuras patriarcales. Las violencias impactan significativamente a miles de mujeres, adolescentes y niñas; por eso, resulta esencial mirar esta realidad con lentes de género y enfoque interseccional para identificar factores como etnia, raza, género, condición migratoria, entre otros, que puedan agudizar más la situación de vulnerabilidad de esta población.

La variedad de desafíos que las mujeres afrontan diariamente en su búsqueda del desarrollo, subraya la necesidad de dirigir recursos y esfuerzos, no solo hacia la atención, sino también hacia la prevención de las violencias de género. Por eso, desde el PNUD proponemos abordar las raíces estructurales y sociales de la desigualdad de género, promoviendo sociedades más equitativas para las mujeres, adolescentes y niñas, que reconozcan y valoren su diversidad. Este enfoque propone generar cambios en las estructuras que perpetúan las desigualdades, buscando así un impacto sostenible en la vida de las personas.

En este camino, las alianzas con múltiples actores, entre ellos el sector privado, son esenciales, porque mediante el diseño de políticas internas, pueden contribuir con la prevención y el fortalecimiento de los servicios de respuesta a la violencia basada en género. Para ello, son necesarias las capacitaciones al personal y la generación de protocolos claros, para que puedan garantizar espacios laborales seguros y libres de violencias, donde además se promueva el respeto y la igualdad de género en todas las áreas laborales.

“No estás sola”: una iniciativa donde el sector privado jugó un rol crucial

Frente al incremento de los casos de violencias contra las mujeres durante la emergencia sanitaria por la COVID-19 en 2020, impulsamos junto al MIMP la iniciativa No estás sola, para involucrar al sector privado en la construcción de una comunidad de empresas trabajando para ponerle fin a las diversas formas de violencias basadas en género. 

En este camino, empresas como Cencosud y Danper han sido parte de campañas de sensibilización y programas formativos, con el objetivo de promover una cultura de respeto, igualdad y eliminación de estereotipos en sus espacios de trabajo.

Desde 2020, en los supermercados Metro de Cencosud se trabajó junto al personal fortaleciendo sus capacidades y enfoque de género, para activar un protocolo de atención y derivación de casos de violencia. Este protocolo establece las orientaciones para que los supermercados puedan contribuir con la prevención de la violencia basada en género y con el acceso temprano de las mujeres a los servicios del estado. Asimismo, a través de perifoneo en 70 tiendas a nivel nacional, se compartieron mensajes sobre prevención de la violencia de género y canales de atención facilitando el acceso y conocimiento de esta información para más de 2.1 millones de clientes.

Por otro lado, en 2022, se sumó a No estás sola la compañía agroindustrial Danper, reconocida por su modelo de gestión basado en la creación de valor compartido que enlaza su crecimiento económico con el desarrollo social de sus colaboradores, familias y comunidades. Con el objetivo visibilizar las violencias que las mujeres experimentan en las fiestas de fin de año, a través de sus puntos de venta, canales digitales y paquetes de productos, difundió mensajes de prevención e información promoviendo la Línea 100 del MIMP, el principal medio de contacto para acceder a la ruta de atención y servicios públicos frente a casos de violencia. Esta iniciativa tuvo una importante difusión tanto en redes sociales, como rebote en medios nacionales. 

La eliminación de la violencia de género es responsabilidad de todos y todas. A través de estas experiencias impulsadas por el sector privado queda claro que las empresas pueden ser actores clave para la prevención y respuesta inmediata ante las violencias. Frente a los altos índices actuales de violencia contra las mujeres en el país y las profundas brechas de género que vivimos, es más importante que nunca que establezcamos alianzas en todos los niveles, entre sector privado, público, sociedad civil y cooperación internacional, para construir en conjunto una sociedad más igualitaria, libre de violencias.