Liderazgo femenino al frente de la producción agrícola en Itapúa

3 de Noviembre de 2022
Mujeres agricultoras de Itapúa trabajando.

Doña Andresa González es presidenta de la Asociación de Productores Oñondivepá, de Itapúa. Además de su gestión en la organización, también trabaja en su huerta familiar.

PNUD Paraguay

En la historia de la sociedad paraguaya, las naranjeras fueron claves para el sostenimiento de la economía, especialmente luego de la guerra. Por esto, también se convirtieron en grandes protagonistas de canciones y diversas obras. Uno de los rostros de este legado es el de Andresa González, del departamento de Itapúa.

Andresa González es presidenta de la Asociación de Productores Oñondivepá, de General José María Delgado, departamento de Itapúa, donde también tiene su huerta familiar. “Tenemos un reconocimiento departamental”, cuenta. Y agrega, “somos chiquitos pero grandes, porque ahora tenemos ese lindo reconocimiento”.

La agricultura es el principal motor de desarrollo en Paraguay, teniendo en cuenta que el 42% de la población ocupada en el área rural se dedica a la agricultura familiar, según los datos del último censo Agropecuario (2008) y publicados en el material “Reseña de la Agricultura Familiar”, de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). La misma fuente indica además que el 80% de los alimentos que se sirven en las mesas de todos los paraguayos, provienen de la Agricultura Familiar.

La Asociación liderada por Andresa trabaja con otras 21 mujeres y 70 socios naranjeros en la comercialización de los productos. Dentro de los desafíos que presenta la producción, Andresa se mantiene optimista. “Son precarias nuestras huertas todavía. Necesitamos ayuda para fortalecer la huerta familiar y trabajar con las mujeres. Mi comisión tiene el sueño de alcanzar un lindo proyecto. Queremos una oficina de las mujeres también acá. Tener un galponcito para reunirnos”, comenta.

El trabajo que realizan es en conjunto. Cuando las reuniones se vieron limitadas por las restricciones durante la crisis sanitaria, se organizaron a través de mensajes y llamadas por celular. Así, lograron cumplir con todos los proyectos incluso en el tiempo de cuarentena. “Ahora vamos a reunirnos cada vez más. Trabajar más coordinadamente con reuniones, todo”, dice. Gracias a su labor, las mujeres de la comisión también pudieron tener acceso a programas sociales del Estado para poder mejorar su calidad de vida. 

“Yo como líder soy parte de una comisión, donde nos organizamos con la secretaria y la tesorera. Yo coordino los trabajos, hago la gestión de forma voluntaria. Procuro salir adelante. Yo quiero ver, quiero ayudar a mi comisión, a las mujeres, porque nosotras las mujeres lo que somos más guapas, yo digo siempre”.

Su misión de servicio se mantiene férrea. “Ojalá que se cumplan todos nuestros sueños, porque yo, durante mi mandato en la comisión, nunca les voy a abandonar a ellos”. Comenta que su inspiración para salir adelante, desde su trabajo como lideresa de la asociación es hacer crecer los proyectos de la huerta familiar y la producción de la naranja. “Es mi sueño que haya crecimiento, que haya fortaleza, que haya producción. Todo eso es mi sueño para salir adelante. Hay pujanza”, declara.

Las mujeres de Oñondivepá han participado de programas de empoderamiento de las mujeres, impulsados en el departamento de Itapúa, con huertas comunitarias e iniciativas para la prevención de la violencia contra las mujeres y niñas, con el apoyo del PNUD Paraguay.