Potenciando la “Inteligencia Colectiva” para una mejor gestión de residuos en Asunción

1 de Octubre de 2020

¿Cómo podemos crear sistemas de manejo de residuos eficientes? Es un dilema de dimensiones globales. Sin embargo, se resuelve teniendo una clara comprensión de sus manifestaciones a nivel local. El #AccLabPY está enfrentando esta compleja tarea en conjunto con el proyecto Asunción Ciudad Verde de las Américas - Vías a la Sustentabilidad, y con el apoyo de un taller de asesoría en Inteligencia Colectiva de  NESTA (Fondo Nacional para la Ciencia, Tecnología y el Arte, Reino Unido). Nos preguntamos ¿cuál es el alcance y la severidad del problema? ¿hasta ahora, qué hemos aprendido? Continúe leyendo para encontrar las respuestas.

El ecosistema del reciclaje en Asunción: un caso de oportunidades perdidas

Se estima que solamente se reciclan el 2% de desechos reciclables producidos en la zona metropolitana de Asunción debido a la baja tasa de separación de residuos dentro de hogares y negocios. Los pocos residuos que se reciclan generalmente se exporta como material crudo semiprocesado, desperdiciando oportunidades para mejorar el valor agregado de las industrias locales.  Al mismo tiempo, fabricantes como la planta de botellas FPV importan 1,500 toneladas de vidrio reciclado para cumplir con la demanda insatisfactoria de materiales crudos reciclados.

Los recolectores informales de residuos de comunidades de bajos recursos son los únicos actores abordando el asunto.  Sin embargo, esta red de actores informales no posee los recursos adecuados para el transporte, procesamiento y almacenamiento de materiales porque no pueden invertir en la actualización de sus operaciones.  Están atascados en una gruta de baja productividad y de bajos recursos.

Pilotando el camino a mayor eficiencia, sustentabilidad y productividad

Para encarar esta situación, el #AccLabPY y el equipo de Asunción Sustentable han diseñado una serie de proyectos pilotos de separación y reciclaje que ponen a prueba soluciones innovadoras e inclusivas.

El primer piloto se concentra en limpiar, restaurar y monitorear las más de 30 hectáreas de zona de preservación ecológica del Banco San Miguel.  El segundo proyecto piloto se enfoca en incrementar la productividad de los recolectores informales trabajando en la “cuenca de residuos” del barrio de San Francisco, Asunción. Por último, el tercer piloto se enfocará en el reciclaje de valor añadido del relleno sanitario municipal principal. Esto se logrará a través de iniciativas de co-diseñado y mercado participativo y la construcción de un makerspace para recolectores de residuos. 

El primer paso que se dio a través del proyecto fue entender la estructura social y geográfica del actual sistema de tratamiento de desechos en la “cuenca de residuos” del barrio, donde se construirá la instalación de separación y reciclaje.

Durante los siguientes meses, aplicaremos estos datos al diseño participativo de las instalaciones de reciclaje y a la logística de la asociación de recolectores que le dará uso a las instalaciones, las cuales también incluirá un espacio para el diseño de madera hecha de plástico reciclado. Nosotros concebimos que esto representa un paso hacia la creación de empresas de mayor valor añadido en Paraguay, lo cual es el propósito del subsiguiente proyecto piloto en el relleno sanitario municipal.

Antes de que la crisis de Covid-19 interrumpiera el progreso del proyecto, visitamos el barrio de San Francisco para entrevistar a los residentes, las autoridades locales, los trabajadores sociales de ONG y a los recolectores del barrio. Le dimos seguimiento a estas entrevistas pidiéndoles a los recolectores de la asociación que realizaran mapas de experiencias describiendo sus horarios, recursos, los alcances geográficos de sus actividades, y las dificultades que enfrentan día a día.

Una gran cantidad de residentes de San Francisco, anteriormente viviendo en zonas cercanas al centro de la ciudad que eran propensas a inundaciones, fue trasladada a este nuevo desarrollo.  Quizás las viviendas sean mejores, pero muchos de los residentes aún siguen recolectando en sus antiguas zonas de residencia, y por esto, sus recursos siguen siendo escasos. Es más, junto con la falta de recursos, a muchos recolectores ahora se les complica incrementar el volumen de las cargas físicas de reciclables debido a la lejanía entre sus casas y sus rutas de recolección. Esto los obliga a depender del apoyo de intermediarios monopsónicos, por lo tanto truncando su capacidad de desarrollar sus actividades informales en microempresas productivas y eficientes.

Las entrevistas también descubrieron niveles bajos de confianza y cooperación entre recolectores—existe una división marcada entre los que formaron la asociación y los que quedaron fuera—y entre recolectores y residentes de la ciudad. Según un reciclador entrevistado, los residentes raras veces separan sus residuos, pero se molestan si los recicladores tocan las bolsas de basura que quitan a la calle. 

Basándonos en estos datos iniciales, proponemos la hipótesis de que a) mayor confianza entre recolectores y residentes y b) mayor confianza  y cooperación entre los recolectores mismos podría resultar en un incremento en la demanda de servicios y una mejoría en la logística para una recolección eficiente.  Al combinar los cambios, se podría promover una importante mejoría en la productividad de los recolectores.

¿Ahora Hacia Dónde?

A pesar de los fuertes cambios provocadas por la crisis sanitaria, el #AccLabPy mantiene en pie el proyecto de San Francisco. Durante las próximas semanas, reanudaremos la primera fase del piloto, y con la ayuda de un equipo de consultoría en mapeo local y diseño urbano se realizará un mapeo de la estructura geográfica y social del actual sistema de manejo de residuos. El fin será documentar, a través de mapeos participativos, software de fuente abierta, y actividades de diseño participativo, los tipos de reciclables disponibles, las rutas de los recolectores informales, la ubicación de intermediarios, y el destino de cada reciclable y desecho saliendo de la comunidad, entre otras cosas que podrían ayudarnos a entender las experiencias y los desafíos de los recolectores.

Quedando establecido que la falta de confianza entre los mismos recolectores y entre los recolectores y familias es una de las principales barreras ante la productividad, mediremos los niveles actuales de confianza interpersonal y organizacional a través de una combinación de juegos de confianza. Primero mediremos ambos tipos de confianza entre recolectores dentro y fuera de la asociación utilizando un diseño quasi-experimental que cuantifica los niveles de confianza durante y después de los mapeos participativos, el codiseño de mercados, y las intervenciones de potencialización de logística. En segundo lugar, estamos diseñando un “Nimble RCT” para probar cómo las nuevas relaciones mediadas (con aplicaciones como ReciApp) entre recolectores y familias afectan a los niveles de confianza.  El experimento se aplicará a un subconjunto aleatorio de manzanas que forman parte de las rutas cotidianas de los recolectores.  Los resultados de este grupo se medirán contra los resultados de un grupo aleatorio de control.

Estos experimentos forman el primer grupo de intervenciones tomadas del portafolio de experimentos iniciales enfocados en incrementar productividad a través de la confianza y el capital social y que fomentan la formalización económica y la protección social. También, continuaremos desarrollando soluciones de confianza y capital social para trabajar en estas nuevas fronteras en Paraguay: transparencia y participación ciudadana e innovación y la formalización de empresas.  Por favor manténganse al tanto de nuestro próximo blog post, donde haremos una descripción del proceso detrás de la lógica de los portafolios.

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