LocationsLa Protección Social y los Cuidados
19 de Mayo de 2025
Para el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la prestación de Servicios de Cuidado es fundamental y se ve tanto desde el ámbito de la Protección Social como de los derechos de las mujeres y la igualdad de género. El reconocimiento del derecho al cuidado forma parte de los derechos a la protección social. La protección social es reconocida como un derecho humano.
Todas las personas requerirán cuidados en alguna etapa de su ciclo de vida. Los mecanismos de protección social, usando mecanismos de identificación, presupuestos dirigidos, y vinculación con programas de reducción de la pobreza, asisten a satisfacer necesidades básicas de población vulnerable, fomentando la inclusión social, reduciendo la probabilidad de caer en ciclos de pobreza y vulnerabilidad, incluso, promoviendo la estabilidad económica y la resiliencia.
Sin embargo, la protección social, y el cuidado reconocido como otro pilar de la protección social y esta a su vez reconocida como un derecho humano, debe ser de acceso universal, es decir, para toda la población que lo requiera, tanto en el ámbito público como privado, para proteger a la población ante los riesgos (enfermedad, desempleo, vejez, crisis, entre otros) con especial énfasis en aquellos en condición de vulnerabilidad.
En ese sentido, la participación del Estado como garante de derechos es crucial para la financiación de la protección social y los servicios de cuidado desde el presupuesto público, lo cual es esencial para la participación de las mujeres en el mercado laboral y disminuir su carga en las responsabilidades de cuidado dentro y fuera del hogar, que en su mayoría no es remunerada, y es desproporcionada dentro de las familias. De igual manera, los servicios de cuidado remunerado son en su gran mayoría realizados por mujeres y es uno de los que menor pago recibe.
También, es importante el involucramiento de otros actores de la sociedad, como el sector privado, las organizaciones de la sociedad civil, la cooperación internacional y otros actores locales y comunitarios, para coadyuvar a la disposición y acceso adecuado de servicios de cuidado que las familias requieren en sus localidades, para lo que se amerita de una intervención más integral y más allá del rol de las mujeres.
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Definiendo protección social y cuidados
Para el PNUD, la protección social es un conjunto de políticas e instrumentos organizados en torno a sistemas que brindan apoyo y facilitan el acceso a bienes y servicios a TODOS los hogares e individuos, al menos en niveles mínimamente aceptables, con el fin de protegerlos frente a múltiples privaciones, la exclusión social y económica, como un tema de derechos humanos y, en particular, durante choques o periodos de insuficiencia de ingresos, incapacidad o imposibilidad de trabajar, y empoderarlos mediante el aumento de sus capacidades productivas y el fortalecimiento de sus habilidades.
Por otra parte, el concepto de cuidados incluye la atención directa de otras personas (niños y niñas, personas adultas mayores, personas con discapacidad, entre otros); el trabajo doméstico que garantiza que ese cuidado se pueda realizar; la gestión de los cuidados (en particular cuando se deriva a otras personas o instituciones) y el autocuidado.
La protección social en Honduras
En Honduras, el Sistema de Protección Social se divide en dos:
Contributivo: cubre a todos las personas trabajadoras que tienen la obligación de aportar un porcentaje de su salario o remuneración (trabajadores formales), quienes reciben a cambio cobertura en materia de pensiones, salud y protección laboral.
No Contributivo: cubre a los trabajadores que no aportan al sistema (cuentapropistas/independientes), y a población que no participa del mercado laboral; normalmente a través de programas sociales con Transferencias Monetarias, subsidios, servicios o programas de acceso a salud, educación, etc.
Datos relevantes
De acuerdo con un estudio del PNUD (2021)1 sobre la protección social en Honduras, resalta que, en Honduras existe una alta desprotección social en los dos extremos del ciclo de vida, la infancia y la vejez. El trabajo informal en el país es uno de los más altos en América Latina, ascendiendo a alrededor del 80%; es decir, solo un 20% de la población remunerada estaría accediendo a protección social (prestaciones sociales, seguridad social, pensiones, etc). Según la Encuesta Permanente de Hogares (INE, 2024)2 las brechas en el mercado laboral van en detrimento de las mujeres con una participación del 73.9% para los hombres, frente a un 40.9% para las mujeres. Con una Tasa de Desempleo Abierto de 4.4 para los hombres y 6.53 para las mujeres.
Por otro lado, otro estudio PNUD (2024)3 sobre la implementación de una pensión no contributiva para personas adultas mayores en Honduras, destaca que, solo un 7% de las personas mayores de 65 años reciben una pensión y el 94% de esas pensiones están concentradas en los sectores con mayores ingresos. Por cada mujer adulta mayor que recibe una pensión, hay casi dos hombres que la reciben.
De acuerdo con la CEPAL (2023)4, en Honduras las mujeres dedican un 15.5% de su tiempo a quehaceres domésticos y cuidados no remunerados dentro del hogar, en comparación con los hombres quienes dedican un 3%. Es decir que, las mujeres en Honduras dedican más de cinco veces el tiempo que dedican los hombres a las labores del hogar y los cuidados, lo que limita su participación en el mercado laboral, así como en otros ámbitos de su desarrollo personal y profesional.
Según una investigación realizada por Pro-Mujer (2022)5 únicamente el 58% de las mujeres que se dedican al trabajo doméstico, recibe remuneración, y su salario representa menos del 50% del salario mínimo en el país. A su vez destaca que, las mujeres que se dedican al trabajo doméstico remunerado en el país conforman uno de los grupos laborales más desprotegidos en Honduras.
Lo que estamos haciendo
En Honduras, el PNUD ha venido apoyando los esfuerzos del Estado para mejorar el Sistema de Protección Social nacional desde un enfoque adaptativo, particularmente, ha brindado apoyo en materia de protección social no contributiva caracterizada por las intervenciones o programas sociales, fortaleciendo los sistemas operativo-administrativos de la protección social a través de la digitalización de los registros sociales con una perspectiva de avanzar hacia una ventanilla única de registro y atención de la población, especialmente aquellos en condición de vulnerabilidad. Conoce más sobre estos esfuerzos AQUÍ.
Oficinas del Centro de Atención al Participante (CAP), unidad dedicada a la recepción de datos de población en condiciones de vulnerabilidad.
Ha promovido la cooperación sur-sur mediante el intercambio de experiencias regionales en materia de protección social y su vínculo con la gestión de riesgo a desastres, como con los temas de género y cuidados. Mediante lo cual el gobierno de Honduras con el acompañamiento del PNUD ha impulsado la creación de una Política de Cuidados en el país y la implementación de una Herramienta de Georeferenciación de los Cuidados en Honduras. Lee más sobre el tema en este enlace. Esta es una herramienta que permite recabar datos para informar la política; ha apoyado el reforzamiento de una nueva propuesta de Política de Protección Social, y está avanzando hacia una Política de Protección Social Adaptativa para mejorar la atención en contextos de crisis, desde la prevención, la respuesta, la recuperación y la resiliencia de los hogares. Conoce los avances del tema en esta nota.
De igual manera, y no menos importante, el PNUD ha venido apoyando en el diseño e implementación de mecanismos de focalización para priorizar a las poblaciones viviendo en mayores condiciones de vulnerabilidad, permitiendo una asignación más eficaz y eficiente de los recursos públicos a través de índices basados en la pobreza y la vulnerabilidad multidimensional para abordar a las poblaciones que enfrentan mayores riesgos sociales. Conoce más sobre el índice de vulnerabilidad multidimensional AQUÍ.
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Por otro lado, también, se está trabajando en fortalecimiento de los medios de pago de Transferencias Monetarias (TMs) mediante la diversificación de estos, a través de la implementación de mecanismos innovadores, automatizados y digitalizados dentro del sistema de protección social, como el uso de las billeteras electrónicas y las tarjetas recargables.
Asimismo, un sistema de veeduría social se ha diseñado y se prevé será implementado en un primer pilotaje, para saber de la pertinencia y eficiencia de la entrega de programas sociales, así como para recibir recomendaciones y lecciones aprendidas. Para ello, se ha iniciado un proceso de desarrollo de capacidades a nivel local, con un primer piloto en territorio focalizado del Valle de Sula, mediante el cual se ha transferido conocimiento a actores locales miembros de Oficinas Municipales de la Mujer (OMMs), Comités de Emergencia Municipales (CODEMs) y asociaciones de jóvenes, entre otros. Para conocer sobre estos procesos y su importancia, así como, involucrarse activamente como veedores comunitarios y actores de cambio en apoyo a los gobiernos y particularmente a las poblaciones que representan.
Estos mecanismos no solo fortalecen al sistema de protección social y su capacidad de prevenir y responder a los riesgos que las poblaciones más vulnerables enfrentan, sino que, también, permiten a otros sistemas, como el Sistema de Gestión de Riesgos nacional y la ayuda humanitaria, poder aprovechar la infraestructura del sistema de protección social para aumentar su capacidad de atención a la población en riesgo o afectada ante crisis y emergencias, en las diferentes dimensiones del riesgo, haciendo uso de los registros digitalizados, los índices de focalización y los medios de pago digitales para un abordaje más amplio y eficiente, permitiendo la priorización de los recursos y reduciendo la duplicidad de los esfuerzos, avanzando a su vez hacia la interoperabilidad de los sistemas.
Capacitación en veeduría social a miembros de organizaciones de sociedad civil en La Lima, Cortés.
Hacia dónde debemos ir
En Honduras, es necesario un conjunto de intervenciones integrales para mejorar y desarrollar su sistema de protección social, entre ellas: generar estrategias frente a las limitaciones fiscales y su ampliación para financiar la protección social; avanzar a la creación de un sistema de pensiones no contributivo; la universalización de los servicios básicos de salud; la implementación de un programa de Transferencias Monetarias Condicionadas de amplia cobertura; la incorporación del enfoque adaptativo para mejorar la capacidad de respuesta y protección en contextos de crisis, abordando la aparición de grupos vulnerables emergentes (trabajadores informales, migrantes, desplazados internos por violencia y desastres, entre otros). Por otro lado, en materia estricta de Cuidados, se requiere aumentar los centros de servicio de estos, su acceso y calidad, para aumentar la participación de las mujeres en el mercado laboral. Robustecer los mecanismos de registro social, promoviendo el registro de las trabajadoras del cuidado remuneradas y no remuneradas, particularmente las de casas particulares. Establecer mecanismos de acceso de las personas trabajadoras del cuidado a cobertura de seguridad social y otras prestaciones sociales. El establecimiento de un programa de Transferencias Monetarias para reconocer el trabajo doméstico y de cuidados no remunerado, en particular para poblaciones en mayor situación de vulnerabilidad.
Como PNUD, estamos comprometidos en continuar apoyando esfuerzos en materia de Protección Social y combate de la pobreza, que reconozcan las necesidades de la población, promoviendo a su vez la necesidad de Reconocer, Redistribuir y Reducir el Trabajo de los Cuidados asumido por las mujeres, permitiendo avanzar en la ruta hacia una sociedad más justa e igualitaria donde reconocemos la participación de las mujeres como un eje central para el desarrollo social, económico y sostenible de Honduras.
1 Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). ¿Cuán efectiva es la Protección Social en Honduras?. - CONOCE MÁS
2 Instituto Nacional de Estadística (INE). (2024). Encuesta Permanente de Hogares de Propósitos Múltiples (EPHPM), junio 2024.
3 Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). ¿Informe sobre la evaluación ex ante de la adopción de una pensión no contributiva para adultos mayores en Honduras. (2024). - CONOCE MÁS
4 CEPAL (2023) citado en Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (2025). Persisten desafíos para lograr la participación paritaria de las mujeres en política: Análisis electoral de las candidaturas en elecciones primarias. - CONOCE MÁS
5 Promujer (s.f.). Investigación de mercado y políticas públicas en el país y un mapeo de actores investigativo con un análisis de percepciones, retos y barreras de la economía del cuidado a nivel macro y territorial: País Honduras.