El Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza invita a reflexionar sobre una realidad que sigue siendo desafiante en todo el mundo. Casi ocho de cada diez personas que viven en pobreza multidimensional están expuestas directamente a al menos uno de cuatro principales peligros climáticos: calor extremo, sequías, inundaciones o contaminación del aire. Así lo revela el nuevo Índice Global de Pobreza Multidimensional (IPM) 2025: “Dificultades superpuestas: pobreza y riesgos climáticos” presentado hoy por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Iniciativa sobre Pobreza y Desarrollo Humano de Oxford (OPHI).

El informe presenta evidencia sobre cómo la crisis climática está transformando el panorama global de la pobreza. La pobreza ya no puede entenderse únicamente como una condición económica, sino como un fenómeno entrelazado con las presiones ambientales y la inestabilidad. Aunque los países de ingresos medios concentran gran parte de la pobreza oculta, los de ingresos medios-bajos – como Guatemala- enfrentan la mayor exposición de sus poblaciones pobres a peligros climáticos.

Estos hallazgos subrayan la urgente necesidad de avanzar hacia estrategias de reducción de la pobreza resilientes al clima. Es decir, pasar del reconocimiento a la acción, centrando los esfuerzos en estrategias de reducción de la pobreza resilientes al clima. 

Desde el PNUD trabajamos para erradicar la pobreza en todas sus dimensiones, fortaleciendo las instituciones, promoviendo la protección social, la acción climática y la resiliencia ante las crisis, con enfoque territorial y de género. En Guatemala, apoyamos iniciativas que integran la sostenibilidad ambiental en las políticas de desarrollo, desde la gestión sostenible de ecosistemas hasta la promoción de medios de vida resilientes frente al cambio climático.

Desde 2020, se ha fortalecido la resiliencia climática y la gestión sostenible de los ecosistemas en Guatemala, beneficiando a cerca de 70,000 personas rurales en 32 municipios de la cadena volcánica central, apoyándose en alianzas estratégicas nacionales y en la movilización de recursos internacionales para maximizar el impacto. Se han promovido paisajes productivos sostenibles, logrando la conservación de 55,000 hectáreas, la restauración de 6,000 hectáreas de bosques y la mejora de la gestión en 30,000 hectáreas de áreas protegidas. Estas acciones han impulsado ingresos diversificados, empleos verdes e inversiones sostenibles, contribuyendo a reducir la pobreza y la vulnerabilidad climática.

Asimismo, acompañamos al país – por medio del Ministerio de Desarrollo Social- en la consolidación de sistemas de protección social inclusivos. Estamos apoyando acciones clave como la actualización del Índice de Pobreza Multidimensional de Guatemala (IPM-Gt), la ampliación del Registro Social de Hogares (RSH) y la implementación de la iniciativa intersectorial Mano a Mano. Estas herramientas permiten identificar y atender con mayor precisión las privaciones y orientar las políticas públicas hacia intervenciones más focalizadas y sostenibles.

Como indica el Representante Residente, Carlos Benitez, “La escalabilidad y sostenibilidad de políticas efectivas que garanticen el sustento, la generación de empleo y mejoren la productividad del país serán clave para reducir la pobreza de manera sustantiva en los próximos años. Seguiremos acompañando desde el PNUD con asistencia técnica, cooperación y generación de evidencia, para que las políticas públicas nos permitan avanzar hacia una sociedad más igualitaria e inclusiva, de mayor bienestar para todas y todos”.

Este día significativo renovamos nuestro compromiso para erradicar la pobreza y promover los derechos y la dignidad de todas las personas en Guatemala. Seguiremos generando transformaciones profundas y duraderas trabajando áreas clave como la sostenibilidad ambiental, la construcción de paz y el crecimiento económico inclusivo.