El plan de estímulo de la ONU para los ODS podría generar ahorros de hasta 148.000 millones de USD en la deuda

Se podrían ahorrar 120.000 millones de USD adicionales a través de la “refinanciación” de la deuda en bonos de los países de ingresos medios a los tipos de interés de los acreedores oficiales

22 de Febrero de 2023

Un informe del PNUD identifica 52 economías en desarrollo de ingresos bajos y medianos que se encuentran sofocados por la deuda o en alto riesgo de sufrirla, lo que representa más del 40 % de las personas más pobres del mundo.

Foto: PNUD Perú / Mónica Suárez Galindo

París - Los países en desarrollo podrían ahorrarse cientos de miles de millones de dólares de los Estados Unidos (USD) si la comunidad internacional se compromete a reestructurar la deuda vigente y a extender el acceso a recursos financieros a un costo asequible para el futuro. Esta es la conclusión de un reciente informe de políticas del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

El informe, bajo el título “Building blocks out of the crisis” (Construir los elementos básicos para salir de las crisis; disponible en inglés) identifica 52 países en desarrollo de ingresos bajos y medios con problemas de deuda o en alto de riesgo de tener dificultades para satisfacerla; países, además, en los que se encuentra más del 40 % de las personas pobres del mundo. El estudio señala que un recorte del 30 % de su deuda pública externa a fecha de 2021 podría generar un ahorro de hasta 148.000 millones de USD en el servicio de la misma durante ocho años.

Ante la reunión de ministros de finanzas y gobernadores de bancos centrales del G20 que se celebró en Bangalore, en la India, en febrero de 2023, se instó a los líderes mundiales para que adopten medidas dirigidas a aliviar los efectos que sufren los países en desarrollo por las diversas crisis que se están produciendo actualmente, y a garantizar un reparto justo de los recursos financieros que contribuya a transiciones inclusivas y equitativas en todos los países.

“Los elementos fundamentales sobre los que se asienta la transformación del sistema financiero mundial, como la reforma de los bancos multilaterales de desarrollo, la reestructuración de la deuda y las inyecciones de liquidez, ya están siendo tratados en el G20, pero ante el rápido avance de la fractura entre los países desarrollados y los países en desarrollo es necesario pasar de las palabras a las acciones”, afirmó el Administrador del PNUD, Achim Steiner.

Actualmente, el servicio de la deuda externa de 25 gobiernos de economías en desarrollo exige pagos por encima del 20 % del sus ingresos totales, la mayor cifra de países en esta situación en más de 20 años. Si a esto le añadimos el aumento de la carga de endeudamiento, los países cuentan cada vez con menos recursos para su empleo en servicios esenciales, como la implementación de medidas de adaptación y respuesta a la crisis climática.

“Los países con mayores cargas de deuda y dificultades de financiación también se ven golpeados por muchas otras crisis; de hecho se encuentran entre los más afectados por el impacto económico de la COVID-19, la pobreza, y la cada vez más urgente emergencia climática. Es hora ya de abordar la enorme brecha entre países ricos y pobres, de transformar el paisaje multilateral, y de crear una arquitectura de la deuda adecuado a los objetivos en un mundo complejo e interconectado pospandemia”, continuó Steiner.

El informe del PNUD delinea las medidas políticas urgentes necesarias para revertir la crisis de deuda actual y muestra el impacto potencialmente transformador de gestionar esta situación mediante la expansión del acceso a recursos financieros más asequibles y con vencimiento a largo plazo, dos de las áreas de interés identificadas en el plan de estímulo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) del Secretario General de la ONU. El plan expone la necesidad de que la comunidad internacional actúe conjuntamente a fin de movilizar inversiones para los ODS y propone tres áreas de acción inmediata: inyecciones de liquidez, reestructuración de la deuda soberana, y reducción del costo de los préstamos a largo plazo para las economías en desarrollo.

“Los miles de millones de ahorro identificados por el PNUD solo podrán hacerse efectivos si colectivamente llegamos a la conclusión de que ya es hora de reducir el riesgo en el desarrollo y la financiación climática. Si un país en desarrollo está recibiendo financiación a una tasa de interés del 12 % o el 14 % y utiliza más del 20 % de sus ingresos en el servicio de la deuda todos los años, simplemente no tiene espacio para financiar la ejecución de los ODS o los compromisos del Acuerdo de París”, explica George Gray Molina, Economista Jefe de la Dirección de Políticas y Apoyo a Programas del PNUD.

El estudio señala que el grupo de países más pobres —los que no dependen de la financiación de mercado— debería poder acceder más fácilmente a la financiación concesional, como los subsidios. Para la mayoría de los países de ingresos medios que dependen de los mercados de capitales internacionales — a menudo volátiles— contar con mayores facilidades para acceder a fuentes de financiación más asequibles podría incrementar sustancialmente su espacio fiscal. Por ejemplo, la “refinanciación” del 40 % de la deuda de bonos de los países de ingresos medios a las tasas medias de interés de los acreedores oficiales podría contribuir a un ahorro de 120.000 millones de USD en el pago de los intereses durante un periodo de ocho años

El informe subraya, asimismo, la posibilidad de reducir el costo de los préstamos para las inversiones realizadas en el marco del Acuerdo de París y los ODS.

Haz clic aquí para leer el informe en inglés.​​​​​​

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