Las mujeres somalíes se abren camino en la policía y la justicia
"He visto a este país quebrarse y lo he visto volverse a levantar"
12 de Noviembre de 2025
Las mujeres somalíes que trabajan como policías no solo están rompiendo barreras, sino también ganándose la confianza de sus comunidades y cambiando la manera en que se imparte justicia.
Somalia es un país de una belleza impresionante, con una cultura muy rica y una resiliencia extraordinaria. Sin embargo, muy a menudo, la descripción que hace el mundo sobre el país es que está dominado por el conflicto, la pobreza y la inestabilidad, lo que oculta las verdaderas historias de fuerza y transformación diarias.
Coronel Rahma Salaad Mohamed
La Coronel Rahma Salaad Mohamed nació en el distrito de Diinsoor del Estado del Suroeste de Somalia hace 44 años. Ella es un símbolo de resiliencia y liderazgo en un país que se conocía como uno de los entornos de seguridad más difíciles del mundo.
Rahma entró al cuerpo de policía en 2007, llevada por la dura realidad económica de su país después del conflicto. “Estaba embarazada de tres meses cuando comencé el entrenamiento”, nos cuenta.
"Éramos 79 reclutas y, de estos, solo 10 éramos mujeres. Corríamos 10 kilómetros todas las mañanas en un territorio habitado por leones", afirma Rahma.
La Coronel Rahma Salaad Mohamed (segunda persona empezando por la derecha) y la Capitana Samira Nazar.
La Coronel Rahma Salaad Mohamed entró al cuerpo de policía en 2007, llevada por la dura realidad económica de su país después del conflicto.
Entre las ruinas de Mogadishu, la Coronel Rahma formó parte del segundo cuerpo de policía formado después de la guerra civil. “Rehabilitamos nuestras propias comisarías a mano. Todas las noches estábamos bajo sitio de los insurgentes que luego se convertirían en Al-Shabaab", describe.
Rahma ha sido testigo de la guerra, ha sufrido pérdidas y dificultades inimaginables, pero también ha visto progresos.
"He visto al país quebrarse y lo he visto volverse a levantar. Estoy tan orgullosa de ser una de las que se mantiene firme", cuenta Rahma.
Primera Teniente Halim Sadiyo Yousuf
La Primera Teniente Halim Sadiyo Yousuf, de 38 años, es la directora del Orfelinato de la Policía de Somalia, que vela por dar un futuro mejor a los niños de los policías fallecidos. Halim entró en el cuerpo en 2007. “Mis vecinos dijeron a mi madre que había perdido el rumbo y que traería vergüenza a la familia”, afirma Halim.
En 2014, la Primera Teniente Halim Sadiyo Yousuf asumió la dirección del Orfelinato de la Policía de Somalia, donde se brinda educación, cuidados y orientación a más de 300 hijos de oficiales fallecidos.
Primera Teniente Halim Sadiyo Yousuf.
Su madre la apoyó, pero su padre se resistió. Aunque, cuenta: “Después de mucho discutir, finalmente él aceptó mi decisión".
Halim pasó por un entrenamiento riguroso que combinaba la resistencia física con lecciones de aplicación de la ley y de orden público.
Con todo, el camino no fue fácil. A causa de la intensidad del conflicto y de los riesgos de seguridad, Halim salió de la policía por un tiempo. “Tenía miedo por mi seguridad. El país estaba en caos”, dice. Volvió a incorporarse en 2012 para ayudar con las elecciones parlamentarias de Somalia, protegiendo a los ministros en Mogadishu.
Halim fue nombrada directora del Orfelinato de la Policía de Somalia en 2014, donde se brinda educación, cuidados y orientación a más de 300 hijos de oficiales fallecidos.
"Es más que un trabajo; es una misión", explica Halim.
Capitana Samira Nazar
"El trabajo policial es más que un trabajo. Es una forma de veneración, un deber de servir a sus congéneres y a su país", dice Samira.
Ella nació en Mogadishu pero fue criada en Noruega.
Después de ver un anuncio de reclutamiento para la nueva policía en internet, Samira juntó sus diplomas académicos, incluyendo el de criminología y el de estudios en seguridad, y volvió a Somalia.
La Capitana Samira Nazar tiene estudios en seguridad y criminología.
"Volví para ayudar a mi gente”, expresa.
Samira fue elegida para un entrenamiento avanzado en Djibouti. Comenzó en la Oficina del Comisionado de la Policía de Somalia y rápidamente ascendió. Su siguiente puesto fue en una unidad móvil encargada de vigilar los controles en todo Mogadishu, puesto crucial en una ciudad que sufría de atentados y que estaba reconstruyendo la confianza del público.
“No era fácil pero durante la pandemia de COVID-19 ampliamos el trabajo para hacer campañas de concientización y mantener al público informado y seguro", comenta Samira.
Impresionado con su trabajo, el Comisionado de la Policía de Somalia la nombró Comandante de la Comisaría del distrito de Shibis, puesto ocupado tradicionalmente por un hombre. Se encargaba de violencia doméstica y disputas familiares, así como de robos y seguridad pública, con disciplina y compasión.
Hoy, la Capitana Samira es Comandante Adjunta de la División Bartamaha en Mogadishu, y tiene a su cargo cinco comisarías.
“Liderar la seguridad en Mogadishu no es tarea fácil, pero cuando veo a los niños que van a la escuela en toda seguridad y los mercados con una actividad febril, sé que estamos marcando una diferencia”, declara.
Capitana Fatima Abdulkadir
Con solo 18 años, Fatima Abdulkadir oyó un anuncio en la radio que cambiaría su vida: el Gobierno estaba restructurando el cuerpo de policía y reclutaba candidatos para la Academia Armo de Policía de Puntland. Se presentó y comenzó un viaje que la llevaría de alumna a oficial de policía en Garowe.
Tuvo que enfrentarse al escepticismo y desaliento de su propia familia.
"Todos me dijeron que la policía arruinaría mi futuro, pero mi madre siempre me recordó la famosa cita de Nelson Mandela: 'La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo'", expresa Fatima.
Fatima se diplomó de abogada por el programa de becas del PNUD. En la Comisaría de Garowe dio apoyo jurídico, a menudo a mujeres desplazadas y marginadas. “Me chocó la cantidad de mujeres que denunciaban violencias, violaciones y casamientos forzados”, cuenta.
En un caso famoso, Fatima y una madre se opusieron a las tentativas de solucionar discretamente la violación de una niña de siete años. El violador recibió una sentencia de 17 años de prisión.
Fatima está ahora a cargo de la Unidad Jurídica y de Género de la Policía de Puntland donde capacita y asesora sobre los temas jurídicos y de género. Su misión es clara: atraer a más mujeres al cuerpo policial y hacer avanzar la policía de proximidad.
"Las mujeres son menos corruptas, generan más confianza y comprenden mejor a la comunidad. Esa es la razón por la que les digo a las somalíes que entren a la policía y hagan un cambio real desde dentro", detalla Fatima.
Teniente Coronel Idil Abdullahi Hassan
La Teniente Coronel Idil Abdullahi Hassan fue testigo de la devastación de la guerra civil de Somalia que desplazó a su familia, que se fue a Kenya, donde ella siguió sus estudios y luego fue a la universidad en Malasia. Volvió a Mogadishu en 2014 por lo que creía que sería por poco tiempo.
"Nunca creí que entraría en el cuerpo de policía, pero cuando volví sentí la obligación de quedarme y ser parte del cambio que se estaba dando en el país", nos cuenta.
La Teniente Coronel Idil Abdullahi Hassan fundó la primera unidad somalí dedicada a ocuparse de la violencia sexual y de género.
Rápidamente identificó una carencia crucial en el cuerpo de policia de Somalia y fundó la primera unidad somalí dedicada a ocuparse de la violencia sexual y de género.
"Fue un momento crucial: no solo tratábamos casos de violación y abusos, sino que impartíamos justicia y las sobrevivientes comenzaron a creer nuevamente en el sistema", explica Idil.
Otras instituciones gubernamentales siguieron su ejemplo y el departamento de Idil ha ayudado a las sobrevivientes a obtener justicia, consuelo y dignidad, muchas veces por primera vez en sus vidas.
"Vestir el uniforme no es solo un trabajo, sino un deber nacional que llevamos sobre nuestros hombros", finaliza.
Capitana Fardowso Abdullahi Abdidon
La capitana Fardowso Abdullahi Abdidon, de 30 años, es una de las defensoras con más determinación de Somalia. Nació y creció en Mogadishu, se graduó en abogacía y comenzó su carrera en la oficina del alcalde antes de tomar un camino que cambiaría su vida y la de muchos otros.
"La policía no es solo una carrera: es un llamamiento para proteger a las personas más vulnerables", cree Fardowso.
En 2016 entró al cuerpo de policía de Somalia donde pasó por una formación rigurosa junto con sus compañeros hombres, en regiones remotas y en condiciones difíciles. “Fue duro, pero me prometí que no abandonaría y no lo hice”, afirma.
Después de graduarse le asignaron las Fuerzas de Estabilización en Mogadishu, que es una unidad policial especializada centrada en neutralizar las amenazas de Al-Shabaab y en proteger las rutas más importantes de la ciudad.
En 2019, Fardowso fue nombrada Comandante Adjunto del Distrito de Waaberi, que entonces era una de las áreas más violentas de Mogadishu. Inició las operaciones nocturnas, reduciendo la criminalidad y restableciendo la confianza del público.
"En seis meses no mataron ni a una persona en el distrito. Fue el momento en que me sentí más orgullosa. Transformamos el miedo en seguridad", describe Fardowso.
En la actualidad, Fardowso dirige la Unidad Nacional para la Protección de las Mujeres y los Niños de Somalia, que se ocupa de casos complejos de violaciones, violencia doméstica, casamientos forzosos, mutilación genital femenina y la creciente tragedia de los niños abandonados.
Su misión es profundamente personal: “Un día quiero servir a Somalia en el Ministerio de Seguridad, porque la seguridad no trata únicamente de las armas, sino de la dignidad, los derechos y de un futuro digno de ser protegido”, dice con convicción.
Primera Teniente Farhiyo Ahmed
La Primera Teniente Farhiyo Ahmed, madre de nueve niños y oficial de policía veterana en el Estado del Suroeste de Somalia, pasó casi dos décadas creando confianza, haciendo justicia y protegiendo a las personas vulnerables. Hoy está a la cabeza del Departamento de Género de la región Bay, puesto que luchó por crear y que sigue ampliando.
La Primera Teniente Farhiyo Ahmed, a la derecha.
La Primera Teniente Farhiyo Ahmed está a la cabeza del Departamento de Género de la región de Baidoa, puesto que luchó por crear y que sigue ampliando.
Farhiyo entró al cuerpo de policía de Somalia en 2006, y formó parte del primer grupo de oficiales de policía capacitado después de la guerra civil. Las condiciones eran difíciles. Relata: “Teníamos que reconstruir nuestras propias aulas. De 600 reclutas, solo 10 éramos mujeres".
"Yo entré a la policía debido a la alarmante cantidad de casos de violencia contra las mujeres y los niños. No lo podía soportar. Convencí a otras nueve mujeres a que se uniesen a mí. Queríamos hacer las cosas más fáciles para que las sobrevivientes denunciasen, especialmente en casos de violación cuando las víctimas a menudo sienten vergüenza o miedo de hablar a policías hombres", nos cuenta.
Farhiyo fue enviada a la Comisaría de Baidoa donde era la única mujer. Trabajó incansablemente y, en 2016, con el apoyo de socios internacionales, estableció el primer Departamento de Género de la región.
La iniciativa pronto se convirtió en una salvación. Farhiyo y su equipo hicieron campañas de divulgación en Baidoa y sus varios campos de desplazamiento, creando conciencia y distribuyendo un número de emergencia para denunciar la violencia doméstica.
En la actualidad Farhiyo dirige un departamento que tiene menos casos, pero cuyo trabajo es crucial. “Recibíamos múltiples denuncias de violación por semana. Ahora podemos tener dos por mes. Las disputas familiares siguen siendo usuales pero la situación en general ha mejorado. La ciudad es más pacífica”, finaliza Farhiyo.
“El papel fundamental de las mujeres somalíes está impulsando y transformando la paz y la seguridad en todo el país. Estas mujeres desafían los estereotipos de género y las normas sociales negativas. Son arquitectas seguras y optimistas de una Somalia más justa y segura, y representan un ejemplo inspirador de liderazgo para las nuevas generaciones"— Lionel Laurens, Representante Residente del PNUD en Somalia
Sobre la iniciativa
La creciente participación de mujeres en el cuerpo de policía de Somalia es uno de los logros alcanzados gracias a la Primera Fase del Programa Conjunto de la Policía (2019-2024), financiado por la Unión Europea, el Reino Unido y los Países Bajos. Sobre la base de estos avances, desde el PNUD lanzamos en 2024 la segunda fase del programa con el apoyo de la Unión Europea y el Reino Unido. Asimismo, el cuerpo de policía de Somalia recibe apoyo adicional a través del Programa de Apoyo a la Estabilización, financiado por el Japón en colaboración con el Ministerio Federal de Seguridad Interna en 2024.