Reciclaje y confianza: el impacto de “Mi Barrio Sin Residuos”

Cómo la confianza mutua dignifica el trabajo de recicladores y recicladoras de base y abre el camino hacia la adopción de prácticas de reciclaje en los hogares

19 de Octubre de 2022

Griselda Cantero, recicladora de Mi Barrio Sin Residuos.

Coca-Cola Paresa Paraguay

 

¿Qué factores influyen en la productividad de las actividades de recolección de recicladores y recicladoras de base en Asunción, y cómo podemos establecer un proceso participativo e inclusivo de mejoramiento productivo de dichas actividades? Estas preguntas marcaron el punto de partida de una serie de actividades e intervenciones que conformaron el ciclo de aprendizaje sobre Reciclaje Inclusivo del “Proyecto Asunción Ciudad Verde de las Américas – Vías a la Sustentabilidad” y el Laboratorio de Aceleración del PNUD. Los aprendizajes y evidencias generados a lo largo de este ciclo, documentados a través de una serie de artículos, nos ayudaron a descubrir qué desafíos enfrentan los recicladores y las recicladoras de base en Asunción, a explorar los factores importantes del dilema de acción colectiva del reciclaje, y a diseñar y prototipar posibles intervenciones para incrementar la productividad del reciclaje en la capital.

En particular, identificamos la necesidad de diseñar intervenciones y servicios orientados a la creación y mantenimiento de vínculos de confianza entre recicladores de base y hogares de un barrio o comunidad, con el fin de incrementar la confianza entre familias y recicladores a corto plazo, y a través de ello, incrementar la participación efectiva de los hogares en la experiencia del reciclaje, con el fin último de incrementar la productividad misma del reciclaje de todo el sistema de gestión de residuos.

Los mapas de rutas y puntos de recolección de los miembros de la Asociación de Recicladores del Barrio San Francisco (Aso San Francisco), generados en las etapas de descubrimiento y exploración de nuestro ciclo de aprendizaje, nos llevaron a conectar con aliados del sector público y privado, quienes a través de sus propios procesos de aprendizaje, habían llegado a la misma conclusión: la necesidad de un servicio de recolección diferenciada que genere interacciones de confianza entre familias y recicladores. Dichos mapas fueron el insumo básico para diseñar el prototipo de dicho servicio. Así nace la alianza estratégica que facilitó el diseño y pilotaje de Mi Barrio Sin Residuos (MBSR), un programa elaborado por el Ministerio de Ambiente (MADES), la Municipalidad de Asunción, el PNUD y Coca-Cola Paraguay, para incentivar el reciclaje y unir a los vecinos con los recicladores locales, facilitando el proceso de separación desde el hogar.

 

Pedro Patiño, reciclador del programa.

Coca-Cola Paresa Paraguay

 

¿En qué consistió el piloto Mi Barrio Sin Residuos (MBSR)?

 

La intervención consistió en ofrecer un servicio de recolección diferenciada prestado directamente por recicladores de base y coordinado por una empresa social, de junio a diciembre del 2021. Los participantes fueron invitados a participar a través de un formulario digital, promocionado en redes sociales. En total, 220 hogares manifestaron su interés en participar, de los cuales 124 fueron incluidos en el piloto. El criterio de inclusión de hogares al programa fue la pertenencia geográfica del hogar a uno de 5 los barrios que fueron incluidos en el piloto, en base en las preferencias y rutas mapeadas de 5 recicladores de base de la Aso San Francisco. El servicio tuvo frecuencia semanal, con 1 día regular y el mismo reciclador asignado a cada barrio. Los recicladores y las recicladoras recorrieron sus barrios asignados con sus propios motocarros y materiales de trabajo, visitando los hogares participantes para retirar bolsas de residuos reciclables previamente separados, directamente de la mano de una persona que esté presente en el hogar.

 

 

¿Qué aprendimos sobre el impacto del piloto?

 

El resultado principal de esta evaluación de impacto es la validación de la hipótesis central de la intervención: la interacción entre vecinos y recicladores de base proporcionada por el piloto de Mi Barrio sin Residuos facilita la creación de vínculos que generan un mayor nivel de confianza y aumentan la participación de hogares en la separación de residuos. Encontramos que los hogares participantes confían en los recicladores y las recicladoras de base en un promedio de 38% más que los hogares no participantes. Además, los hogares participantes interactúan cerca de un 90% más con recicladores que los no participantes.

 

 

 

A estos resultados cuantitativos, ambos estadísticamente significativos, se suman las observaciones recogidas desde la experiencia de los recicladores, que señalan la dignificación de su trabajo como el principal impacto positivo, mejorando el trato que reciben por parte de los hogares y fomentando sentimientos de mayor orgullo hacia su propio trabajo por parte de ellos mismos y sus familias.

 

"Me siento muy bien al tener contacto con las personas, y que las personas sepan o vayan interiorizándose sobre lo que realmente es la profesión de un reciclador".
Entrevista 1

 

La intervención y su futuro no están exentos de desafíos. El piloto no mejoró los conocimientos sobre reciclaje en Asunción, aunque el margen de mejora era pequeño, dado que los participantes y los no participantes mostraron un nivel alto de conocimiento, con un promedio superior al 70% de respuestas correctas a preguntas sobre reciclaje. Aunque el piloto logró evitar que los residuos orgánicos se mezclen con otros reciclables, lo cual fue percibido como un aspecto de dignificación por parte de los recicladores, esto no se tradujo a una separación de calidad de los reciclables no orgánicos, por lo que persiste el desafío de mejorar la separación una vez adoptada la práctica. Por otro lado, el desafío más importante para el futuro de este tipo de servicios es incrementar la rentabilidad del servicio para los recicladores. La implicancia de este desafío es la necesidad de diseñar y desarrollar políticas públicas integrales de gestión de residuos y programas de fortalecimiento de capacidades orientadas a la reducción de la vulnerabilidad de los grupos de recicladores/as, y la mitigación o superación de las barreras de productividad que enfrentan. Superar estas barreras supone también una mejora continua de los procesos de coordinación y logística del servicio, explorando diversos modelos de gestión.

Por último, el incremento de la confianza y las interacciones que observamos señalan una oportunidad de escalamiento para Mi Barrio Sin Residuos, combinando programas de fortalecimiento y espacios continuos de interacción directa que sigan creando y fortaleciendo la confianza entre recicladores y hogares, dignificando el trabajo y visibilizando el valor social del servicio que prestan.

Cada uno de los desafíos y aprendizajes que compartimos resumidamente en este artículo están siendo abordados por nuevos programas de fortalecimiento y nuevas formas de gestión y coordinación, adaptados a las necesidades de cada una de las nuevas comunidades de recicladores, acopiadores y hogares que se están sumando a la segunda edición de Mi Barrio Sin Residuos, actualmente en curso. Desde el PNUD; continuamos colaborando con esta iniciativa, desde el proyecto “Asunción Ciudad Verde de las Américas”.

Los invitamos a descargar y leer el detalle de la evaluación en esta nueva publicación: https://bit.ly/impactoMBSR.