El PNUD promueve una gestión integral de la movilidad humana que aborda tanto los factores adversos que impulsan la migración irregular y el desplazamiento forzado, como las necesidades de las personas en movimiento —incluidas las personas desplazadas internamente, refugiadas, retornadas y otras personas migrantes— y de sus comunidades de origen, tránsito y acogida. En ese marco, el Plan Estratégico del PNUD 2026-2029 contempla como uno de sus resultados clave el proporcionar soluciones integradas de desarrollo para apoyar a las personas desplazadas/migrantes y a las comunidades de acogida, reduciendo la dependencia prolongada de la asistencia humanitaria y abordando los factores que impulsan el desplazamiento y la migración. Para América Latina y el Caribe, este resultado ha sido integrado en el Programa Regional del PNUD (2026-2029) a través del objetivo de apoyar a los países en el fortalecimiento de las respuestas de gobernanza frente a la movilidad humana y el desplazamiento forzado, facilitando la cooperación y la adaptación institucional en el contexto del aumento de la migración, el desplazamiento y el retorno forzado.

Estas acciones incluyen el apoyo a los gobiernos nacionales y locales en la integración de respuestas a los desafíos de la movilidad humana dentro de la planificación del desarrollo y la promoción de una gobernanza más eficaz. A través de la acción local, es posible diseñar estrategias adaptadas al contexto específico de cada territorio, promoviendo la integración socioeconómica de las personas desplazadas y fortaleciendo la resiliencia de las comunidades de acogida. Además, el impacto de la acción local se potencia cuando se complementa con un enfoque subregional que involucre a múltiples países.

La colaboración entre gobiernos locales de distintos países permite una respuesta más coordinada y adaptada a las realidades de cada territorio.