Olafur Eliasson, artista islandés-danés aclamado por la crítica, y activista climático, fue nombrado Embajador de Buena Voluntad del PNUD para la acción climática y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) el 22 de septiembre de 2019.

Ampliamente reconocido por su obra artística y sus esfuerzos por promover el desarrollo sostenible con un enfoque en la energía renovable y la acción climática, Olafur Eliasson se ha unido al PNUD en su misión de proteger el planeta, ayudando a generar conciencia y movilizando apoyo en la mitigación de los efectos del cambio climático mediante proyectos que promueven la energía renovable, reducen las emisiones de CO₂ y protegen nuestro planeta para las generaciones futuras.

“La vida en la Tierra se trata de coexistencia: entre personas, animales, ecosistemas y el medio ambiente. La coexistencia es hermosa y generativa, caótica y desafiante. El hecho es que estamos juntos en esto. Por eso todas las personas debemos tomarnos en serio la emergencia climática. Para responder adecuadamente a la crisis, nosotros —personas, instituciones, empresas y gobiernos— debemos confiar en la ciencia y reunir nuestro conocimiento, creatividad y energía”, explicó Olafur Eliasson durante la ceremonia de su nombramiento en la Cumbre Social por el Bien Común de 2019.

A lo largo de su carrera como artista destacado e influyente a nivel mundial, Olafur Eliasson ha demostrado un firme compromiso en la lucha contra el cambio climático y en aumentar el acceso a la energía renovable. Como Embajador de Buena Voluntad, aporta una perspectiva nueva y creativa a los problemas sociales y ambientales que enfrenta el mundo hoy. Usando su creatividad, destaca los vínculos poco valorados pero fundamentales entre el arte, el medio ambiente, la energía renovable y el cambio climático.

Impulsado por un interés en la forma en que percibimos y cocreamos colectivamente nuestro entorno a través del movimiento y la experiencia corporal, Olafur Eliasson ha creado grandes instalaciones como The Weather Project, un sol interior envuelto en niebla en el Turbine Hall de la Tate Modern en 2003, y The New York City Waterfalls, comisionado por el Public Art Fund e instalado a lo largo de las costas de Manhattan y Brooklyn en 2008.

Olafur Eliasson ha explorado el potencial del arte para abordar problemas globales, incluidos aquellos delineados en los ODS. En 2012, fundó Little Sun, junto con el ingeniero Frederik Ottesen, con el objetivo de reemplazar la iluminación a base de combustibles fósiles por energía solar en comunidades sin acceso a electricidad y sensibilizar sobre la necesidad de ampliar el acceso a la energía para todos. Para Ice Watch (2014), Eliasson llevó grandes bloques de hielo glaciar extraídos del mar cerca de Nuuk, Groenlandia, a los centros urbanos de Copenhague (2014); París (2015), con motivo de la Cumbre Climática de la ONU (COP21); y Londres (2018). Al entrar en contacto directo con estos fragmentos de la desaparecida capa de hielo de Groenlandia, los transeúntes podían experimentar la belleza del hielo derritiéndose y sentirse inspirados a actuar frente al cambio climático.

Para mostrar los efectos del cambio climático, Olafur Eliasson volvió a fotografiar glaciares en Islandia que había capturado previamente en 1999 para su obra The glacier series y los presentó junto con las imágenes originales para revelar los dramáticos cambios ocurridos a lo largo de 20 años.

La capacidad de la ONU para abordar los desafíos globales compartidos ha sido desde hace tiempo un área de interés para él. En 2015 cofundó UN Live, un espacio museo para las Naciones Unidas dedicado a catalizar los esfuerzos globales hacia el cumplimiento de los objetivos de la ONU e inspirar a una nueva generación de ciudadanos globales. Además, Olafur Eliasson ha participado en numerosos eventos de promoción de los ODS, como UNLEASH – SDG Innovation Lab, en Dinamarca en 2017, junto con el entonces administrador del PNUD, Achim Steiner.

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