Movilidad sostenible

Desde el PNUD se ha contribuido a la movilidad sostenible para la mitigación del cambio climático con el impulso de experiencias que promueven el transporte bajo en carbono en La Habana. 

En 2020, Cuba actualizó su primera Contribución Nacionalmente Determinada, en la que establece su compromiso como país miembro de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), con la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero. Esa actualización implicó una ampliación de las metas de mitigación, a las que se añadió como contribución el incentivo al transporte terrestre menos intenso en carbono. 

Las rutas cortas de triciclos eléctricos reducen las emisiones de carbono y ayudan a solventar el déficit de transporte urbano. Su implentación comenzó mediante proyectos piloto del PPD y se articuló con el Plan de movilidad sostenible en el proyecto Neomovilidad. Esta iniciativa ha sido replicada por el gobierno de la ciudad de La Habana en múltiples puntos.

En atención a estas prioridades, el PNUD ha apoyado el uso de triciclos eléctricos como alternativa para la movilidad urbana.  Esta iniciativa, cuenta con el antecedente de la movilización de triciclos realizada por el Programa de Pequeñas Donaciones en 2020 y ha sido replicado por el gobierno de La Habana en varios municipios. Sus beneficios ambientales y sociales abarcan desde la reducción de las emisiones de carbono a la atmósfera, hasta la generación de empleos para ser ocupados por mujeres como conductoras de los vehículos y la facilitación de la movilidad para los habitantes de la ciudad.  También está en proceso de implementación un sistema de bicicletas públicas como contribución a la movilidad urbana sostenible.