Gestión sostenible del agua

Como resultado de las variaciones y cambios que se observan en el clima cubano y en sus tendencias, se constata una notable reducción en la disponibilidad de los recursos hídricos en el país. En los últimos 10 años, el PNUD en Cuba ha apoyado el fortalecimiento de las capacidades instituciones nacionales y locales para promover una gestión sostenible del agua. Con ese fin, se ha robustecido el Sistema de Alerta  Temprana (SAT) hidrometeorológico en diez provincias del país. Se ha contribuido así al aumento de la cobertura geográfica y la medición y monitoreo de variables climáticas, aspecto clave para la toma de decisiones oportuna. En paralelo, se han elaborado estrategias, protocolos, metodologías y herramientas sensibles al género, que han permitido elevar la resiliencia ante eventos extremos como las sequías e inundaciones, en beneficio de más de 500 mil personas. Esta experiencia ha sido compartida, por medio de la cooperación sur-sur, con cinco países de la región del Caribe, que hoy están mejor preparados para enfrentar este tipo de eventos. Con el fortalecimiento del monitoreo del ciclo hidrológico se contribuye a potenciar un uso eficiente y racional del agua.  

 

PNUD ha acompañado al país en fortalecer sus capacidades de vigilancia hidrometeorologica a nivel nacionl y local.

Desde 2019, en el marco del Programa de Manejo Sostenible de Tierras (MST), acompañado por el PNUD y creado para apoyar la implementación del Programa de Lucha contra la Desertificación y la Sequía en Cuba, se ha contribuido a estimular el uso sostenible del agua en sectores productivos agropecuarios y forestales que practican el MST. Con ese fin se ha apoyado el desarrollo de mecanismos de financiamiento para el MST que incluyen un incentivo de pago de recursos hídricos por ahorro de agua.  


 

El uso sostenible del agua en la agricultura es uno de los principios asociados a las acciones contra la desertificación y la sequía.

Además, se han impulsado experiencias de protección y restauración de los bosques para proteger las cuencas hidrográficas, así como de análisis del impacto en las costas, de las actividades económicas de la montaña. También se han fomentado prácticas ambientales sostenibles en actividades económicas, que incluyen la gestión del agua en el sector agrícola y el apoyo a un mecanismo económico para reducir la contaminación de las aguas. De igual modo, se han promovido medidas de adaptación mediante la restauración de humedales para aumentar la retención de agua dulce y reducir la intrusión salina en los acuíferos.    


 

La preservación de los ecosistemas y la convivencia sostenible con las actividades productivas humanas ha sido uno de los focos de atención del proyectos acompañados por PNUD