El PNUD advierte que las restricciones a los derechos de las mujeres empeorarán la catástrofe económica en el Afganistán

A pesar de algunas mejoras en los indicadores económicos de 2022, el crecimiento sigue estando por debajo de los niveles necesarios para romper la trampa de la pobreza. Las decisiones que restringen la educación y el trabajo de las mujeres amenazan con una reducción de la asistencia que tendrá graves consecuencias.

18 de Abril de 2023
A women works at small tailoring business supported by UNDP in western Afghanistan. Credit: UNDP/Afghanistan

Una mujer trabaja en una pequeña sastrería, que cuenta con el apoyo del PNUD, en el oeste del Afganistán.

Foto: PNUD Afganistán

Kabul – Un nuevo estudio sobre la economía del Afganistán demuestra que, sin la continuidad de la educación de las niñas y la capacidad de trabajo de las mujeres, las perspectivas de recuperación del país seguirán siendo sombrías.  

El estudio sobre las perspectivas socioeconómicas del Afganistán de 2023, titulado "Afghanistan Socio-Economic Outlook 2023” (Perspectivas socioeconómicas del Afganistán 2023), presentado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Kabul, detalla la forma en que la producción económica del país se desplomó un 20,7 % tras la toma del poder por los talibanes en 2021. Esta conmoción sin precedentes ha mantenido al Afganistán entre los países más pobres del mundo.  

A pesar de algunas débiles muestras de recuperación, como el tipo de cambio relativamente estable, el aumento de las exportaciones, la creciente demanda de mano de obra y la moderación de la inflación, se estima que el producto interno bruto (PIB) habrá disminuido aún más, un 3,6 %, en 2022.

"Una afluencia sostenida de asistencia externa, por valor de 3.700 millones de dólares de los Estados Unidos (USD) en 2022, ha contribuido a evitar el colapso total del Afganistán", señaló el Representante Residente del PNUD en el país, Abdallah Al Dardari.

Las Naciones Unidas aportaron 3.200 millones de USD del total de 3.700 millones en asistencia externa al Afganistán en 2022. Esta asistencia benefició directamente a 26,1 millones de afganos mediante algún tipo de ayuda, al tiempo que contribuyó a estabilizar el tipo de cambio, frenar la inflación e incidir en otros indicadores económicos.  

El nuevo informe prevé que el PIB del Afganistán en 2023 podría aumentar un 1,3 % si el nivel de asistencia externa se mantiene en 3.700 millones de USD. Sin embargo, las perspectivas de recuperación económica siguen siendo frágiles e insuficientes a largo plazo, especialmente si esa asistencia se retiene como consecuencia de las políticas restrictivas de los talibanes.

"No habrá recuperación sostenible sin la participación activa de las mujeres afganas en la economía y en la vida pública, lo que incluye la ejecución de proyectos humanitarios y de ahorro y medios de subsistencia", afirmó la Directora de la Dirección Regional de Asia y el Pacífico del PNUD, Kanni Wignaraja. "Solo la plena continuidad de la educación de las niñas y la capacidad de las mujeres para trabajar y aprender pueden mantener viva la esperanza de cualquier progreso real”.

Los edictos que restringen los derechos de las mujeres y las niñas, incluida una directiva que prohíbe a las afganas trabajar para las Naciones Unidas, afectan directamente a la productividad económica y pueden repercutir también en el nivel de afluencia de la ayuda. Además, hay considerables obstáculos derivados de factores geopolíticos adversos y dificultades económicas en los países vecinos, que podrían extenderse al Afganistán.

El nuevo documento del PNUD analiza el impacto potencial de un hipotético recorte de la ayuda en la economía del Afganistán. Utilizando un valor indicativo de una reducción del 30 % de la ayuda, de 3.700 millones de USD a 2.600 millones, el PNUD proyecta que el PIB del Afganistán se contraería aún más, en un 0,4 %, una naja que llevaría al país rápidamente a uno de los últimos puestos de la escala mundial de la pobreza.

El estudio señala que los afganos empobrecidos ya están tomando medidas extremas para sobrevivir. "Algunos se han visto obligados a vender sus casas, sus tierras o los bienes que les generan ingresos; otros han recurrido a la penosa práctica de mercantilizar a los miembros de su propia familia, convirtiendo a los niños en mano de obra y a las hijas jóvenes en novias", indica el informe. 

"El Afganistán está al borde del colapso económico, lo que se agravó con la toma del poder en agosto de 2021. Los efectos de la pandemia, seguidos de una extraordinaria contracción del 20,7 % de la economía y una sequía extraordinariamente grave, han provocado la pérdida de alimentos, medios de subsistencia y acceso a los servicios básicos", dijo Achim Steiner, Administrador del PNUD, en un comunicado en inglés. "Solo el suministro continuado de asistencia internacional y servicios básicos a millones de afganos ha evitado un colapso total".  

El estudio revela que el número de personas que viven en la pobreza aumentó drásticamente, pasando de 19 millones en 2020 a 34 millones en 2022. "Si la asistencia externa se reduce este año, el Afganistán puede caer del borde del precipicio al abismo", advirtió Al Dardari.