Muy buenos días a todos y todas. Quiero iniciar mis palabras saludando a las autoridades hoy presentes. Al Subsecretario de Justicia, a la Subsecretaria de Derechos Humanos, al equipo de género y a todo el personal del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Este es un momento de gran alegría para nuestra oficina del PNUD, porque nos complace enormemente saber que el Ministerio logró la más alta distinción que otorga el Sello de Igualdad de Género para instituciones públicas.

Este logro es especialmente relevante, pues el ministerio es la única institución en Chile que asumió el desafío de implementar el Sello en sus dos estructuras: la Subsecretaría de Justicia y la Subsecretaría de Derechos Humanos.

Tras dos años y medio de implementación, y considerando que en ese período el Ministerio vivió importantes cambios de sus autoridades, se logró implementar el conjunto de estándares del Sello, con más de la mitad de sus 40 requerimientos aplicados por cada Subsecretaría. Es sin duda un logro muy significativo, especialmente considerando la magnitud de una estructura institucional como la de ustedes.

Durante este proceso, se obtuvieron avances muy importantes: se fortalecieron iniciativas que se estaban implementando y se impulsaron innovadoras acciones, como por ejemplo, la herramienta lúdica orientada a que los equipos conversen y generen un entendimiento compartido sobre prácticas sexistas, acoso y violencia en el trabajo.

Sabemos que el proceso fue muy desafiante y que los logros fueron posibles gracias a dos factores clave: las tres autoridades ministeriales respaldaron el proceso con acciones concretas y los equipos se fueron sumando progresivamente, logrando hacer suyo el sentido de la gestión de la igualdad de género.

Fue además un trabajo muy intenso que se extendió por 30 meses y que incluyó muchísimas sesiones, talleres de formación, comités y diálogos, además del acompañamiento permanente del PNUD. El proceso permitió además ampliar posibilidades e identificar ventanas de oportunidad, no solo para cumplir con lo requerido por el Sello, sino también para mejorar la gestión y la eficacia de políticas y planes, a partir de la aplicación del enfoque de género.

Por ejemplo, el Plan de Mejoramiento de las Condiciones Carcelarias de las Mujeres privadas de libertad y el Plan Nacional de Derechos Humanos, incorporaron acciones e indicadores que permiten medir y reportar cambios sustantivos que apoyan la transformación de desigualdades basadas en género.

El Sello ha permitido, además, descentralizar la gestión de la igualdad de género en este ministerio. Felicitamos que, con motivo del Sello de Género del PNUD, se hayan impulsado iniciativas de colaboración y el trabajo articulado entre ambas subsecretarías, lo que ha sido reconocido como una buena práctica, tanto por los equipos como por las autoridades aquí presentes y por el ministro.

Pero el Sello se ha constituido también en un claro acelerador de procesos de incorporación de la igualdad de género en la gestión de personas, en alianzas institucionales, en diálogo y rendición de cuentas con organizaciones ciudadanas, así como en políticas y programas emblemáticos.

Quiero reconocer especialmente a las personas que en cada Subsecretaría estuvieron activamente involucradas en sacar adelante las acciones y los medios de verificación requeridos por el Sello. A la asesora ministerial, Milenka Toro y las coordinadoras de ambas Subsecretarías: Verónica de la O y Romanet Atenas.

También a los equipos que colaboraron en este proceso. Muchas gracias por su entusiasmo, por las ideas que pusieron a disposición de este proceso y en definitiva por todo el esfuerzo desplegado para lograr los retos del Sello.

Estoy firmemente convencida y espero que así sea, que, a partir de este momento, el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos será un ejemplo a seguir por otras instituciones públicas.

Muchas gracias.