Muy buenos días a todas y todos.

Presidente del Senado, Senador Manuel José Ossandón

Vicepresidente del Senado, Senador Ricardo Lagos Weber

Presidenta de la Comisión Mujer y Equidad de Género, Senadora Carmen Gloria Aravena

Senadoras y Senadores presentes (por confirmar)

Secretario General del Senado, Sr Raúl Guzmán

Pro Secretario y Tesorero del Senado, Sr Andrés Salas

Encargada de Género, Claudia Fuenzalida.  

Quiero iniciar estas palabras agradeciendo y felicitando a toda la institución del Senado por el logro del Sello Igualdad de Género, nivel Plata. A sus autoridades y en especial a la Secretaría de Género y al Comité de Género, en el que están representadas todas las Unidades, Departamentos y demás secciones de la Corporación, además de las Asociaciones de Funcionarios y Funcionarias. Felicitaciones por este importante hito institucional.  

Desde el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, nos llena de orgullo haber acompañado el proceso de la primera institución legislativa que se certifica en el Sello de Igualdad de Género para instituciones públicas del PNUD, a nivel global. Esto tiene un gran valor considerando que el Sello se está implementando en 32 países con 106 instituciones públicas, en 4 continentes.

El Sello es una herramienta creada para ayudar a transformar y fortalecer a las instituciones públicas como agentes de promoción de la igualdad entre hombres y mujeres, tanto en sus prácticas cotidianas como en las políticas que implementan hacia la ciudadanía.

Sabemos que el proceso ha sido muy desafiante y que hubo momentos en los que el logro de algunos estándares y requerimientos parecía cuesta arriba. Pero también somos conscientes de que ha habido mucha convicción y que esa certeza ha permitido avanzar en ámbitos innovadores para el Servicio del Senado e indispensables para el propósito de contar con un parlamento y un Senado sensible al género.

Muchas reuniones de trabajo y revisiones fueron destinadas a buscar ventanas de oportunidad para dar cuenta de mecanismos de participación ciudadana, alianzas con instituciones públicas y de la sociedad civil y rendición de cuentas de los avances del Senado en materias de género. También para articular esfuerzos y voluntades que permitieran contar con un instrumento técnico orientador del análisis con perspectiva de género a aplicar durante la tramitación de los proyectos de ley.  

Nos alegra saber que el Sello del PNUD ha contribuido a sembrar una semilla que esperamos tenga abundantes frutos en el tiempo.

Estamos convencidas que incentivar la aplicación del enfoque de género tanto en la gestión interna, pero también en la preparación, análisis y discusión de las iniciativas legislativas, contribuirá a que estas reflejen mejor las necesidades, experiencias y aspiraciones diferenciadas de mujeres y hombres.  

Agradecemos el respaldo que la Comisión Mujer y Equidad de Género ha dado a esta iniciativa cuyo reto es sostener y profundizar los logros alcanzados, de forma que en tres años más el Senado, si así lo quiere, alcance la máxima distinción que entrega el Sello del PNUD.

Gracias a este tipo de avances, el Senado logró pasar de un 26,6% a un 79,7% de cumplimiento. Este logro no es solo una cifra. La diferencia representa la transformación que esta importante institución del Estado ha tenido en materias de equidad e igualdad de género.  

La institución ha integrado este desafío como un objetivo estratégico en su planificación al 2028 y ha formalizado su primera Política de Género. Como resultado y tras el proceso de implementación del Sello, el Senado cuenta hoy con diversas herramientas para su operacionalización. Además, ha institucionalizado prácticas y normativas orientadas a contar con ambientes de trabajo seguros y equitativos para su personal.

Además, a través del trabajo con comunidades educativas, con organizaciones sociales y ciudadanía en general, ha fortalecido la formación cívica, fomentando la valoración sobre la contribución de las mujeres en la historia parlamentaria hasta la actualidad. También ha estimulado el conocimiento y el debate de estudiantes sobre proyectos de ley con impacto en igualdad de género, a través de su iniciativa “Senadores y Senadoras por un día”.

A nivel interno, es importante reconocer el esfuerzo realizado para ampliar el alcance de las actividades de capacitación en materias de género. También la adopción del Manual de Lenguaje inclusivo y no sexista, y la creación del micrositio de Equidad de Género en la web institucional, constituyen avances importantes. Asimismo es destacable el fortaleciendo el Sistema de Integridad con enfoque de género, la visibilización de tareas de cuidado y la promoción, a través de campañas internas, de la corresponsabilidad en las tareas del hogar, la actualización del proceso de reclutamiento y selección para integrar el talento de las mujeres en todos los niveles, donde hoy aún son minoría.

Todo lo logrado es muestra de la convicción y el esfuerzo sostenido de autoridades y equipos del Servicio por promover una cultura organizacional que valore la igualdad, mediante acciones y campañas comunicacionales internas, así como de procesos participativos.  

También es importante resaltar que el Senado fue muy bien evaluado en la dimensión de planificación y gestión para la igualdad de género. Este resultado es clave, pues representa el techo sobre el que es posible continuar construyendo y ampliando la casa. Refleja además el gran trabajo de los equipos y la voluntad de las autoridades para formalizar instrumentos, lineamientos y guías prácticas que apoyen el trabajo en todos los ámbitos: en  la producción de información estadística, el presupuesto, las compras públicas, la atención y participación ciudadana y aplicarlo también -con la voluntad de las Comisiones- en distintos momentos del proceso legislativo.

Estos y otros logros no serían posible sin la convicción institucional de que el trabajo por la igualdad es clave para la modernización del Senado, para mejorar la calidad de su gestión y la valoración ciudadana. Esta convicción ha sido fundamental para los equipos que integran la Secretaría de Género: La Unidad de Planificación y Control de Gestión y el Departamento de Personas y Desarrollo Organizacional, que han contado con el apoyo y respaldo del Comité de Género. Estoy segura que los aprendizajes e innovaciones que han sido parte del proceso de certificación serán referencia para futuras iniciativas de instituciones legislativas en otros países.  

Para cerrar mis palabras, solo quisiera reforzar un mensaje clave: obtener el Sello no significa que las brechas hayan desaparecido ni que el trabajo esté terminado. Significa que el Senado ha demostrado con evidencia concreta un claro compromiso. El principal desafío, es asegurar la sostenibilidad y la profundización de los logros alcanzados durante la implementación del Sello, mediante la institucionalización de mecanismos, instrumentos y lineamientos que den continuidad y consistencia a las valiosas transformaciones iniciadas.

¡Felicitaciones nuevamente y muchas gracias!