Ceremonia entrega Sello de Oro en Igualdad de Género del PNUD al SAG en La Moneda

6 de Agosto de 2025
A woman stands at a podium in front of a Chilean flag, speaking to an audience.

Muy buenos días a todas y todos.

Quiero comenzar estas palabras agradeciendo y felicitando al Director Nacional del SAG, José Gajardo Reyes, a los Subdirectores Jorge Vega y Rodrigo Sotomayor, a las directoras y directores, jefaturas de división, y a las y los representantes de la Asociación de Funcionarios. Por este importante hito institucional. Desde el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, estamos muy orgullosas de haber acompañado este proceso, y muy contentas de este resultado, que refleja el tremendo trabajo realizado por el Servicio en los últimos dos años.

Sabemos que este camino no ha sido lineal. Hubo momentos de incertidumbre, especialmente el primer año en donde las autoridades cambiaron en momentos críticos del proceso. Sin embargo, la llegada del Director Nacional marcó un punto de inflexión. Su impulso permitió destrabar acciones clave, darle un nuevo dinamismo al proceso y, sobre todo, avanzar hacia la institucionalización de esta agenda con la creación de la Sección de Género del SAG.

Este logro es aún más significativo cuando recordamos que el SAG fue el primer servicio público en Chile en comprometerse con la implementación del Sello. Partió con una línea base cercana al 20% de cumplimiento y hoy alcanza más del 90%. Pero más allá de las cifras, lo relevante es lo que esta transformación representa.

Durante estos dos años, muchas veces escuchamos que el sujeto del SAG no son las personas, sino la tierra, lo agrícola, lo fitosanitario, la sanidad animal, los ecosistemas y la biodiversidad. Pero lo que este resultado demuestra es que el compromiso con la igualdad de género puede, y debe, ser parte de toda misión pública, incluso cuando no esté centrada directamente en la atención a personas. Porque el impacto del trabajo del SAG sí llega a las personas, en especial a quienes viven y trabajan en los territorios: apicultoras, agricultoras, ganaderas, recolectoras, productoras de pequeña escala, muchas de ellas mujeres rurales, que hoy pueden acceder a políticas más inclusivas y pertinentes a sus realidades.

Este resultado no sería posible sin el trabajo decidido de las direcciones regionales, que han logrado adaptar lineamientos generales a las necesidades particulares de cada territorio, articulando políticas con comunidades locales y fortaleciendo espacios como las mesas de mujeres rurales. Este trabajo ha sido clave para avanzar hacia una gestión más inclusiva y cercana.

Queremos destacar también los avances en desarrollo organizacional: la implementación del Programa de Mujeres Líderes del SAG; el fortalecimiento de canales para prevenir y sancionar el acoso; la mejora de los procesos de denuncia, investigación y acogida tanto para funcionariado como para la ciudadanía; la incorporación del enfoque de género en los procesos de selección, capacitación y formación.

Sus aprendizajes e innovaciones han sido compartidos y reconocidos por otras instituciones. Así por ejemplo, el Ministerio de Relaciones Exteriores utilizó como referencia los criterios del SAG para incorporar género en compras públicas. Y las mesas de mujeres rurales fueron presentadas como un ejemplo de innovación en el curso regional Claves para la Igualdad de Género. Además, su Política de Igualdad y Equidad de Género, así como los convenios con INDAP y FIA, son hoy modelos a seguir.

Son tantos los avances que necesitaríamos una segunda presentación para mencionarlos todos. Por eso, como cierre, solo quisiera reforzar un mensaje clave: obtener el Sello no significa que las brechas hayan desaparecido ni que el trabajo esté terminado. Significa que el SAG ha demostrado con evidencia concreta un compromiso profundo, sostenido y con capacidad institucional para avanzar hacia la igualdad de género. Y eso, en los tiempos que corren, es algo sumamente relevante, que debe mantenerse, fortalecerse y, sobre todo, compartirse. Liderar con el ejemplo es hoy más necesario que nunca.

Muchas gracias.

"Este logro es aún más significativo cuando recordamos que el SAG fue el primer servicio público en Chile en comprometerse con la implementación del Sello. Partió con una línea base cercana al 20% de cumplimiento y hoy alcanza más del 90%. Pero más allá de las cifras, lo relevante es lo que esta transformación representa".
Georgiana Braga-Orillard