De las brasas nacen ideas: un asado como metáfora para la transformación digital en Comodoro Rivadavia

23 de Junio de 2025
Ilustración de un grupo de diversas personas debatiendo temas de salud enfrente de una pantalla grande.
PNUD Argentina

En Argentina, pocas cosas representan mejor el encuentro y la colaboración que un asado. El ritual es conocido: alguien pone la casa y los demás van llegando. Algunas personas traen ensaladas, otras el postre, algo para tomar. En la mesa hay lugar para todos: la pareja de la hija, el tío que está de visita, una vecina que pasó a saludar y se quedó. Quien toma la iniciativa y enciende el fuego, prende la chispa creativa que activa el espacio compartido donde circulan palabras, ideas, historias, anécdotas. La mesa es horizontal: se charla, se escucha, se comparte, se colabora y se construye en comunidad.

La innovación también se cocina en equipo y esa misma lógica —de participación abierta, aportes diversos y hospitalidad— es la que inspira otra forma de hacer tecnología: desarrollar soluciones digitales de manera colaborativa teniendo a las personas en el centro. Eso fue exactamente lo que ocurrió en Comodoro Rivadavia, una ciudad petrolera de la Patagonia, emplazada en la Provincia de Chubut, donde el mar muestra su inmensidad y el viento sopla fuerte, pero no más fuerte que la convicción de quienes quieren transformar la energía colectiva en acción.

Un grupo de mujeres colaborando alrededor de una mesa con íconos digitales ilustrando varios conceptos.
PNUD Argentina

Diseño colaborativo de herramientas digitales enfocadas en salud

La propuesta era ambiciosa: impulsar una solución digital que mejore la respuesta al VIH —epidemia que sigue generando grandes desafíos en todo el mundo—,  y, a su vez, acompañar a la Secretaría de Salud del Municipio en su camino hacia una transformación digital más inclusiva y efectiva.

La problemática del VIH en Argentina presenta retos persistentes en términos de diagnóstico temprano, acceso equitativo al tratamiento y prevención, especialmente entre poblaciones en situación de vulnerabilidad. Se calcula que alrededor de 143.000     personas viven con VIH en el país. De ellas, aproximadamente el 87% conoce su diagnóstico.

En julio de 2024, el municipio de Comodoro Rivadavia firmó la adhesión a la Declaración de París, comprometiéndose a detener nuevas infecciones por VIH, evitar muertes relacionadas con el sida y eliminar el estigma y la discriminación. A partir de ello, y de su compromiso en dar respuesta a la epidemia, desde PNUD se propuso apoyar en el desarrollo de una herramienta digital. Este proceso implicó trabajar en un programa de diseño colaborativo y entrenamiento sobre herramientas digitales en salud desde un enfoque centrado en las personas.

Un grupo de personas conversando alrededor de mesas en una sala colorida, con un facilitador parado al lado.
PNUD Argentina

Pero antes de programar, hubo algo más importante: tomarse un momento, observar, indagar. En el proceso de intercambio, donde preguntábamos por actores claves, necesidades y sus causas y soluciones ya desarrolladas, nos dimos cuenta  que, por ejemplo, faltaba una web oficial de la Secretaría de Salud que centralizara toda la información. Lo disponible estaba fragmentado en distintos canales —como redes sociales— y muchos recursos valiosos, hechos con compromiso, estaban dispersos y eran difíciles de encontrar.

Entonces, decidimos invitar al “asado” y ponernos manos a la obra. Comenzamos con el mapeo colectivo de lo que ya había y lo que era necesario. En la escucha transversal entre áreas que no siempre dialogaban. En la convicción de que una solución digital puede ser mucho más que una interfaz: puede ser una excusa para reconstruir los lazos que hacen posible una política pública con sentido.

En la mesa se sentaron representantes de más de veinte áreas municipales y organizaciones que trabajan desde, en y para el territorio. De esas primeras brasas nació el proceso de cocreación de una solución digital inclusiva, eficaz y contextualizada. Estuvieron presentes referentes de la Secretaría de Salud (obstetricia, farmacia, laboratorio, salud comunitaria, enfermería, investigación, área de VIH e Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) y programas sociosanitarios), así como de áreas clave como Políticas de Género, Diversidad LGBTIQ+ y Nuevas Mayorías, Juventud, Comunicación, Modernización, Gestión Digital. Agencia Comodoro Conocimiento y Desarrollo Territorial. También se sumaron organizaciones de la sociedad civil como la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de Argentina (ATTTA Chubut), Convivir, y la Red Argentina de Jóvenes y Adolescentes Positivos (RAJAP), junto con profesionales del sistema privado de salud.

Nuestro recorrido

Comenzamos con cuatro encuentros virtuales donde se mapeó el sistema de salud, se identificaron actores clave y se priorizaron barreras de acceso. Luego vinieron tres jornadas presenciales intensas, con papeles, marcadores post-its y mucha creatividad. Allí nacieron los primeros bocetos de la herramienta digital: una web con información contextualizada sobre VIH e ITS, con un mapa interactivo de servicios de salud, puntos de testeo, acceso a profilaxis pre y post exposición, y un chatbot con inteligencia artificial para despejar dudas de forma anónima y confidencial, pero que siempre invite a hablar con una persona. Se delinearon trayectos de usuario, se validaron hipótesis con personas reales y se incorporaron distintas perspectivas.

En ese proceso, un ingeniero informático con décadas de trayectoria preguntó con curiosidad genuina: “¿Qué significa indetectable = intransmisible?”. Otra voz explicó: “Significa que cuando una persona que vive con VIH tiene una carga viral tan baja que no se detecta en un análisis, no puede transmitir el virus por vía sexual.” Y luego agregó: “Eso se logra con tratamiento adecuado y sostenido.” En igual sentido una persona del área de salud preguntó “qué era un prototipado y una interfase” a lo que técnicos en informática dieron respuesta inmediata y clara. Hubo aprendizaje, desarme de prejuicios, risas, y acuerdos inesperados. Lo técnico y lo humano se unificaron dando mayor condimento al asado que aún seguía en el fuego.

Flujograma con elementos hexagonales en azul y naranja, titulado "Nuestro recorrido".
PNUD Argentina

El plato fuerte y la sobremesa

Los comensales finalmente definieron cuál sería el plato que saldría primero, perdón... la herramienta que debía ser diseñada e implementada: una plataforma web con un sistema georreferenciado junto con un chatbot para el acceso a servicios de salud sexual (VIH e ITS) La solución digital ya está en construcción.  Ofrecerá información georreferenciada sobre centros de atención primaria, testeo y otros servicios de la Secretaría de Salud, permitirá abrir una conversación y que la ciudadanía pueda quitarse dudas; y, guardará estadísticas de uso de forma completamente anónima, para que el municipio pueda mejorar sus políticas sin comprometer la privacidad.

Pero, como suele pasar con los buenos asados, la riqueza no es solo lo que se sirve en el plato. Es la sobremesa: lo que se conversa. Lo intangible. En este caso, lo que queda es un aprendizaje compartido sobre cómo hacer política digital desde lo público, con perspectiva de derechos, con herramientas abiertas, y sobre todo, con respeto y escucha.

Una de las participantes nos dijo: “Me llevo que somos capaces de generar una respuesta digital desde las diferentes disciplinas y conocimientos”. Otro agregó: “Aprendí que la inteligencia artificial es una herramienta que nos permite crear, y que el trabajo interdisciplinario es fundamental para pensar herramientas centradas en las personas”.

Lo que más valoraron fue el clima humano y colaborativo: “La empatía, la buena onda y la claridad de los conceptos marcaron la diferencia”, contó alguien. Otro participante destacó: “Fue un taller dinámico y llevadero donde se pudo hablar y expresar ideas libremente”. Varias personas resaltaron el descubrimiento de nuevas herramientas tecnológicas y dijeron que “se abrieron posibilidades que antes no conocíamos”. Algunos se sorprendieron al descubrir otras áreas municipales que trabajan en los mismos temas: “Incluso aprendí de la existencia de equipos que trabajan en la temática”. Cuando preguntamos qué se podría mejorar, una respuesta nos quedó grabada: “Me quedé con ganas de más”.

Porque la transformación digital, si no es colectiva y no parte de la empatía, corre el riesgo de convertirse en otra capa más de exclusión. Junto a Comodoro Rivadavia estamos trabajando en otro camino: uno donde el diseño digital se cocina entre muchas personas, con tiempo, con cuidado, y con el deseo de que, cuando alguien toque la puerta (o la pantalla), encuentre siempre una respuesta adecuada, cálida y de calidad del otro lado.