Tras más de treinta años de discusiones, la Séptima Reunión de la Junta Directiva del Fondo para la Respuesta a Pérdidas y Daños (FRPD) concluyó con decisiones importantes para su puesta en marcha. Este fondo complementa un marco global sobre estos temas, conformado por tres pilares: (a) el político, representado por el Mecanismo Internacional de Varsovia; (b) el técnico, por la Red de Santiago; y (c) el financiero, ahora con el FRPD.

Si bien los miembros de la Junta Directiva pueden acoger con beneplácito estos resultados, persisten muchos desafíos para evitar, abordar y minimizar las pérdidas y los daños (PyD). Entre esos retos figuran cuestiones conceptuales y metodológicas sobre cómo medir, analizar y proyectar estos efectos e impactos, así como sobre el establecimiento y articulación de políticas para una gobernanza efectiva de esta área temática transversal.

Entre 2023 y 2025, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) prestó asistencia técnica a los gobiernos de El Salvador, Belice y Mozambique. Esta colaboración incluyó la adaptación de la metodología de Evaluación de Necesidades de Recuperación Post desastre (Post Disaster Needs Assessment [PDNA]) para medir y analizar las PyD desde una perspectiva de desarrollo resiliente. El enfoque se orientó hacia la construcción de resiliencia a largo plazo, mediante el uso de modelos climáticos y escenarios de desarrollo como herramientas analíticas. Además, el apoyo buscó fortalecer los mecanismos e instrumentos de gobernanza conexos.

Con base en estos ejemplos recientes, se propone establecer vías de reflexión y soluciones para abordar los desafíos de gobernanza y formular políticas públicas basadas en evidencia sólida. Estas propuestas también serán fundamentales para seleccionar a los países beneficiarios y garantizar un uso óptimo de los fondos disponibles.

El énfasis debe centrarse en la población prioritaria y los sectores críticos de desarrollo que, por el momento, todavía son muy limitados frente a la magnitud de las necesidades. Hasta ahora, el FRPD ha recibido promesas de los países contribuyentes por alrededor de US$ 768 millones, una cifra muy inferior a algunas estimaciones de PyD atribuibles al cambio climático, que alcanzan los US$ 143 mil millones anuales.