El sector apícola en la Península de Yucatán, colaboración y resiliencia ante crisis

21 de Mayo de 2023

En la Península de Yucatán, en el sureste de México, los meses de abril a junio se caracterizan por ser los de mayor actividad del sector apícola. Sin embargo, el 2020 trajo consigo desafíos adicionales que no solo fueron comunes al resto del país y del mundo, sino que dificultaron los medios de vida de miles de familias y decenas de comunidades cuya principal actividad es la producción y comercialización de la miel. 

En mayo de 2020, las organizaciones y grupos de trabajo del sector apícola comenzaban a sentir los primeros efectos negativos de la pandemia de la COVID-19 que les significó una fuerte caída en las ventas de la miel cosechada el año anterior. Esta situación se reflejó en los resultados de la Evaluación de afectaciones y Necesidades (EAN) realizada por el proyecto “Reducción del impacto económico de la COVID-19 y fomento a la recuperación temprana resiliente en comunidades de México” del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en México. En particular, se identificaron 4 áreas de la cadena productiva que afectaron en a 33 organizaciones y/o grupos de trabajo del sector ubicados en Yucatán, Campeche y Quintana Roo.

Entre las áreas de la cadena productiva afectadas, se identificó una reducción de la movilidad de las personas productoras de miel y, con ello, la velocidad de los procesos de comercialización, lo que retrasó las negociaciones y ventas, teniendo como consecuencia la disminución del ingreso de las familias apicultoras de abril a junio. Esta situación también limitó la vida asociativa de las organizaciones. 

Pero lo peor estaba por llegar ya que la mañana del 3 de junio del 2020, cerca de las 08:35 horas, la tormenta tropical “Cristóbal” tocó tierra en las costas de Campeche. El arribo de este fenómeno meteorológico causó afectaciones severas en las calles, viviendas, animales de traspatio, ganado y, en muchos casos, la pérdida total de apiarios y colmenas. Por ello, entre junio y julio, el proyecto realizó una Evaluación de Daños y Análisis de Necesidades (EDAN) para identificar los efectos negativos de la tormenta tropical “Cristóbal” y complementar el análisis derivado de la EAN. En este estudio se identificaron cinco efectos adicionales: 

  1. Pérdida de 4,250 colonias de abejas con un valor aproximado de 15 millones de pesos, con un promedio de pérdidas de entre el 5% y 30% de las colonias según la región. 
  2. Potencial pérdida de cerca de 34 mil colonias de abejas restantes debido a los daños en la floración, ya que, al no tener alimento suficiente, en los siguientes 3 meses las abejas abandonaron la colmena. 
  3. Zonas de los apiarios sufrieron daños por el arrastre de lodos y otros materiales. 
  4. Caminos de acceso a los apiarios con daños parciales.
  5. Centros de acopio con daños parciales por las corrientes de agua y lodo, siendo los principales la falla en los sistemas de conectividad, daño en oficinas, zonas de trasiego y para filtrado de miel. 

A partir de los resultados de las dos evaluaciones y, al analizar las consecuencias de la doble crisis con las personas líderes y directivas de las organizaciones apícolas, el proyecto contribuyó a co-diseñar, de forma virtual y con los insumos de los distintos grupos y organizaciones apícolas, una Estrategia de recuperación económica resiliente para el sector. Esta consistió en un plan de acción con 8 líneas de inversión en tres áreas principales, para responder a las necesidades más urgentes para la recuperación del sector. 

Reponer colmenas para salvaguardar a las abejas

Las primeras tres líneas de inversión de la estrategia estuvieron enfocadas en alimentar a las abejas que habían sobrevivido, reponer las colmenas y dotar de insumos. 

“Nos permitió conservar las colmenas que quedaron dañadas y, a través de eso, pues nos permitió seguir trabajando temas de apicultura. También tuvimos cera e insumos, y eso nos permitió seguir trabajando, y así poder beneficiarnos de la venta de miel y, a su vez, apoyarnos en lo económico para nuestra familia”. 

- Diego Jesús Colli Chan, Pdte. De la cooperativa Productores Chun Jabin, de RL Comunidad de Xanabá, Mpio. Izamal Yucatán. -

En el marco de la primera línea de inversión se puso en marcha un plan de alimentación suplementaria de emergencia para las abejas, el cual consistió en distribuir a cada organización miel orgánica y azúcar.

La segunda línea de inversión consistió en dotar de equipo, en particular, reponer las cajas de los apiarios que se dañaron por la lluvia, el viento y la caída de ramas y otros objetos, mismas que les fueron adquiridas a los apicultores y carpinteros locales. 

“Nosotros recibimos ese apoyo. Nos sirvió en lo que más necesitábamos que fueron unos equipos de cajas de abejas, con tapa, fondo y cuadros. En su momento llegó cuando más lo necesitábamos”.

-Jorge Humberto Chan López, presidente de la cooperativa de Xjon-ha'ac de Sudzal cabecera del mismo municipio en Yucatán-

Como tercera línea de inversión, se les dotó a las y los apicultores de insumos y materiales como cera y abejas reinas para reponer las colmenas perdidas. Lo anterior, dado que las hojas de cera estampada para los marcos divisores de las cajas y abejas reinas son elementos esenciales en el proceso de recuperación de la base productiva de los apiarios, en especial, para los que se dañaron y/o que fueron abandonados por las abejas durante la tormenta tropical “Cristóbal”. 

Respecto a las abejas reinas, se adquirieron orgánicas de genética local a las y los apicultores con el mismo tipo de producción de la Alianza por las Abejas Kaabnálo’on, con el objetivo de mantener la certificación orgánica y el precio de la miel e incentivar la derrama local en el mismo sector afectado. Sin embargo, no se pudo cubrir toda la demanda, por lo que se adquirieron abejas reinas de genética con productores del estado de Chiapas, mismos que fueron recomendados por su calidad y confiabilidad por HEIFER Internacional, un aliado en este y otros proyectos del PNUD. 

Energía, infraestructura y comunicaciones eficientes

La segunda temática en la que se enfocaron las siguientes 3 líneas de inversión fue en recuperar la infraestructura, aumentar la eficiencia energética en los centros de acopio y mejorar la conectividad de las personas. 

Una de las primeras acciones, realizada a finales de 2020, fue adquirir tabletas y celulares para las y los integrantes de los grupos de trabajo, así como computadoras y equipos de geolocalización (GPS) complementarios. Para 2021, se contrataron e instalaron servicios y planes de internet en beneficio de los grupos y organizaciones apícolas que les permitieron desde el primer año, usar plataformas como Zoom y WhatsApp. 

Por otro lado, y a partir del diagnóstico de los daños en los centros de acopio de miel, se hicieron propuestas arquitectónicas con los métodos y materiales necesarios para reparar paredes, pisos y techos desde un enfoque bioclimático. En particular, se reforzaron e impermeabilizaron los techos, se adecuaron los espacios y se modificó la construcción con el objetivo de reducir el impacto de la radiación solar. Para ello, se aplicó pintura aislante térmica en paredes, techos y cortinas o puertas de acceso exteriores; se instalaron enredaderas y arborización exterior; e instalaron ventiladores de techo. 

La estrategia de eficiencia energética tuvo como propósito reducir los costos de la energía eléctrica que suelen incrementarse durante la primavera y el verano. En esta temporada de calor, la miel suele tener mayor riesgo de fermentación, lo que puede afectar la calidad de exportación y el precio de la miel. 

Por ello, se buscó instalar sistemas interconectados o aislados de generación de electricidad de paneles solares que permitiera habilitar equipos enfriadores del ambiente (ventiladores y aires acondicionados) que pudieran funcionar en los horarios pico de calor, todo ello para conservar mejor la calidad de la miel acopiada y no afectar negativamente los ingresos derivados de su venta.

Comisión de Recuperación Apícola, espacio de participación y toma de decisiones

Al inicio de operaciones de la estrategia, se constituyó una Comisión de Recuperación Apícola, la cual es un mecanismo de apoyo logístico, administrativo y de consulta para la implementación de la estrategia de recuperación. Esta Comisión estuvo a cargo del seguimiento del uso de los recursos ejecutados y de las decisiones de aprobación o ajuste de las propuestas presentadas por las organizaciones apícolas.

También, a partir de un donativo de Fomento Social Banamex, y como séptima línea de inversión, la Comisión de Recuperación Apícola aprobó que 9 grupos de producción u organizaciones de Yucatán y Quintana Roo pudieran invertir en su actualización y formalización legal como empresas sociales. Esto significó que pudieron, por un lado, celebrar asambleas constitutivas y, por el otro, redactar sus actas de asamblea, protocolizarlas ante un notario público e inscribirlas en el registro público de la propiedad. Estas acciones permitieron que estos grupos accedan a oportunidades de comercialización directamente. 

En el marco del proyecto, el PNUD trabaja con 33 entidades productoras dedicadas a la apicultura que participan mayoritariamente dentro de la Alianza Maya por las abejas en la península de Yucatán “Kaabnálo’on”. Esta Alianza es un actor político y social clave tanto en la Península de Yucatán como a nivel nacional dada su influencia en políticas públicas apícolas, y en temas de cuidado y defensa del territorio (selva, agua, tierras), a partir de la reivindicación de la apicultura desde su perspectiva y cosmovisión como pueblo originario. Por ello, la línea de inversión 8 consistió en dar soporte técnico a esta Alianza que colectiviza a las y los apicultores en la Península de Yucatán.

Por otro lado, y como resultado de la experiencia de recuperación vivida, se iniciaron reflexiones y análisis conjuntos para que en el 2023 se organice el proceso legal de consolidación organizativa de la Alianza, este seguimiento continuará al cierre de la estrategia de recuperación, permitiendo generar un puente de continuidad con el proceso de desarrollo y organización del sector apícola en la península de Yucatán.

Recuperación económica inclusiva del sector apícola

Como resultado de la Estrategia de recuperación económica resiliente para el sector apícola implementada por el proyecto del PNUD, 1,162 personas integrantes de las 33 organizaciones y grupos apícolas participantes aceleraron su reactivación económica, mejorando sus resultados comparado con años anteriores y con respecto a  otras organizaciones apícolas. Este proceso permitió que fortalecieran distintos eslabones de la cadena de valor y se apropiaran de estrategias que pueden poner en práctica en crisis futuras, además de contar con elementos para poner en marcha acciones inclusivas para mujeres y jóvenes en el sector. 

“Tenemos el proyecto de la inclusión de mujeres, de nuevas apicultoras y también de jóvenes, para reforzar el centro de acopio con más integrantes y también pues beneficiar a las compañeras en la economía familiar. Ese es nuestro plan, incluir a más mujeres y que tengan sus propios ingresos y que lo trabajen ellas mismas. Y sí se va a hacer porque estamos realizando los trabajos con las compañeras, igual yo mismo estoy dando la capacitación a las nuevas apicultoras y a los nuevos integrantes que se quieren integrar y, a su vez, pasan a ser parte de la alianza”. 

-Diego Jesús Colli Chan Pdte. De la cooperativa Productores Chun Jabin, de RL Comunidad de Xanabá, Mpio. Izamal Yucatán-

Entre los resultados positivos destacan:

  • Organizaciones apícolas reanudaron sus operaciones comerciales y financieras 3 meses después del inicio de la pandemia de la COVID-19 y 2 semanas después de la tormenta tropical “Cristóbal”, frente a otros grupos de la región que tardaron de 10 meses a un año en regularizar su producción después del inicio de la contingencia sanitaria. 
  • 149.87% es el incremento promedio en los ingresos de las organizaciones que participaron en la Estrategia en 2021 frente al 2020. 
  • Impacto positivo en el ingreso para las organizaciones apícolas apoyadas dada la disminución de la oferta de miel por la pérdida de colmenas y que tuvo como resultado el aumento en el precio del producto.
  •      no se perdieron empleos temporales a finales de 2022, situación que sí afectó a las empresas productoras que no participaron en el proyecto.
  • El 73.98% fue el incremento en el ingreso bruto promedio por persona en la cosecha del 2021, un año después del inicio de la pandemia y de la tormenta tropical “Cristóbal”. 

“Bueno, nosotros lo que vemos es empezar a trabajar con el fondo de ahorro, que es muy importante para nosotros, para futuros desastres, por ejemplo, huracanes, sequía. Pues ya tenemos un colchoncito de cómo defendernos, de, por ejemplo, ante una afectación por huracán, lo que urge rápidamente es la alimentación y, pues de ahí podemos jalar, para comprar miel para alimentar. En caso de que llegara a haber un problema más grande, de que las abejas no puedan salir a pecorear,  pues de ese fondo podemos agarrar y resolver el problema inmediatamente”.

-Diego Jesús Colli Chan Pdte. De la cooperativa Productores Chun Jabin, de RL Comunidad de Xanabá, Mpio. Izamal Yucatán-

 


 

Organizaciones aliadas

El Colegio de La Frontera Sur (ECOSUR)

EDUCE, Sociedad Cooperativa de RL

Fomento Social Citibanamex

El Programa de Pequeñas Donaciones (PPD) del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM)

Alianza Kaabnálo’on

ENSAMBLE (A través de Fundación Haciendas del Mundo Maya, A.C.)

 

Créditos fotográficos: PNUD México | Aurora Fernández

Estas acciones forman parte del proyecto “Reducción del impacto económico del COVID-19 y fomento a la recuperación temprana resiliente en comunidades de México”, ejecutado por el PNUD en México con el apoyo de la Fundación Z Zurich Foundation, Fomento Social Citibanamex A.C., Fundación W.K. Kellogg, Fundación FEMSA, Rotoplas, Rotary Club, Ayuda en Acción de México A.C., y los Gobiernos de los Estados de Chiapas y Morelos.