Hacia la integración de la población migrante en América Latina y el Caribe

11 de Mayo de 2023

América Latina y el Caribe pasó de hospedar 7 millones de migrantes en 1990, a tener una población migrante de casi 15 millones en 2020. Aunque los flujos migratorios repentino y masivos pueden representar un desafío para los gobiernos y comunidades de acogida, la migración también representa una oportunidad para el desarrollo de la región ya que puede generar sociedades más diversas, productivas e innovadoras. 

Para que esto suceda, sin embargo, es fundamental que la población migrante logre integrarse de manera social y económica en las comunidades de acogida. Uno de los principales obstáculos para la integración tiene que ver con las percepciones hacia los migrantes y sentimientos de discriminación y xenofobia.  Con el propósito de entender como estas percepciones pueden cambiar, El Banco Interamerican­o de Desarrollo (BID) y el Programa de las Naciones para el Desarrollo (PNUD) llevaron adelante una investigación en 9 países de América Latina y el Caribe para conocer cómo mejorar las actitudes de las personas sobre la migración. 

A lo largo de 3 meses se invitó a cerca de 22 mil personas de Barbados, Chile, Costa Rica, Colombia, Ecuador, México, Perú, República Dominicana y Trinidad y Tobago a completar una encuesta y ver, al azar, uno de dos tipos de videos, ya sea emotivo o informativo. Luego de verlos, los participantes completaron una nueva encuesta y se compararon los resultados. El experimento permite conocer el impacto de los distintos tipos de video sobre la percepción de las personas sobre migración.

La conclusión es clara: el uso de videos tiene un impacto positivo, de corto plazo, sobre la percepción de las personas hacia la migración y contribuye a derribar prejuicios asociados a las personas migrantes.

Conocer más acerca de la historia de los migrantes por medio de los videos, afecta la percepción de los habitantes de los países receptores en varias de dimensiones: la disposición a vivir en cercanía, las representaciones respecto de su impacto sobre el mercado laboral y el aporte de su cultura, y los efectos sobre la seguridad ciudadana.

Respecto de lo primero, los niveles de aceptación de la presencia de población migrante en el país, en el vecindario y como parte de la familia cercana mejora tras ver los videos. Así mismo, aumenta la disposición a confiar en la población migrante. Aunque una proporción alta de la población ya es partidaria de que los gobiernos brinden ayuda humanitaria y servicios de salud y educación a los inmigrantes, los dos videos son igualmente efectivos para aumentarla. 

Aunque una mayoría de los participantes piensa que los migrantes contribuyen a la economía y que se le debe otorgar permisos de trabajo, muchos sienten su competencia en el mercado laboral y consideran que son una carga para el Estado. En este punto, ambos videos son particularmente efectivos para cambiar percepciones, en particular entre la población de menores ingresos. Los videos también son efectivos en aumentar la proporción de personas que perciben los beneficios de la llegada de población migrante y su aporte en nuevas ideas y culturas.  En este caso, el video informativo es tanto o más efectivo que el video emotivo para afectar las percepciones de la población local. En particular, en Colombia y México, el video informativo tiene efectos sobresalientes en las percepciones de la población local.

Por último, la entrega de información sobre la población migrante y la inmigración es efectiva para afectar las percepciones sobre inseguridad y crimen.  Aunque reducir el estigma sobre las mujeres migrantes con estas intervenciones es más difícil, el video emotivo resulta más efectivo para tal fin. Ambos videos son particularmente potentes a la hora de cambiar las percepciones de las personas menos educadas.

En síntesis, este experimento demuestra que el uso de videos emotivos e informativos puede ser una medida costo-efectiva para abordar los prejuicios que surgen de flujos migratorios masivos permitiéndole así, a los países de la región, aprovechar el máximo la riqueza cultural y el aporte que las personas migrantes puedan realizar.

Es importante destacar que los efectos de los videos pueden variar según la población local y su contexto. Por lo tanto, es importante adaptar los mensajes y la estrategia de comunicación a las necesidades y preocupaciones específicas de cada comunidad. De esta manera, se puede aumentar la efectividad de los esfuerzos de sensibilización y promoción de una comprensión más amplia y positiva de las personas migrantes y su contribución a la sociedad.