PNUD y STSS apoyan adaptación de emprendimientos frente a la COVID-19

16 de Febrero de 2022

Emprendedora en su puesto del mercado La Esperanza, Intibucá. © Juan Fernando Santos Maradiaga, concurso La Paz a través de Tu Lente PNUD en Honduras, 2021

Las medidas implementadas por el Gobierno de Honduras para contener la propagación de la COVID-19, cómo el distanciamiento social, bloqueos, cuarentena y cierre temporal de negocios no críticos tuvo impactos importantes en los sectores comerciales y productivos del país. La caída en la demanda y el consumo afectó a las empresas nacionales, y particularmente a las micro y pequeñas empresas (MyPEs) con estructuras más vulnerables ante choques exteriores.

En este contexto, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) brindó apoyo técnico a la Secretaría de Trabajo y Seguridad Social (STSS) para su fortalecimiento institucional con el objetivo de incrementar la capacidad del país en generar y mantener el empleo decente y la protección social. Estos esfuerzos para la Reactivación Económica se focalizaron particularmente en el fortalecimiento de las capacidades de las MyPEs presentes en las zonas más afectadas por la COVID-19.

 

Atención al cliente más segura

Uno de los componentes de este proyecto fue la distribución de equipo de protección personal para que las y los emprendedores puedan atender a sus clientes de manera segura. En total, se adquirieron 2.2 millones insumos para distribuir a MyPEs focalizadas a nivel nacional, cuya distribución inició con cuatro mil emprendedores en ocho territorios del país. Estos kits de bioseguridad incluían alcohol, amonio, alfombra para desinfección de zapatos, mascarillas, batas quirúrgicas, bomba rociadora, guantes látex, entre otros. Se prevé continuar distribuyendo a este sector de la economía en el 2022.

El Ministro de Trabajo y Seguridad Social entre Octubre 2020 y Enero 2022, Olvin Villalobos, declaró en uno de los eventos de entrega: “En el marco de la reactivación económica del país, se le está apostando al desarrollo de distintas iniciativas y sabemos que estos kits de medidas preventivas y bioseguridad son necesarias. Somos conscientes que se debe cumplir este beneficio ya que representa un costo más para ustedes. Es por esto que debemos cuidar a nuestros emprendedores, ya que de esta manera cuidan a sus clientes”.

Uno de los emprendedores beneficiados con un kit de bioseguridad, Ángel Manzor, vino desde México para ayudar a su familia hondureña y aumentar el rendimiento de los productos de repostería y snacks de la empresa familiar. Declaró: “Para estar más seguros con la bioseguridad, el gel para desinfectar es muy útil ya que para elaborar nuestros productos ocupamos nuestras manos y esto es una gran ayuda para la salud de nuestros clientes”.

Para Alejandra Maradiaga, quien tiene un restaurante llamado D'ANA ubicado en el kilómetro 34 de la carretera a Olancho: “este kit de bioseguridad valorado en más de L. 5,000 es de gran ayuda económica ya que es un costo que no vendría de mi bolsillo y me ahorraría ese dinero para beneficiar a mi negocio y empleados”.

Gloria Isabel Fúnez Zambrano, beneficiaria del kit de bioseguridad, tiene un negocio de pastelería en Valle de Amarateca

Emprendedores con mayores habilidades

Otro componente de este proyecto fue el desarrollo de habilidades del capital humano hondureño a través de un diplomado en “Emprendimiento y Desarrollo Sostenible” impartido por la Universidad para la Paz y la Universidad Tecnológica Centroamericana (UNITEC) y dirigido a jóvenes. Se ofrecieron 100 cupos financiados por el proyecto y recarga de datos móviles para que las y los participantes puedan asistir a cada uno de los módulos impartidos a lo largo del diplomado.

Uno de los participantes, un joven migrante retornado llamado Carlos Antonio Cantarero y con intención de lanzar un emprendimiento de Food Truck, comentó lo siguiente: “en el diplomado aprendí a elaborar un poco más mi plan de negocio, trabajé los temas de marketing digital, de servicio al cliente, de entrega a domicilio. Este curso me ayudó en lo personal para poder tener una idea más clara de mi emprendimiento”. Ahora, Carlos dedica parte de su tiempo a la capacitación de otros migrantes retornados y familias de migrantes desaparecidos en el marco de un programa de una organización de la iglesia católica.

El enfoque inclusivo del diplomado permitió graduar a un 70% de mujeres y un 10% de personas perteneciendo a pueblos indígenas y afrodescendientes. Una de ellas, Loren Hernández, emprendedora y cofundadora de la marca Lady Lor expresó: “Al principio mis ideas estaban revueltas, pero me ha servido muchísimo este aprendizaje ya que me ha ayudado a concretar y darle forma a mi negocio. Por eso incentivo a todos los jóvenes que practiquen sus ideas y que sigan soñando”.


Loren Hernández recibiendo su diploma del Diplomado “Emprendimiento y Desarrollo Sostenible”