Uniendo fuerzas para un futuro saludable

Un esfuerzo interagencial que contribuye a la transformación de la atención sanitaria en Honduras

22 de Septiembre de 2023

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) y la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) han unido esfuerzos para fortalecer el sistema de salud pública en el país. Este consorcio ha provisto en tiempo y forma equipo médico, suministros y ambulancias para la red hospitalaria y centros de atención priorizados a nivel nacional como parte del programa RISP-HO, del Gobierno de Honduras financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para el combate al COVID-19.

Dirigiendo este consorcio, el PNUD ha demostrado su capacidad de coordinación interagencial, como su experiencia global en procesos de adquisición eficientes y transparentes. PNUD brindó 1,002,000 equipos de protección personal (insumos) para los establecimientos de salud y sus trabajadores. La UNOPS, por su parte, ha desplegado su destreza al adquirir y distribuir 2,703 equipos médicos y no médicos, 19,494 insumos vitales y 47 ambulancias de última generación. La OPS/OMS ha contribuido con su asesoría técnica y suministrando 763,600 insumos y dos equipos de laboratorio, de alta precisión. 

El esfuerzo colaborativo de las tres agencias de las Naciones Unidas abasteció un total de 153 centros de atención, que incluyó 11 Centros Asistenciales, 28 Hospitales y 14 unidades ambulatorias de las regiones sanitarias de Cortés, Copán, Atlántida y, además, el Laboratorio Nacional de Virología.
 

Este importante logro también se mide en acciones innovadoras y sostenibles, a través de una gestión transparente en las adquisiciones se ha conseguido un ahorro notable de alrededor del 32% del presupuesto de compras, lo que representa unos 5.5 millones de dólares; esta gestión eficiente permitió la adquisición adicional de 408,800 equipos de protección personal, 456,600 insumos de laboratorio y 600 equipos médicos cruciales, lo que ha reforzado en mayor medida el sistema de salud con énfasis en servicios de emergencia y obstetricia (cuidado neonatal). 

Además, se capacitó a unos 1,750 profesionales médicos y de salud en la utilización precisa de los equipos, asegurando que los beneficios de esta intervención sean efectivos y perduren en el tiempo.

Las acciones se desarrollaron en coordinación y bajo estrecha supervisión y liderazgo de la Secretaría de Salud con el acompañamiento del BID.