Discurso del Administrador en funciones del PNUD en ocasión de la segunda sesión anual de la Junta Ejecutiva 2025
25 de Agosto de 2025
El siguiente discurso se presenta tal y como se preparó para su entrega.
Señor Presidente, miembros de la Junta Ejecutiva, colegas, señoras y señores: tengo el honor de darles la bienvenida al segundo período ordinario de sesiones de 2025 de la Junta Ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS).
Les doy las gracias por su permanente apoyo y deseo expresar mi gratitud al Secretario General y al Secretario General Adjunto y Presidente del Grupo de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible por confiarme la responsabilidad de ocupar el cargo de Administrador Interino del PNUD. Hoy me acompaña nuestro personal directivo , un equipo consolidado de alto rendimiento. También deseo expresar mi reconocimiento a la dedicación y la ardua labor del personal del PNUD que presta servicios en todo el mundo, en muchos casos en contextos cada vez más difíciles y afectados por crisis. Agradezco la oportunidad de dirigirme a la Junta Ejecutiva, tras haber trabajado durante más de 30 años con el PNUD, entre otros cargos como Coordinador Residente de las Naciones Unidas y Representante Residente del PNUD.
Estamos reunidos en un momento de profundas perturbaciones y transformaciones. El crecimiento mundial más lento, el aumento de los conflictos, el incremento de la desigualdad y la polarización cada vez mayor, sumados al rápido avance de la inteligencia artificial (IA) y los efectos implacables del cambio climático, nos obligan a replantearnos el desarrollo y la cooperación internacional. Las vías que antes conducían al empleo y sacaban a millones de personas de la pobreza se ven ahora limitadas por una "triple presión", según se indica en el último Informe sobre Desarrollo Humano del PNUD: restricción de la financiación, reducción de las oportunidades en el sector manufacturero e intensificación de las tensiones comerciales que obstaculizan las exportaciones. Estos retos no conocen fronteras; todas las naciones están expuestas a ellos.
Los países en desarrollo son los más expuestos. El déficit anual de financiación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en los países en desarrollo ha aumentado hasta alcanzar los 4 billones de dólares de los Estados Unidos ("dólares" a partir de ahora). Se prevé que los fuertes recortes de la asistencia oficial para el desarrollo (AOD) reducirán la ayuda entre un 9 % y un 17 % en 2025, lo que situará la AOD neta entre 186.000 y 170.000 millones de dólares, perjudicando de manera desproporcionada a los países más pobres y limitando nuestra capacidad colectiva para hacer frente a los retos mundiales. El desajuste entre los planes nacionales de desarrollo, la financiación adecuada y asequible, y los sistemas de gobernanza eficaces, transparentes e inclusivos dificulta aún más los esfuerzos por alcanzar el desarrollo sostenible.
El resultado es que solo el 35 % de las metas de los ODS están en vías de alcanzarse o progresan moderadamente, mientras que los logros en materia de desarrollo, conseguidos con tanto esfuerzo, peligran. Esta abrumadora falta de progreso se refleja en el Índice de Desarrollo Humano (IDH) mundial. En los últimos 50 años, las políticas de desarrollo han contribuido a aumentar la esperanza de vida, ampliar la educación, elevar los ingresos y reducir la desigualdad de género. Si bien el progreso ha sido dispar, en promedio la población mundial nunca ha sido tan sana, educada o próspera como hoy. Sin embargo, la alarmante desaceleración del crecimiento del IDH plantea la pregunta: ¿se encuentra el desarrollo humano en un punto de inflexión? Y, en ese caso, ¿cómo debemos responder?
Excelencias, los datos lo demuestran claramente: los retos más difíciles del mundo se superan con una acción multilateral resuelta, visionaria y bien financiada. Por ejemplo, el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria es la prueba de que cuando nos unimos por una causa común, podemos lograr lo imposible. Desde 2002, la alianza del Fondo Mundial ha movilizado más de 60.000 millones de dólares y ha salvado 65 millones de vidas. El PNUD forma parte de este esfuerzo y, como socio del Fondo Mundial, ha prestado apoyo a 51 países desde 2003. Muchos otros ejemplos demuestran que el multilateralismo, cuando es empoderado y financiado con un sentido de responsabilidad y solidaridad compartidos, tiene un impacto de gran escala.
Actualmente los fundamentos del multilateralismo, la solidaridad y el desarrollo sostenible se están poniendo a prueba como nunca antes. Sin embargo, precisamente en este momento de incertidumbre y complejidad el PNUD, como plataforma multilateral de la cooperación para el desarrollo y pilar del Sistema de las Naciones Unidas para el desarrollo (SNUD), es más necesario que nunca. Cuando el mundo parece fragmentado, ofrecemos un espacio para que los países se unan en solidaridad. Cuando los desafíos parecen insuperables, somos la base sobre la que se construye la acción colectiva en favor de los bienes públicos mundiales. Cuando el progreso parece inalcanzable, seguimos siendo un punto de referencia, apoyando a los países a promover el desarrollo en aras de un futuro mejor. No nos amilanamos ante las crisis, sino que las reconocemos como el momento en que nuestro compromiso común con la Agenda 2030 reviste más importancia que nunca.
Este período de sesiones de la Junta Ejecutiva es importante para todos nosotros. Constituye el fin de la trayectoria que iniciamos juntos hace un año para formular el Plan Estratégico del PNUD 2026-2029, bajo el liderazgo de nuestro antiguo Administrador, Achim Steiner, y con la orientación de todos ustedes. Hoy pido a los miembros de nuestra Junta Ejecutiva que aprueben este Plan.
El nuevo Plan Estratégico del PNUD establece la visión y la dirección de nuestro trabajo en esta coyuntura decisiva. En él se expone la forma en que el PNUD seguirá colaborando con ustedes para crear vías que permitan a todas las personas prosperar en un mundo más justo y sostenible. Se trata de la promesa de un futuro en que el desarrollo humano y la sostenibilidad del planeta se refuercen mutuamente, la prosperidad no se logre a expensas de la naturaleza y el progreso llegue a todas las personas, en todas partes. Esto es más que una aspiración, es una posibilidad. Por medio de una acción colectiva audaz y el apoyo adecuado, podemos lograrlo juntos.
Excelencias, pasemos ahora a tres temas importantes.
I. EL PASADO: seis décadas de confianza, alianzas y resultados en el PNUD
Este año se cumple el 80º aniversario de la firma de la Carta de las Naciones Unidas y la fundación de la Organización. La creación del Sistema de las Naciones Unidas, con sus tres pilares de paz y seguridad, derechos humanos y desarrollo, sigue siendo uno de los logros más importantes del mundo.
80 años después, "el software necesita una actualización" que refleje las realidades actuales, como dijo el Secretario General. El PNUD está plenamente empeñado en apoyar la Iniciativa ONU80 del Secretario General y a los Estados Miembros con el objeto de modernizar y mejorar la eficacia de las Naciones Unidas.
El PNUD celebra su 60º aniversario. La organización se creó en 1965 mediante la fusión del Programa Ampliado de Asistencia Técnica de las Naciones Unidas y el Fondo Especial de las Naciones Unidas. Su mandato consiste en ayudar a los países a eliminar la pobreza y alcanzar el desarrollo sostenible mediante la creación de empleo, la protección del medio ambiente y el avance de la mujer como requisitos para la paz. El impacto del desarrollo, la integración, la eficiencia y la rendición de cuentas son principios fundamentales que han definido a nuestra organización desde sus inicios.
Hemos dedicado seis décadas a colaborar estrechamente con los Gobiernos nacionales de los países en que ejecutamos programas y con todos los socios para el desarrollo, especialmente con los donantes tradicionales que aportaron recursos financieros considerables. Gracias a esta solidaridad, el PNUD ha mejorado las vidas de millones de personas en todo el mundo. Tienen ante ustedes una cronología de los 60 años del PNUD, que muestra seis décadas de alianzas y soluciones innovadoras. Cabe mencionar los ejemplos que figuran a continuación.
- Década de 1960: el PNUD ayudó a Singapur a elaborar una propuesta de programa de industrialización. El programa transformó Singapur de una economía de ingreso bajo y mano de obra intensiva, con un producto interno bruto (PIB) per cápita de 428 dólares en 1960, en una de las naciones más ricas del mundo, con un PIB per cápita de más de 92.000 dólares en la actualidad.
- Década de 1970: el PNUD apoyó la certificación de las autoridades aeronáuticas de Bandeirante en el Brasil, donde, durante un período de 20 años, contribuyó a la internacionalización de uno de los mayores exportadores y empleadores del país. En Rumania, el PNUD prestó asesoramiento técnico para la construcción de su primer sistema de trenes subterráneos. Actualmente la línea M1 original sigue funcionando. En África el PNUD prestó apoyo a la Comisión Africana de Aviación Civil y a la Organización de Aviación Civil Internacional para que establecieran las primeras instituciones de formación en aviación civil a nivel nacional y multinacional.
- Década de 1980: el PNUD y el Gobierno de Egipto crearon el Fondo Social para el Desarrollo con el objetivo de reducir la pobreza mediante el apoyo a proyectos de desarrollo en pequeña escala. El Fondo contribuyó a crear más de 2 millones de puestos de trabajo, mejorar los medios de vida de más de 10 millones de personas, prestar apoyo financiero a 200.000 microempresas y perfeccionar las competencias de más de 500.000 egipcios.
- Década de 1990: con el apoyo del PNUD y el Fondo para el Medio Ambiente Mundial, se movilizaron casi 3.000 millones de dólares en inversiones de Gobiernos nacionales, el Banco Mundial y otros socios públicos y privados en toda la cuenca del Danubio y el Mar Negro para reducir la contaminación por nutrientes causada por el ser humano. Esta iniciativa conjunta de 17 países eliminó la enorme zona muerta del Mar Negro, reviviendo su ecosistema, el turismo y la pesca.
- Década de 2000: tras el tsunami en el océano Índico de 2004, el PNUD apoyó la respuesta de Indonesia, reconstruyendo más de 3.500 viviendas, 500 kilómetros de carreteras e infraestructura pública esencial en Aceh. Estas iniciativas, que se basaron en la resiliencia de la comunidad y en enfoques sensibles a los conflictos, reforzaron la recuperación a largo plazo.
- Década de 2010: Reconociendo que los Gobiernos de los países en desarrollo suelen estar insuficientemente representados en las negociaciones de contratos de minería, el programa regional del PNUD en África Subsahariana ayudó a Liberia, la República Unida de Tanzanía y Sierra Leona a fortalecer sus posiciones de negociación y a trabajar para obtener una distribución más justa de los ingresos procedentes de sus sectores extractivos.
- Década de 2020: cuando la pandemia de COVID-19 se cobró millones de vidas y paralizó el mundo, el PNUD, como líder técnico de la respuesta socioeconómica de las Naciones Unidas, ayudó a los países a preparar 128 evaluaciones rápidas del impacto socioeconómico y más de 100 planes de respuesta que contribuyeron a orientar las iniciativas de recuperación y prestó asistencia a 82 países para mejorar su infraestructura pública digital.
Nuestros resultados se basan en el profundo compromiso de ser una organización que aprende, se prepara y evoluciona para afrontar los retos y oportunidades del futuro.
Esto me lleva al segundo tema: ¿Cómo está evolucionando el PNUD y respondiendo al panorama actual del desarrollo, que cambia rápidamente?
II. EL PRESENTE: capacidades del PNUD, al servicio de los Estados Miembros y del Sistema de las Naciones Unidas
Hoy nos enfrentamos a retos muy diferentes y más complejos. Con el apoyo de los Estados Miembros, especialmente los recursos básicos esenciales que ustedes han proporcionado, el PNUD ha invertido en sus capacidades y en las capacidades de los países para adaptarse a los cambiantes retos del desarrollo.
El año pasado, llevamos a cabo de forma deliberada una revisión del modelo institucional de la organización, lo que proporcionó al PNUD información para mejorar nuestras capacidades de crear, financiar y ofrecer un mayor valor a los países y las personas a los que prestamos servicios. La implementación de medidas concretas para dar seguimiento a la revisión del modelo está en marcha y esperamos compartir nuestros avances con los Estados Miembros durante una sesión informativa prevista para principios de septiembre.
El PNUD ha invertido en capacidades básicas fundamentales, que están al servicio de los Estados Miembros y el Sistema de las Naciones Unidas.
- Nuestra presencia universal y receptiva. La demanda del apoyo del PNUD ha llevado nuestra presencia a 170 países y territorios. Más que una cifra, esto representa alianzas duraderas y un profundo conocimiento de los contextos y oportunidades locales. Permite al PNUD responder rápidamente y tener impacto donde más importa: a nivel nacional. Nuestras capacidades y presencia regionales a través de los centros del PNUD en Addis Abeba, Ammán, Bangkok, Estambul y Panamá, así como en otras ubicaciones subregionales, permiten prestar un apoyo costoeficiente, eficaz y rápido a nuestras oficinas en los países. El valor de nuestra presencia universal también ha sido reconocido por la Junta de Auditores de las Naciones Unidas como un "activo importante" para el Sistema.
- Relaciones de confianza con los gobiernos y los socios. La confianza es la base de la cooperación para el desarrollo. Según una encuesta realizada entre 11.000 profesionales de 148 países, 9 de cada 10 profesionales del desarrollo que ocupan puestos de liderazgo consideran que el PNUD es un socio útil para el desarrollo. La confianza entre el PNUD y los países en desarrollo se basa en nuestro compromiso de escuchar, adaptarnos y acompañar a los países en su trayectoria hacia el desarrollo. Los Gobiernos siguen solicitando el apoyo del PNUD en relación con algunas de sus cuestiones más delicadas: desde la planificación nacional hasta el estado de derecho. En 2024, los países en desarrollo invirtieron 1.200 millones de dólares en programas del PNUD en sus propios países, lo que demuestra que la organización es considerada un socio valioso. Seguimos fortaleciendo la confianza con los donantes tradicionales mediante diálogos estratégicos, una colaboración regular y la demostración de resultados. Más del 90 % de los donantes encuestados en una evaluación de la Red de Desempeño Multilateral realizada en 2020 coincidieron en que los programas del PNUD responden a las necesidades de los beneficiarios, incluidos los más vulnerables. Esta confianza significa que, a pesar de la presión interna que ha provocado una reducción de las contribuciones, los donantes tradicionales están haciendo un enorme esfuerzo para seguir financiando la labor del PNUD.
- Nuestra capacidad de asesoramiento, asistencia técnica y ejecución de políticas a nivel mundial y local. El PNUD colabora con los Gobiernos para crear conjuntamente soluciones de políticas integradas y adaptadas a las necesidades que abordan cuestiones sistémicas. Nuestra Red Global de Políticas está compuesta por expertos de la sede, los centros regionales y las oficinas en los países, así como de los centros globales de políticas de Estambul, Oslo, Seúl y Singapur, un centro en Roma para la acción climática y la transición energética, y una oficina en Qatar para fortalecer la cooperación programática. Aunque limitada en comparación con la demanda, nuestros conocimientos técnicos en una amplia gama de esferas de desarrollo proporciona a los países capacidad de implementación de políticas y programas, incluidos análisis, participación de las partes interesadas y movilización de recursos, lo que permite al PNUD llevar a la práctica el asesoramiento.
- Capacidades operacionales que generan resultados de manera eficiente, con rendición de cuentas y transparencia. El PNUD cuenta con un sólido sistema de rendición de cuentas, políticas y procedimientos integrales y herramientas avanzadas de gestión de riesgos para generar impacto de manera eficiente, responsable y transparente, a saber:
- 19 años de auditorías sin reservas de la Junta de Auditores de las Naciones Unidas que incluyen, en promedio, más de 5.000 millones de dólares de gastos anuales en 130 monedas.
- 91 centavos de cada dólar se destinan a programas y servicios (frente a los 89 centavos asignados en 2018), lo que demuestra nuestros permanentes esfuerzos por reducir costos.
- El PNUD se adhiere a las normas mundiales de datos abiertos a través de nuestro portal de transparencia open.undp.org y se mantuvo en el nivel superior del Índice de Transparencia de la Ayuda en 2024.
- Según la evaluación ONU 2.0 de todo el Sistema, el PNUD es un líder reconocido en los ámbitos de la tecnología digital, los datos, la previsión, la innovación y las ciencias del comportamiento.
- Nuestras oficinas independientes de auditoría e investigación, evaluación y ética, así como la Junta de Auditores de las Naciones Unidas, garantizan a los socios que el PNUD está ejecutando proyectos y utilizando fondos estrictamente en el marco de sus normas y reglamentos.
- Utilizamos datos para ayudar al personal directivo de las oficinas en los países a tomar medidas dinámicas para mejorar y mantener un alto rendimiento de largo plazo. Así pues, al combinar los resultados de las encuestas del personal con la ejecución de los programas, podemos determinar eficazmente las oficinas de alto rendimiento y moral alta del personal o las que se enfrentan a un posible agotamiento del personal.
- Una cultura institucional dinámica. El PNUD sigue fortaleciendo su cultura institucional para obtener resultados. Las conclusiones de nuestra última evaluación cultural muestran que el PNUD ha reforzado sus seis "marcadores culturales", a saber: orientación hacia el impacto responsable, agilidad, colaboración, innovación y aprendizaje, iniciativa empresarial y alto rendimiento sostenible. Creamos equipos de alto rendimiento, basados en el compromiso compartido, la participación de los empleados, la inclusión, el bienestar y la tolerancia cero ante toda forma de acoso o abuso.
- Un papel único en el desempeño de la función integradora. La resolución 72/279 de la Asamblea General destacó el papel del PNUD como "es la plataforma de apoyo del Sistema de las Naciones Unidas para el desarrollo y desempeña una función integradora de la asistencia prestada a los países en sus esfuerzos por implementar la Agenda 2030". Así pues, el PNUD desempeña su función integradora apoyando a los países en desarrollo a formular, financiar e implementar enfoques integrados para el desarrollo sostenible. En algunos aspectos de su función integradora, el PNUD ha obtenido buenos resultados; en otros, podemos mejorar. Permítanme compartir algunos ejemplos en los que nos hemos destacado antes de señalar los ámbitos que deben mejorarse.
- Enfoques y herramientas innovadores que apoyan el cambio sistémico a disposición del SNUD: Los retos del desarrollo están interconectados y las soluciones requieren una colaboración intersectorial. El PNUD ha elaborado un "enfoque sistémico y de cartera" para fortalecer su capacidad como integrador del desarrollo. En el PNUD, una cartera es un conjunto dinámico de intervenciones conectadas que se diseñan y gestionan estratégicamente para generar una oferta continua de nuevas opciones ante retos complejos. Nuestros enfoques, que ahora se aplican en más de 100 países y ciudades y están a disposición del SNUD, se basan en el impulso de nuestros Laboratorios de Aceleración para encontrar soluciones creativas. Para más información, pueden consultar nuestro nuevo informe sobre modernización de las carteras de desarrollo titulado Modernizing Development Portfolios, que tienen ante ustedes.
- SDG Push: Es una iniciativa global de colaboración que trabaja con Gobiernos, las Naciones Unidas y socios locales para acelerar el progreso nacional hacia la consecución de los ODS mediante el uso de datos y herramientas de políticas. Integrada en los marcos de orientación de las Naciones Unidas y basada en un conjunto de herramientas de aceleración de los ODS, SDG Push impulsó la colaboración con 100 países para detectar los aceleradores de los ODS antes de la Cumbre de los ODS de 2023.
- Inciativa Climate Promise 2025: A petición del Secretario General y bajo el liderazgo de los Coordinadores Residentes, la iniciativa Climate Promise del PNUD reúne a 30 organizaciones de las Naciones Unidas y equipos en 115 países para apoyar conjuntamente a los Gobiernos en el fortalecimiento y la implementación de sus contribuciones determinadas a nivel nacional (CDN) en consonancia con el Acuerdo de París y los ODS. La iniciativa Climate Promise hace hincapié en el potencial de inversión de las CDN. Además, dado que no es posible alcanzar el objetivo de 1,5 °C sin tener en cuenta la naturaleza, el PNUD también ayuda a los países a armonizar los planes sobre el clima y la biodiversidad vinculados a los tratados globales.
- Finanzas sostenibles: Entre 2022 y 2024, cada dólar invertido en el PNUD catalizó 60 dólares en inversiones públicas y privadas, movilizando más de 870.000 millones de dólares para los ODS a través de alianzas estratégicas con Gobiernos, instituciones financieras internacionales (IFI), el sector privado y organizaciones de las Naciones Unidas. Cabe destacar que los marcos nacionales de financiación integrados de 86 países están fortaleciendo la planificación financiera y movilizando capital mediante estrategias de financiación sostenible que tienen en cuenta el género, el clima y los contextos de crisis. Para ayudar a los países a traducir las ambiciones financieras de la Cuarta Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo en resultados tangibles, el PNUD y el Fondo de las Naciones Unidas para el Desarrollo de la Capitalización (FNUDC), acogido por el PNUD, han forjado una alianza. El PNUD contribuye a crear entornos de políticas propicios, en tanto que el FNUDC pone en práctica los marcos mediante intervenciones financieras concretas y ampliables.
- Oferta relativa a las crisis: En consonancia con la agenda de prevención del Secretario General, la oferta del PNUD para situaciones de crisis ayuda a los países a poner en práctica el nexo acción humanitaria-desarrollo-paz mediante programas de prevención, estabilización, recuperación temprana y consolidación de la paz que reducen la dependencia a largo plazo de la asistencia humanitaria. Nuestra oferta relativa a las crisis permite al PNUD permanecer y actuar en contextos complejos, fomentando la implicación de los países y las comunidades y facilitando un rápido retorno a un desarrollo dirigido a nivel local que impulse los medios de subsistencia y los mercados, también durante un conflicto.
- La columna vertebral operativa del Sistema de las Naciones Unidas: La red global del PNUD es un activo para las Naciones Unidas. En consonancia con la resolución 72/279 de la Asamblea General, el PNUD presta servicios a más de 70 entidades de las Naciones Unidas, desde nóminas, adquisiciones, recursos humanos, administración, finanzas y tesorería, hasta las principales soluciones de infraestructura digital. Desde 2003, el Centro Mundial de Servicios Compartidos del PNUD presta servicios en cuatro idiomas a más de 50.000 funcionarios de las Naciones Unidas. Nuestra plataforma de planificación de los recursos institucionales Quantum presta ahora servicios a diez organizaciones de las Naciones Unidas en siete idiomas, generando una interoperabilidad y un aumento de la eficiencia sin precedentes. También gestionamos 136 locales comunes de las Naciones Unidas que prestan servicios compartidos a nivel nacional. Celebramos la oportunidad de trabajar con las organizaciones de las Naciones Unidas que tienen ventajas comparativas únicas para aprovechar las complementariedades y aumentar la eficiencia.
Además, el PNUD acoge y ofrece un conjunto de servicios administrativos, financieros, tecnológicos, jurídicos, de recursos humanos, de seguridad y de auditoría e investigación a las entidades de las Naciones Unidas que atienden a las necesidades de todo el Sistema.
- El FNUDC pone su singular mandato de capital al servicio de las Naciones Unidas para desbloquear financiación, especialmente en los países menos adelantados (PMA). Entre 2022 y 2024, el FNUDC catalizó unos 780 millones de dólares.
- Los Voluntarios de las Naciones Unidas (VNU) consiguieron que más de 14.000 voluntarios de las Naciones Unidas contribuyeran a los mandatos de 59 entidades de las Naciones Unidas en 169 países tan solo en 2024.
- La Oficina de las Naciones Unidas para la Cooperación Sur-Sur (UNOSSC) ha mejorado los marcos de políticas para la participación de las Naciones Unidas en la cooperación Sur-Sur y triangular bajo la dirección del Comité de Alto Nivel sobre la Cooperación Sur-Sur. En la última década, la UNOSSC ha apoyado la ejecución de 140 proyectos en 120 países por 23 entidades de las Naciones Unidas.
- La Oficina de los Fondos Fiduciarios de Socios Múltiples permite a los Estados Miembros cumplir sus compromisos del pacto de financiación para aumentar las contribuciones a la financiación mancomunada, y apoya a las Naciones Unidas para que trabajen en conjunto. En las dos últimas décadas ha administrado una cartera de 20.000 millones de dólares.
En consonancia con las responsabilidades relativas al FNUDC, los VNU y la UNOSSC encomendadas al PNUD, este sigue invirtiendo en estas entidades y en 2025 habrá aportado 29,8 millones de dólares con cargo a los recursos institucionales del PNUD.
El PNUD mantiene su firme compromiso con la reforma del SNUD de 2018. Seguimos siendo la entidad que más contribuye al sistema de coordinadores residentes. En 2025 el PNUD pagó la totalidad de su contribución de participación en la financiación de los gastos de 10,85 millones de dólares a pesar del deterioro de las condiciones financieras. Esto elevó la contribución total del PNUD, incluido el gravamen del 1 %, al sistema de coordinadores residentes (en vigor desde 2019), a 115,7 millones de dólares. El 100 % de los documentos de programa para el país del PNUD están plenamente alineados con los Marcos de Cooperación de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible, como lo han confirmado los coordinadores residentes, y el PNUD está avanzando en la implementación de sus compromisos en virtud del Marco para la Gestión de la Asistencia y la Rendición de Cuentas.
Instantánea de los resultados y la financiación
Me complace informar, como se debatió durante el período de sesiones anual, que el PNUD está bien encaminado para alcanzar el 90 % de las metas de su Plan Estratégico 2022-2025. Nuestro informe anual contiene información que indica que el PNUD está obteniendo resultados dentro de su conjunto de financiación de 5.000 millones de dólares.
Sin embargo, como se detalla en el informe del diálogo estructurado sobre la financiación de los resultados del Plan Estratégico del PNUD para 2022-2025, mientras que el PNUD logró estabilizar los recursos básicos y la financiación flexible hasta 2024, nos enfrentamos a importantes problemas de financiación a partir de 2025, ya que varios socios han reducido drásticamente o suspendido sus aportes a la financiación básica del PNUD. La tendencia de la financiación básica del PNUD es a la baja: del 75 % de los recursos totales en la década de 1990 al 12 % en 2024, muy por debajo de la meta del pacto de financiación del 30 % y un 22 % por debajo de la meta del plan integrado de recursos y el presupuesto integrado del PNUD 2022-2025. Si no se revierte la disminución de la financiación básica, se espera que esta descienda sustancialmente hasta el 9 % en 2025 y el 8 % en 2026.
Excelencias, la financiación básica es la fuente de ingresos más importante del PNUD. Es el cimiento en que se sustenta el PNUD como organismo de las Naciones Unidas para el desarrollo, le permite desempeñar la función integradora y movilizar recursos adicionales para los países en desarrollo. En 2024, por ejemplo, el PNUD movilizó 7,4 dólares en otros recursos por cada dólar de recursos básicos recibido. Sin recursos básicos suficientes, la capacidad del PNUD para seguir siendo un socio para el desarrollo sólido y centrado en los bienes públicos se reducirá considerablemente. Nuestra presencia universal -un activo del Sistema de las Naciones Unidas que sustenta toda nuestra labor- se verá mermada, lo que afectará negativamente a las personas más vulnerables. Se verá comprometida nuestra función integradora respecto del desarrollo sostenible, es decir nuestra capacidad para impulsar debates estratégicos sobre la armonización entre la planificación, la financiación y la gobernanza, nuestra capacidad para innovar, catalizar la financiación de todas las fuentes para los ODS, responder rápidamente a las crisis y fiscalizar en consonancia con las normas más estrictas de rendición de cuentas.
En 2024, 41 países contribuyeron a los recursos básicos del PNUD. Agradecemos a todos ellos su apoyo. De los 41 países, 23 son miembros del CAD de la OCDE (de los 33 miembros del CAD) y 4 son países de ingreso alto que no son miembros del CAD. De los 41 países, 14 son países en los que se ejecutan programas (3 de ingreso alto, 4 de ingreso mediano alto y 7 de ingreso mediano bajo, incluidos 3 PMA) que han realizado un enorme esfuerzo. Es gratificante observar que tanto nuestros donantes tradicionales como los países en que ejecutamos programas contribuyen a la financiación básica. En 2024, estas contribuciones se situaron entre 100 millones y 3.000 dólares. Nuestros donantes tradicionales siguen aportando la mayor parte de los recursos básicos del PNUD, y los diez principales representan el 81 % del total de estos recursos. También en 2024, diez socios aumentaron su contribución a los recursos básicos y 12 hicieron promesas de contribuciones multianuales a los recursos básicos.
Las contribuciones complementarias se mantuvieron firmes en 2024 y procedieron de socios diversos. La participación de terceros en la financiación de los gastos representó el 37 % de las contribuciones totales (1.810 millones de dólares), mientras que los fondos verticales supusieron el 19 % (920 millones de dólares). Noventa y seis países en que se ejecutan programas aprovecharon los servicios de apoyo de valor añadido del PNUD para asegurar la ejecución eficaz y eficiente de programas nacionales clave, invirtiendo 1.200 millones de dólares (una cuarta parte de los recursos anuales del PNUD en 2024) en el desarrollo de sus países. Los Gobiernos de los países en que se ejecutan programas también aportaron importantes contribuciones para sufragar los gastos anuales de las oficinas locales. El PNUD agradece enormemente este apoyo, que contribuye a sufragar los costos locales en los países.
Volveré a referirme a la situación de la financiación del PNUD más adelante. Ahora, centrémonos en 2026 y después.
III. EL FUTURO: el Plan Estratégico del PNUD 2026-2029, invertir en el desarrollo para la prosperidad y la paz
Ustedes ya conocen el Plan Estratégico propuesto por haber participado en el extraordinario proceso de consulta: casi 600 consultas en 116 países, en las que participaron Gobiernos, la sociedad civil, el sector privado y las Naciones Unidas. El Plan se nutre de las aportaciones y las observaciones que recibimos de ustedes, de las recomendaciones de evaluaciones independientes y de las revisiones de mitad de período del Plan Estratégico 2022-2025, así como de otras fuentes objetivas.
Agradecemos tanto a los miembros de la Junta Ejecutiva como a otros Estados Miembros su firme compromiso y su inestimable orientación desde que compartimos la hoja de ruta para la elaboración del nuevo Plan Estratégico en octubre del año pasado.
Me gustaría destacar tres rasgos distintivos del proyecto de Plan Estratégico.
En primer lugar, el objetivo general es volver a la senda de aceleración del desarrollo humano y al mismo tiempo aliviar las presiones sobre el planeta. El Plan Estratégico, que refleja la naturaleza integrada y sistémica de los retos actuales del desarrollo, se basa en la Agenda 2030, los ODS siguen siendo nuestra guía, la erradicación de la pobreza continúa siendo nuestra misión fundacional y los derechos humanos y el principio de no dejar a nadie atrás sustentan toda nuestra labor.
Con el cambio de sistemas como enfoque general para impulsar el desarrollo integrado, el Plan define los cuatro objetivos estratégicos siguientes.
- Prosperidad para todos: Más allá del objetivo de un umbral de pobreza mínimo, construir sociedades dinámicas en las que todos puedan prosperar, manteniendo al mismo tiempo un sólido enfoque en el crecimiento inclusivo, la erradicación de la pobreza y la programación de la lucha contra la desigualdad. El PNUD mantiene su compromiso de no dejar a nadie atrás.
- Gobernanza eficaz: Una gobernanza que rinda cuentas, centrada en las personas y basada en los derechos, en consonancia con los principios intergubernamentales de gobernanza eficaz para el desarrollo sostenible.
- Resiliencia ante las crisis: Reducir el riesgo y proteger los logros del desarrollo desde el inicio de una crisis, sentar las bases para la recuperación y la salida de la ayuda humanitaria, y actuar como "constructor de puentes" entre los sistemas humanitario, de desarrollo y de consolidación de la paz.
- Un planeta sano: Posicionar al PNUD como líder en el nexo entre las personas, el planeta y el desarrollo, con el objetivo de traducir los compromisos globales en acciones locales, trabajando con los países hacia transiciones justas y sostenibles.
Tres aceleradores impulsan el progreso hacia el cambio sistémico:
- Transformación digital y de la IA: los avances digitales amplían las oportunidades, mejoran los servicios públicos, potencian el compromiso cívico y aceleran la respuesta a una crisis.
- Finanzas sostenibles: una mejor armonización de los flujos de capital de todas las fuentes con las prioridades del desarrollo sostenible puede abrir nuevas vías hacia la prosperidad y un planeta sano.
- Igualdad de género: cuando se empodera a las mujeres mediante leyes y políticas públicas, las sociedades son más resilientes, las economías crecen más rápidamente y la pobreza y la desigualdad disminuyen. La igualdad de género no es solo un ámbito de trabajo importante en sí mismo, sino que funciona como un multiplicador de fuerzas en toda la labor del PNUD.
El Plan Estratégico está acompañado de un Marco Integrado de Resultados y Recursos de tres niveles, que resume los resultados en materia de desarrollo y organización que el PNUD logrará, en colaboración con los Gobiernos y otros socios. El Marco incluye 22 indicadores relacionados con los ODS para garantizar que la medición de los resultados del PNUD apoye directamente los avances hacia los ODS y haga su seguimiento.
En segundo lugar, nos centraremos más en la integración, basándonos en lo que hemos aprendido y en lo que debemos mejorar. La evaluación de nuestro actual Plan Estratégico confirmó que "el PNUD aprovechó la flexibilidad del Plan Estratégico 2022-2025 para impulsar soluciones integradas". Nuestra experiencia muestra que las soluciones de desarrollo realmente integradas requieren una reflexión más profunda sobre los sistemas y capacidades intersectoriales más sólidas. El progreso sostenible se produce cuando los países armonizan tres aspectos fundamentales: planes nacionales con objetivos claros y medibles que reflejen las aspiraciones de las personas y aborden sus necesidades; presupuestos que movilicen diversas fuentes de financiación e inversiones privadas que apoyen los objetivos nacionales de desarrollo; y sistemas de gobernanza fundamentados en los principios de gobernanza eficaz avalados por el Consejo Económico y Social (ECOSOC) que reflejen la eficacia, la rendición de cuentas y la inclusión. Todo ello debería estar respaldado por sólidos sistemas digitales y datos para la formulación de políticas con base empírica. Nuestro nuevo Plan Estratégico esboza el modo en que promoveremos estas soluciones de desarrollo integradas, trabajando con entidades regionales y nacionales y con el SNUD a fin de ayudar a los países a armonizar la planificación, la financiación y la gobernanza para impulsar el cambio de los sistemas. Se trata de una cuestión de estrategia del desarrollo en la que debemos trabajar más. A pesar de las dificultades financieras a los que nos enfrentamos, analizaremos con urgencia nuestra estructura institucional y nuestra capacidad para ser un integrador eficaz del desarrollo.
En tercer lugar, nuestra preparación para gestionar la incertidumbre y para el futuro. El Plan Estratégico contempla la complejidad, dejando margen para que el PNUD se adapte a diferentes escenarios y responda de forma pragmática a futuras perturbaciones, incluidas las fluctuaciones en la financiación. Permite la expansión estratégica o la consolidación de elementos programáticos cuando surgen oportunidades y se materializan limitaciones, manteniendo la integridad de nuestra oferta. Esta agilidad se sustenta en el enfoque del PNUD de previsión estratégica, datos de desempeño, innovación y capacidades digitales, y sistemas de gestión del riesgo, todo lo cual ayuda a construir una organización ágil y anticipatoria, proporcionando un apoyo creíble a los países a medida que evolucionan sus necesidades.
Financiación: el plan integrado de recursos y el presupuesto integrado (2026-2029)
Nuestro nuevo Plan Estratégico se elaboró en un contexto de recortes de la AOD sin precedentes. Como reflejo de esta realidad, elplan integrado de recursos y el presupuesto integrado 2026-2029 presentan un conjunto de recursos limitados desde el punto de vista financiero, aunque realistas. Sobre la base de la mejor información disponible en el momento de su preparación, los recursos totales se han reducido un 9,7 % con respecto a las últimas estimaciones correspondientes a 2022-2025. La reducción de las contribuciones básicas se estima en un 16,8 %. Si bien será difícil alcanzar los objetivos relativos a los recursos básicos teniendo en cuenta lo que sabemos ahora, es imperativo que el PNUD mantenga su ambición respecto de estos recursos, ya que es el oxígeno que impulsa nuestros sistemas para obtener resultados.
Lograr las ambiciones del nuevo Plan Estratégico con un conjunto de recursos financieros más limitado implica actuar de forma responsable y dinámica en múltiples frentes. El PNUD ya está llevando a cabo una combinación de acciones en cuatro ámbitos: aumento de la eficiencia, control de costos, generación de ingresos e inversiones estratégicas. Todo ello reduce costos sin dejar de respaldar las capacidades necesarias ahora y en el futuro.
Como seguimiento de la revisión del modelo institucional estamos:
- ampliando la escala de los servicios compartidos y de los sistemas y análisis impulsados por la IA;
- forjando nuevas alianzas con el sector empresarial; ofreciendo servicios de desarrollo a empresas, filántropos e instituciones financieras internacionales; ampliando los compromisos con nuevos socios estratégicos; y adaptando los planes de visibilidad para los principales donantes de recursos básicos en todos los niveles;
- invirtiendo en la elaboración de proyectos transformadores a gran escala;
- invirtiendo en las capacidades del personal del PNUD para aprovechar las herramientas de cambio de sistemas y el potencial de eficiencia de la IA.
Además, la disciplina financiera sigue impulsando el aumento de la eficiencia y la reducción de costos al:
- realizar un ejercicio de optimización de la fuerza de trabajo para mejorar la eficiencia de los costos y garantizar que el PNUD cuente con las competencias adecuadas para ejecutar el Plan Estratégico y pueda atraer y retener el talento que necesita con el conjunto de recursos financieros previstos;
- acercar las funciones de apoyo de las oficinas en los países al terreno;
- revisar las funciones que son independientes de la ubicación con vistas a su posible traslado de Nueva York a uno o varios lugares de destino estratégicamente seleccionados;
- reducir los costos de viaje y reasignación, por ejemplo, retrasando un año la rotación del personal internacional.
Reconocemos el impacto de estas medidas y la incertidumbre que conlleva para el personal del PNUD. La administración mantiene una comunicación periódica con el personal y el Consejo del Personal para hacer frente a estos cambios de manera reflexiva y transparente.
CONCLUSIÓN
Excelencias, acelerar el desarrollo humano es posible. Décadas de progreso sostenido demuestran que sabemos lo que funciona. El mundo jamás ha sido tan sano, educado y próspero como lo es hoy. Pero el impulso se ha desacelerado; hemos llegado a un punto de inflexión y corremos el riesgo de que se reviertan logros vitales. Como principal red de desarrollo del mundo, con presencia en 170 países y territorios y 60 años de experiencia, el PNUD está preparado para desempeñar un papel clave en el progreso del desarrollo humano sostenible.
Los asuntos urgentes que tienen ante ustedes son la aprobación del Plan Estratégico 2026-2029 y cómo abordar la vertiginosa disminución de los recursos básicos del PNUD. Estos recursos desempeñan un papel esencial en nuestra capacidad para satisfacer y superar las expectativas de las personas, las comunidades y los países a los que prestamos servicios. Habida cuenta de que los recursos básicos se encuentran en un nivel crítico, habiendo disminuido de 581 millones de dólares en 2024 a posiblemente 435 millones este año y probablemente a menos de 400 millones en 2026, debemos decidir, colectivamente, qué significa esto y qué podemos hacer al respecto. La administración del PNUD ha adoptado medidas decisivas para salvaguardar la capacidad de la organización para cumplir su mandato. Sin embargo, si la erosión de los recursos básicos continúa, nuestra labor, un "activo importante" de las Naciones Unidas según la Junta de Auditores y, de hecho, nuestra capacidad colectiva para impulsar un progreso significativo hacia el desarrollo sostenible se verán amenazadas y, en última instancia, menoscabadas.
Creo que hay una solución, una solución basada en una coalición de todos los Estados Miembros e impulsada por los principios de solidaridad, acción multilateral y beneficio mutuo. Recordemos que esto ha logrado que el Fondo Mundial tenga éxito y que el Protocolo de Montreal funcione para la reparación de la capa de ozono.
Imaginen que viéramos al PNUD como un colectivo de 193 miembros, cada uno responsable de mantener la parte que le corresponde.
Imaginen que, además de los 41 países que contribuyen a los recursos básicos y los 96 países en que se ejecutan programas que aportan cofinanciación gubernamental, muchos más países contribuyeran a la financiación básica del PNUD.
Imaginen que todos los miembros del CAD de la OCDE, no solo los 23 que contribuyen actualmente, y otros países desarrollados de ingreso alto, decidieran hacer una contribución a los recursos básicos del PNUD.
Más del 50 % de nuestros gastos en programas se destinan a países frágiles y afectados por conflictos, y el 80 % a países de ingreso bajo y PMA: imaginen cuánto más podría contribuir el PNUD a la paz y la estabilidad si nuestros donantes tradicionales nos ayudaran a revertir la tendencia decreciente de los recursos básicos y nos permitieran aumentar nuestra capacidad de apalancamiento programático de una proporción de 1 a 7 a una de 1 a 8.
Imaginen lo que el PNUD podría hacer con su mandato integrador si tuviera más capacidad para impulsar debates estratégicos sobre por qué el desarrollo tiene éxito o fracasa en la actualidad, e inmediatamente pudiéramos hacer más con nuestros Gobiernos sobre las estrategias de desarrollo integradas que mejor se adapten al contexto actual.
Cada contribución a los recursos básicos, especialmente de nuestros donantes tradicionales, demuestra su fe en la solidaridad y su confianza en el PNUD como pilar importante del SNUD. Y demuestra su convicción de que el desarrollo es el camino hacia un mundo mejor y más sostenible.
Excelencias, fíjense en lo mucho que hemos logrado juntos a lo largo de seis décadas. Confío en que, manteniendo un PNUD fuerte y eficaz, tendrán a su servicio una institución de desarrollo fiable, confiable y de propiedad colectiva. Las necesidades son importantes y urgentes, pero las oportunidades son mayores y pueden aprovecharse.
En nombre del PNUD, les agradezco su confianza. Avancemos juntos, como firmes socios en el gran proyecto en curso del desarrollo humano sostenible.