Volver a casa: Accciones de respuesta ante los impactos de los huracanes Óscar y Rafael en el 2024 en Cuba

Contribuciones del PNUD y sus socios donantes

18 de Septiembre de 2025
Una señora con su bisnieto en brazos, sentada en su casa, con techos de zinc donados para la recuperación de su vivienda tras ser afectada por un huracán en Artemisa, Cuba

Ladi Milian cuida de su bisnieto en el cuarto de su casa, protegida con un módulo de techos donado tras el paso del huracán Rafael en la localidad de Artemisa, Cuba.

La pequeña finca donde vivían Yunairis Matos, su esposo y su hijo pequeño, tenía 112 animales antes que la inundación repentina por las lluvias del Huracán Oscar en el 2024 lo sumergiera todo.  Decenas de cabras, un buey de acarreo y la mitad de sus gallinas, quedaron bajo las aguas en un evento que sorprendió por su velocidad inadvertida. Habían instalado un sistema de riego, cuyos restos encontraron tiempo después bajo la arena.

Aquel era el patrimonio con el que la familia proyectaba un futuro, en especial para su hijo Yen, de cuatro años, quien padece de una parálisis cerebral. En los días siguientes pudieron mudarse a un pequeño espacio en un terreno más alto en la localidad de San Antonio del Sur en Guantánamo. Hoy, a casi un año del huracán, hacen un esfuerzo diario por recomenzar.

Yunairis Matos y su familia fueron de las primeras personas que recibieron un colchón donde dormir y un kit de cocina, una donación gestionada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo con apoyo del Fondo Central de Emergencia de Naciones Unidas (CERF, por sus siglas en inglés), en el marco del Plan de Acción ante la emergencia de esa organización en el país.

“Para la magnitud de lo que pasó aquí, cualquier contribución, aunque sea pequeña nos ha hecho mucho bien”, dice Yunairis cuando se le pregunta por los insumos donados.

Persona afectada por el huracán Rafael en Guantánamo en una habitación, con un colchón nuevo recibido como apoyo a la recuperación de las codiciones de habitabilidad básicas  de su vivienda

Yunairis Matos tuvo que mudarse a una vivienda pequeña en una zona elevada de la zona de San Antonio del Sur en Guantánamo tras el paso del huracán Rafael en el 2024, tras perder buena parte de sus bienes en la inundación que vino asociada. Con el aporte de la respuesta a desastres coordinada por PNUD, pudo obtener un colchón con el cual comenzar a rearmar su vivienda.

Otros 9 042 colchones fueron distribuidos bajo este mecanismo, solo en Guantánamo, para la población afectada de los municipios Maisí, Baracoa, Imías y el mismo San Antonio del Sur de Guantánamo; así como a instituciones de salud como hospitales, un hogar de ancianos y un centro de atención psicopedagógica.  

En el país, las acciones de respuesta del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) ayudaron a adquirir 28 923 colchones, 27 000 lonas para cobertura de viviendas, 1 921 módulos de techo y otros recursos para contribuir a la recuperación de las condiciones de habitabilidad básica de las viviendas, ante los impactos de los huracanes Rafael, Oscar y los sismos ocurridos en el año 2024.

En alianza con socios de la cooperación y mediante la readecuación de fondos propios, el PNUD movilizó 3,6 millones de USD, con el fin de apoyar la respuesta vinculada a los albergues temporales, la vivienda y la recuperación temprana.  

Estas acciones contaron con el apoyo (por orden alfabético) de:

  •  la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE),

  •  el Fondo Central de Emergencia de Naciones Unidas (CERF),

  •  la Oficina de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA),

  •  el Programa de Preparación ante Desastres de la Oficina de Ayuda Humanitaria y Protección Civil de la Unión Europea (DIPECHO) 

  • y la Unión Europea en Cuba.  

Apoyo del PNUD y sus socios donantes a los impactos de los huracanes Oscar y Rafael:

3.6

millones USD

movilizados.

28 923

colchones unipersonales.

27 000

lonas

para coberturas temporales de techos.

11 180

lámparas recargables

1921

módulos de techo

para viviendas refugio.

9120

kits de cocina

Un lugar desde donde recomenzar 

En 2024, en menos de tres semanas, Cuba se vio afectada por dos huracanes y dos eventos sísmicos de más de 6 grados en la escala de Richter.

Como consecuencia de estos eventos extremos, más de 46 000 viviendas fueron dañadas de modo parcial o total.

Entre los insumos adquiridos por PNUD con la contribución de sus donantes ante estos impactos, se encuentran también unas 11 180 lámparas recargables y 9 120 kits de cocina y 1257 toallas.

Desde octubre de 2024, el PNUD colaboró además con las autoridades cubanas en las gestiones para la distribución de otro donativo de 1 000 lonas, 1 000 sets de cocina, 1 000 palas pequeñas y 600 kits de herramientas de emergencia, enviados en vuelos humanitarios para apoyar la creación de alojamientos temporales y la recuperación de las condiciones de habitabilidad básica de viviendas afectadas.

Estos insumos arribaron a Cuba gracias a la contribución del Mecanismo de Protección Civil y Ayuda Humanitaria de la Unión Europea y la Unión Europea en Cuba.

Además, con apoyo del CERF, se distribuyeron 4 000 lonas preposicionadas para habilitar refugios temporales, en los municipios más afectados de la provincia Guantánamo.   

a car parked in a parking lot

Insumos como las lonas permiten cubrir de manera inmediata partes de las viviendas e instalaciones de servicios comunitarios básicos dañadas, mientras que los módulos de techo facilitan la habilitación de viviendas refugio.

Los colchones y kits de cocina aportan al restablecimiento de las condiciones básicas de habitabilidad de las viviendas; en tanto, las palas y herramientas de emergencia se destinan a optimizar el trabajo de las brigadas para la reconstrucción resiliente.

Las bases de la resiliencia

Ladis Milian pasó el huracán Rafael refugiada con sus nietos en un cuarto cercano. Cuando salió había perdido casi la totalidad de su techo y muchos efectos personales y recuerdos.

Hoy puede dormir a su bisnieto en el cuarto en las tardes, gracias al módulo de techo donado por CERF y adquirido por PNUD.

Solo en Artemisa fueron entregados 1 222 módulos de techos, de un total de 1 933 distribuidos de conjunto con la provincia de Guantánamo, unas 15 467 tejas de alta calidad, con sus tornillos, tuercas y arandelas.

Desde hace más de 15 años el PNUD trabaja junto a Cuba en función de la preparación, respuesta y recuperación temprana ante la ocurrencia de desastres.  En esa labor ha facilitado formación para enfrentar en mejores condiciones la ocurrencia de desastres, apoyado la habilitación de viviendas refugio y el restablecimiento de condiciones de habitabilidad con medios básicos de vida, junto a instituciones nacionales y socios donantes.  

También promueve la recuperación y revitalización de los sistemas de alerta temprana meteorológicos e hidrológicos y la formación de capacidades para la reconstrucción resiliente.  

Contribuye además con el fortalecimiento de la producción local de materiales de la construcción y la recuperación y revitalización de los sistemas de alerta temprana meteorológicos e hidrológicos, como parte de las acciones de preparación y por una mayor resiliencia ante desastres en el sector de la vivienda.  

Las familias de Yunairis Matos en Guantánamo y Ladis Milian en Artemisa tienen aún un trecho largo para recuperar sus condiciones de vida previas a los fenómenos meteorológicos. Contribuciones de la respuesta a desastres como las recibidas, aportan a la recuperación de las condiciones de habitabilidad básica tras el paso del huracán. Otras acciones del país y proyectos donde participa el PNUD están hoy apoyando la creación de capacidades de resiliencia en dichos territorios.  

Aun con muchos retos pendientes para una recuperación plena, algunas de estas familias pueden comenzar a volver a una casa con condiciones fundamentales para llamarla hogar.