Todo esfuerzo quiere su fruto: folletos técnicos para productoras y productores de frutales

31 de Octubre de 2022

Los aprendizajes sobre temas como la poda, el aporvechamiento poscosecha, la inocuidad y otros del proyecto Agrofrutales son tratados en los folletos compartidos.

“Una vez un viento podó un árbol de aguacate en mi patio, después de eso dio más frutos que nunca. Es la naturaleza dándonos lecciones”, dice Ariel Álvarez, productor agrícola de la Cooperativa Álvaro Reynoso de Artemisa, como quien devela una verdad olvidada en el tiempo. 
 
“El conocimiento de poda es muy poco. Para mí, las cosechas que siguieron a nuestro trabajo con los frutales y la poda no tienen nada que ver con las anteriores.  Entonces hay que llevar este conocimiento a las bases productivas, pues tenemos el modo de hacerlo. Es una herramienta básica para alcanzar los resultados que necesitan las comunidades”.

Ariel es uno de los productores que participaron en el “Proyecto de apoyo al fortalecimiento de cadenas de frutales a nivel local”, Agrofrutales, implementado por el Instituto de Investigaciones en Fruticultura Tropical (IIFT) del Ministerio de la Agricultura de Cuba y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) con el apoyo financiero del Gobierno de Canadá.

La sostenibilidad de las cadenas de frutas es clave para contribuir al bienestar nutricional y económico de las comunidades. El proyecto Agrofrutales ha puesto a disposición de productoras/es y directivas/os 6 folletos técnicos para divulgar entre los actores de las cadenas buenas prácticas para la poda, la cosecha, la poscosecha, el procesamiento artesanal, la disminución de pérdidas, el control de la calidad y la inocuidad. Fueron elaborados por un grupo de investigadores del IIFT en interacción con productoras/es y sus prácticas.

Los folletos fueron distribuidos en una presentación realizada en la jornada de celebración del Dia Mundial de la Alimentación, facilitando su distribución a productoras/es artemiseños. En ese encuentro se debatió sobre los retos en torno a los principales desafíos que enfrentan los actores de las cadenas de frutales para lograr encadenamientos productivos eficientes y sostenibles.

“Cuando nos toca madurar el mango es que notamos las pérdidas porque no hemos hecho una preparación adecuada de la cosecha”, dice Indalecio Borges, productor de la cooperativa Camilo Cienfuegos de Alquízar, refiriéndose a una de las principales afectaciones del campo cubano abordada en los folletos.

“Muchas veces la poda incide en el tema de la pérdida, porque las matas están muy altas y llevan el doble de la fuerza de trabajo para aprovechar la producción. Por eso, las capacitaciones de este proyecto han sido claves y hay que apoyar al campesino. En la estiva, en los elevados, también se pierde mucha cosecha. Así como en las fallas de encadenamientos productivos, comenta Luis Alberto Betancourt, de la cooperativa Antero Regaldo.

Las pérdidas poscosechas constituyen un problema en las cadenas agroalimentarias a nivel global, repercuten en su sostenibilidad económica e impactan en la seguridad alimentaria y la nutrición de las personas. Folletos como los compartidos, pretenden sensibilizar y capacitar a diversos actores de las cadenas de frutales sobre algunas de las causas que propician el incremento de las pérdidas y las acciones para disminuirlas.

“Necesitamos ayudar al final de la cadena, cómo vamos a proteger esa fruta que no llega para procesarla y que no se nos quede porque es un fenómeno muy frecuente”, insiste Ricardo Laso, de la cooperativa Álvaro Reinoso.

“Los gobiernos locales deben organizar y liderar las cosechas de frutales, del mismo modo que otras producciones”, explicó Emilio Farrés Armenteros, Coordinador Técnico del Proyecto Agrofrutales.  “Es un momento propicio, pues antes había mucha resistencia cultural y organizativa y, ahora, son ideas cada vez más compartidas”.

Aunque las afectaciones propias de la etapa de COVID-19 y otros aspectos como la escasez de combustible han afectado particularmente las producciones, el proyecto Agrofrutales, a partir de la transferencia de insumos de tecnología y conocimiento, evidencia logros positivos. Las producciones de papaya, mango y guayaba de las entidades beneficiarias del proyecto se han incrementado.

El liderazgo de mujeres es fundamental en las tareas de producción agrícola

Para Delkis Campos Martínez, directora de la empresa Cítricos Ceiba, el proyecto le ha permitido aprender a diversificar producciones y ser resiliente ante las circunstancias adversas. “Producimos mango, guayaba, papaya, acerola, pitaya, maracuyá, arándanos y se ha retomado la siembra de cultivos varios y hortalizas”. 

“Hemos obtenido tecnología en tema de las podas y conocimiento de como trabajar en el marco de espacios estrechos, con el asocio de cultivos.  Esto nos ha ayudado a obtener buenos ingresos.
En días difíciles tenemos que innovar y crecernos. Las mujeres hemos aprendido a ser capaces de empujar las cosas por nosotras mismas. Por eso nosotras hemos diversificado nuestras producciones y cultivos para dar más empleo a mujeres”.

Autores y autoras de los folletos:

Emilio Farrés Armenteros, MSc. Zita María Acosta Porta, Ing. Sheyla Abreu Saiz, MSc. Tania Mulkay Vitón. Aquí faltan autores.