Iniciativa Ecuatorial: 20 años de acción local frente a los desafíos globales

5 de Abril de 2022

Durante 20 años, el Premio Ecuatorial ha destacado las soluciones locales al cambio climático, la pérdida de biodiversidad y otros desafíos urgentes.

Imagen: Iniciativa Ecuatorial

Este año se cumple el 20º aniversario del primer Premio Ecuatorial, ocasión en la que el PNUD y los socios de la Iniciativa Ecuatorial reconocieron los éxitos locales de 28 iniciativas de comunidades indígenas y locales por sus soluciones de vanguardia en materia de naturaleza, clima y desarrollo sostenible.  

Las soluciones de los ganadores abordaron los problemas más acuciantes de la época: la pérdida de biodiversidad, el cambio climático y la deforestación, agravados por el peso aplastante de la desigualdad. Veinte años después, hay pruebas de que estos problemas no han hecho más que intensificarse, hasta el punto de convertirse en una cuestión de supervivencia para la humanidad. El último informe de la ONU sobre la biodiversidad (en inglés) muestra que estamos entrando en un periodo de extinción masiva: vamos camino de perder un millón de especies en las próximas tres décadas. Por su parte, el reciente informe de la ONU sobre el clima afirma que se nos están acabando las posibilidades de reducir los impactos de la crisis climática, incluso cuando los impactos del cambio climático están empezando a superar la capacidad de adaptación de nuestro mundo. Este año, la deforestación en el Amazonas va en camino de registrar el ritmo más rápido en 14 años, mientras que ya hemos perdido más de 62 millones de hectáreas de bosques tropicales entre 2002 y 2019. Y un reciente informe del PNUD sobre el desarrollo humano mostró que la desigualdad ha revertido hasta un 20 % de los avances en materia de desarrollo

Los ganadores del Premio Ecuatorial 2002 abordaron estos retos y muchos otros, tales como la seguridad alimentaria, la salubridad del agua y los derechos sobre la tierra, con sus soluciones innovadoras e integradoras basadas en la naturaleza. Por ejemplo, un nuevo modelo de "zonas marinas gestionadas localmente" puso la gestión sostenible de la pesca, así como la seguridad alimentaria, en manos de las comunidades locales de Fiji; un colectivo de recolectores de caucho en el Brasil ayudó a garantizar los derechos Indígenas y a mantener los medios de subsistencia al tiempo que se conservaban los árboles; una zona de conservación comunitaria en Kenia demostró cómo un alojamiento ecológico basado en la comunidad podía satisfacer las necesidades de los pastores locales al tiempo que beneficiaba a la conservación de la naturaleza. De hecho, muchos de los avances en la protección de la tierra y la conservación de la biodiversidad en las últimas dos décadas han sido gracias a los pueblos indígenas (en inglés). 

Categorías del Premio Ecuatorial de este año: transformaciones sistémicas 

Este año, la Iniciativa Ecuatorial organiza la 13ª edición del Premio Ecuatorial, que destacará las iniciativas de los pueblos indígenas y las comunidades locales que representan tres transformaciones sistémicas respecto a las prácticas habituales, mostrando un camino hacia un futuro sostenible. 

Crear una red de seguridad planetaria 

La primera transformación es la necesidad urgente de crear una red de seguridad planetaria basada en la naturaleza. Esta categoría incluye soluciones para proteger y restaurar los ecosistemas esenciales que pueden salvaguardar los alimentos y el agua, secuestrar el carbono y mantener los medios de vida de miles de millones de personas. Dado que hasta una cuarta parte de la superficie terrestre está gestionada por pueblos Indígenas, salvaguardar los derechos de los pueblos Indígenas a sus tierras y territorios es fundamental para crear una red de seguridad planetaria. 

Redefinir la prosperidad y el desarrollo 

La segunda transformación tiene que ver con la necesidad urgente de redefinir la naturaleza misma del desarrollo. En 2020, el PNUD publicó un innovador Informe sobre Desarrollo Humano centrado en el desarrollo humano y el Antropoceno. El informe concluyó que ningún país había alcanzado un alto nivel de desarrollo humano sin haber tenido antes un impacto medioambiental significativamente negativo. Esta categoría incluye la integración de la naturaleza en los planes y políticas de desarrollo, la garantía del imperio de la ley en la defensa de la naturaleza y el fomento de políticas positivas para la naturaleza en las comunidades de todo el mundo, de modo que la sociedad pueda por fin desvincular el desarrollo humano del daño medioambiental. 

Crear una nueva economía verde e inclusiva para el futuro 

La tercera transformación trata de la necesidad urgente de crear una nueva economía que satisfaga las necesidades de la sociedad sin socavar el capital natural del que depende la vida en la Tierra. Esta categoría incluye la aceleración del cambio de las prácticas habituales en materia de recursos naturales a prácticas sostenibles y regenerativas en la agricultura, la agrosilvicultura, la silvicultura y la pesca. También significa situar a las comunidades locales y a las pequeñas empresas en el centro de las cadenas de suministro justas y sostenibles, garantizar que los productos básicos no contribuyan a la deforestación y promover bioeconomías justas e inclusivas. 

No podemos esperar otros 20 años: es el momento de actuar 

Hace cincuenta años, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente lanzó una nueva era en la acción medioambiental mundial, creando la Declaración de Estocolmo y el Plan de Acción para el Medio Ambiente Humano. Ese mismo año, el Club de Roma publicó un informe histórico, llamado "Los límites del crecimiento" (en inglés), el primero en afirmar claramente que el mantenimiento de una trayectoria de población, industrialización, consumo excesivo y contaminación sin control provocaría una crisis existencial para la humanidad. 

Hace treinta años, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo en Río de Janeiro, puso en marcha un plan de acción internacional en materia de medio ambiente, llamada Agenda 21, que incluía el lanzamiento de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y el Convenio sobre la Diversidad Biológica.  

Hace cincuenta años ya sabíamos que teníamos que cambiar drásticamente la trayectoria de nuestras decisiones de desarrollo. Pero las acciones a nivel nacional han sido lentas y esporádicas y se nos está acabando el tiempo. Apoyar, reproducir y ampliar la acción local innovadora sobre la naturaleza y el clima es una de las formas más rápidas de catalizar el progreso. Durante veinte años, el Premio Ecuatorial ha puesto de relieve la acción local. Hasta ahora se han premiado 264 iniciativas y cada una de ellas muestra un camino viable hacia un futuro más sostenible y habitable para todas las personas. 

Nunca antes ha sido tan importante el proceso de identificación de historias de éxito Indígenas y locales. La nominación para el Premio Ecuatorial de este año está abierta hasta el 8 de abril.

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