5 formas en que la inteligencia artificial puede ayudar en la respuesta a las crisis
Vivimos en tiempos turbulentos. El número de conflictos violentos en el mundo es el más alto desde la Segunda Guerra Mundial. La frecuencia e intensidad de los desastres climáticos están aumentando. Nuestra capacidad para responder a estos desafíos como comunidad internacional está a prueba como nunca antes.
Las respuestas rápidas y específicas pueden salvar vidas, reducir costos y acortar los tiempos de recuperación, permitiendo que las comunidades vuelvan a la normalidad más pronto. Un apoyo oportuno puede significar un día menos en un campo de refugiados, sin atención médica o enfrentando riesgos de abuso. Las consecuencias son enormes.
Aquí entran en juego la inteligencia artificial y la digitalización. La tecnología está transformando todos los ámbitos de trabajo, y la respuesta a crisis no es una excepción. En el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), estamos aprovechando estas herramientas para ofrecer un apoyo más rápido e inteligente a las personas afectadas por crisis.
Como ocurre con otras tecnologías, las herramientas y aplicaciones de inteligencia artificial están impulsadas por el mercado y moldeadas por las necesidades del sector privado. En el sector humanitario y de desarrollo, estamos aprovechando estos avances y probando cómo esta tecnología puede integrarse en nuestros procesos para aumentar nuestra eficacia. Más recursos y experiencia del sector privado pueden acelerar este proceso.
Aquí te mostramos cómo utilizamos la inteligencia artificial actualmente y cómo prevemos que sea su aplicación en la respuesta a crisis en el futuro.
Evaluaciones de impacto en tiempo real
Tras una crisis, contar con datos oportunos sobre daños e impactos es esencial. En la Oficina de Crisis hemos desarrollado herramientas de Sistemas de Información Geográfica (GIS, por sus siglas en inglés) que ofrecen información rápida sobre las zonas afectadas, las poblaciones, la infraestructura, las estimaciones de escombros y el uso del suelo. Componentes clave para planificar los esfuerzos de rescate y recuperación.
Impulsada por la inteligencia artificial, nuestra herramienta de Evaluación Rápida Digital (RAPIDA) se basa en herramientas GIS y aprovecha imágenes satelitales, redes sociales y datos de iluminación nocturna para proporcionar información en tiempo real tras una crisis. Por ejemplo, después del terremoto de Herat, en el Afganistán, la herramienta RAPIDA nos ayudó a identificar las ubicaciones afectadas para realizar evaluaciones presenciales. Esto permitió ahorrar tiempo y obtener datos valiosos de áreas remotas y de difícil acceso. Pudimos estimar la cantidad de casas dañadas y el tonelaje de escombros al incluir información sobre materiales de construcción y las dimensiones de las estructuras.

Optimización del despliegue del personal en el terreno
En una crisis, contar con el personal adecuado en el terreno es fundamental. Nuestra plataforma de despliegue, impulsada por EVA.ai, está diseñada para emparejar a personal capacitado con las necesidades en el lugar. La herramienta tiene en cuenta la experiencia, la disponibilidad, la proximidad geográfica, los idiomas y la trayectoria en asignaciones similares. EVA.ai puede identificar al instante a los expertos más adecuados y confirmar su interés y disponibilidad.
Esta capacidad es clave para una organización que este año desplegó a más de 2.450 personas a través de su red. Estos expertos brindaron apoyo a más de 150 oficinas del PNUD, incluidas las ubicadas en contextos de crisis como Siria, Ucrania y Barbados. Para fortalecer esta red, en el PNUD realizamos recientemente una convocatoria global que atrajo más de 25.000 postulaciones. Para los solicitantes, algunas herramientas de inteligencia artificial, como la opción de autocompletar, redujeron el tiempo de aplicación a solo dos minutos y medio.

Experiencias de aprendizaje personalizadas
Estar preparados para responder a crisis como organización exige una mejora continua de habilidades. Nuestra Crisis Academy (academia para crisis) ofrece capacitación y oportunidades de aprendizaje específicas para preparar al personal del PNUD encargado de responder a las crisis, así como al personal de nivel medio y superior seleccionado tras un riguroso proceso de aplicación.
Además de cursos asincrónicos en línea y capacitaciones en vivo y presenciales, Crisis Academy está probando tecnologías para mejorar las experiencias de aprendizaje. En una reciente capacitación de respuesta rápida realizada en Nueva York, utilizamos realidad aumentada para crear una simulación inmersiva de crisis, permitiendo a los participantes evaluar virtualmente los daños y los impactos. De manera similar, esta herramienta también puede emplearse para configurar una "mochila" virtual con recursos clave, como sesiones informativas previas al despliegue, resúmenes del país y requisitos de seguridad y médicos. Todo lo necesario para el personal de respuesta a crisis antes de volar hacia una misión.
De cara al futuro, nuestra visión es personalizar aún más el aprendizaje con módulos impulsados por inteligencia artificial, que permitan capacitaciones adaptadas a las necesidades y experiencia de cada participante.

Asistencia digital en misiones de crisis
Las personas experimentadas encargadas de responder a las crisis conocen bien la dificultad de encontrar la información adecuada mientras intentan redactar un documento de programa a contrarreloj. En diversas industrias, tareas clave, como la movilización de recursos, la elaboración de documentos de proyectos o la comunicación con donantes, pueden realizarse de manera más eficiente con la ayuda de un asistente digital. La clave aquí es entrenar al asistente digital de manera precisa y adecuada.
Para ello, hemos reunido todos nuestros recursos y herramientas, incluidas nuevas notas de orientación y documentos de esfuerzos de respuesta a crisis en Siria, Türkiye y otros países, para crear un Centro de Respuesta a Crisis. Además de albergar documentos clave, la plataforma incluye un chatbot de inteligencia artificial para ayudar a acceder rápidamente a la información, así como un “copiloto” para asistir en la preparación de documentos de proyectos y estrategias de respuesta. El “copiloto” continúa mejorando a medida que le proporcionamos más información.

Gestión preventiva de crisis
En el PNUD también estamos invirtiendo en sistemas de alerta temprana, pasando de una gestión de emergencias reactiva a una proactiva. Nuestro Crisis Risk Dashboard (tablero de riesgo de crisis) combina datos históricos y en tiempo casi real con pronósticos de riesgo a futuro, para proporcionar a las oficinas nacionales una plataforma centralizada para monitorear, analizar y visualizar los riesgos. El tablero aprovecha la inteligencia artificial para limpiar, analizar y resumir los datos.
Esta herramienta es útil para predecir riesgos e identificar puntos críticos antes de que escalen, y puede adaptarse a contextos y necesidades específicas de los programas. En Sri Lanka, se utiliza para monitorear discursos de odio, violencia religiosa y problemas macroeconómicos, mientras que en el Ecuador se usa para rastrear desplazamientos y migración.
Queremos convertirlo en una plataforma de acción, donde un riesgo crítico de crisis pueda activar automáticamente las respuestas corporativas necesarias, incluidos los recursos y el despliegue de personal. Con los avances en inteligencia artificial y el acceso a mejores datos, esta herramienta puede convertirse en una solución clave de alerta temprana para el sistema de la ONU.

Equilibrando la seguridad con la exploración
En el PNUD, así como para otras organizaciones, creemos que adoptar estas tecnologías puede llevar a una mayor eficiencia en los esfuerzos de respuesta a crisis. Desde evaluaciones en tiempo real hasta aprendizaje personalizado y contar con un asistente digital en misiones de crisis, la inteligencia artificial puede convertirse en nuestro copiloto para construir un mundo más resiliente.
Sin embargo, reconocemos que todas las nuevas tecnologías conllevan riesgos. Debemos establecer medidas de protección para garantizar su uso ético y proteger la privacidad. Es necesario abordar desafíos como el sesgo, la garantía de calidad y la falta de datos. En última instancia, la supervisión humana sigue siendo esencial.
Con la adopción del Pacto Digital Global en la Cumbre del Futuro de 2024, los líderes mundiales dieron un paso clave para el logro de una inteligencia artificial que beneficie a todas las personas. Este primer marco global integral para la cooperación digital y la gobernanza de la inteligencia artificial incluye compromisos para conectar a toda la población a Internet, proteger la privacidad, garantizar un espacio en línea seguro y poner los derechos humanos en el centro de la cooperación digital.
El potencial es inmenso. Es hora de aprovechar esta herramienta de manera segura y efectiva, o arriesgarnos a quedarnos atrás en nuestra capacidad para ayudar a quienes más lo necesitan.
Este artículo ha sido actualizado a partir de la versión publicada originalmente por el Foro Económico Mundial.