Emprendedoras conquistan mercados internacionales

El programa Mujer Exporta ha capacitado, asesorado y conectado a emprendedoras con oportunidades en 25 países

27 de Junio de 2025
A person in an apron and mask fills bags with products on a work surface, surrounded by packaged items.Trabajador con guantes negros pesa un paquete azul en una mesa de producción, con muchos paquetes similares cerca.

Las Pequeñas Empresas, como Pancho's Kitchen, contribuyen a dinamizar el mercado laboral.

Cortesía MICI

En una pequeña cocina de Juan Díaz, Beatriz Martínez preparaba comida natural para salvar la vida de un perro rescatado al que bautizó Obi Wan Kenobi. Lo que comenzó como un gesto de amor, se transformó en Pancho’s Kitchen, una empresa pionera en alimentos premium para mascotas que hoy exporta a varios países y opera desde plantas industriales en Panamá y Colombia.

Pancho’s Kitchen es solo una de las más de 80 empresas lideradas por mujeres que han encontrado en Mujer Exporta un trampolín para sus sueños empresariales. Impulsado por el Ministerio de Comercio e Industrias de Panamá con apoyo técnico del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el programa ha sido una puerta de entrada al comercio internacional para mujeres de todo el país, desde el sector agrícola hasta la moda, la agroindustria o la tecnología.

Desde su lanzamiento en 2020, Mujer Exporta ha capacitado, asesorado y conectado a emprendedoras con oportunidades en 25 mercados internacionales como Emiratos Árabes Unidos, Canadá, Alemania, Reino Unido, Taiwán y Estados Unidos, abriendo nuevas rutas comerciales y rompiendo barreras históricas de género.

De la tradición al mercado global

Uno de los casos emblemáticos es el de Oro Moreno, una chocolatería panameña que transforma el cacao local en bombones artesanales reconocidos por su sofisticado sabor y diseño. Gracias al programa, sus productos han alcanzado prestigio internacional, incluso formando parte de los vuelos de Copa Airlines como símbolo de lo mejor del país.

También destaca el caso de Santé Cutarras, una empresa que fabrica el tradicional calzado panameño. Mediante el acompañamiento digital del programa, ha logrado posicionarse en mercados tan exigentes como Estados Unidos, Canadá y España. “La tecnología fue la llave para llevar nuestras raíces culturales al mundo”, afirman sus creadoras.

Mujeres trabajan decorando bombones de chocolate

Oro Moreno Panamá conquistó un los vuelos internacionales de Copa Airlines, símbolo de los mejor del país.

Cortesía MICI

Para Katia Serracín, fundadora de Panama Gourmet Food, la exportación es también una oportunidad de hacer crecer a otros. Luego de estudiar ingeniería en negocios y comercio exterior, y descubrir el potencial de las conservas de pixbae, Serracín creó una red de maquila que hoy conecta a unos 45 emprendedores y da vida a más de 80 productos panameños listos para exportar.

“No se trata solo de crecer como empresa, sino de hacer brillar a otros que sueñan con tener sus productos en el mercado”, afirma Katia. Su modelo de negocio colaborativo, apoyado por Mujer Exporta, ha demostrado que la solidaridad empresarial también puede ser estratégica.

De la pérdida agrícola a la innovación sin gluten

Sunny Mills, la empresa liderada por Marlenne Saldarriaga, surgió como respuesta a una problemática: los productores de tubérculos perdían hasta el 40% de su producción al no encontrar salida comercial. Así nació una idea audaz: convertir esos excedentes en harinas libres de gluten para personas con intolerancias alimenticias.

“Tras la pandemia, tuvimos que reinventarnos. Con la ayuda del programa Mujer Exporta, descubrimos nuevos nichos como el mercado étnico africano en Canadá y el Caribe”, cuenta Marlenne. Hoy, su empresa planea exportar productos como harina de ñame, yuca y el tradicional fondo —hecho con hojas tiernas de yuca—, reduciendo desperdicio y aumentando el valor agregado.

nfografía que destaca a las mujeres exportadoras en Panamá, con estadísticas y un mapa.

Los números respaldan el impacto: unos 3,000 empleos generados directa e indirectamente, muchos de ellos ocupados por mujeres en sectores tradicionalmente dominados por hombres. El acceso a mercados globales ha permitido a estas empresarias lograr autonomía financiera, visibilidad internacional y liderazgo económico en sus comunidades.

Para el PNUD, el valor del programa no está solo en la promoción comercial, sino en su enfoque inclusivo y sostenible. 

A pesar de los logros, los retos continúan: acceso desigual al financiamiento, capacitación avanzada y herramientas tecnológicas son aún barreras reales para muchas emprendedoras. Pero programas como Mujer Exporta representan un modelo que equilibra la cancha, ofreciendo formación especializada, inteligencia de mercados y redes estratégicas.

El uso de inteligencia artificial para análisis de tendencias, las alianzas con cámaras de comercio internacionales y el aprovechamiento de tratados comerciales son parte de la nueva etapa del programa.

Trabajador con guantes negros pesa un paquete azul en una mesa de producción, con muchos paquetes similares cerca.

Los productos de las pequeñas empresas han logrado penetrar mercados exigentes.

Cortesía MICI

Desde el chocolate artesanal hasta la innovación alimentaria, las mujeres panameñas están construyendo un nuevo paradigma exportador. Uno donde la economía no solo crece, sino que lo hace con equidad. Y en ese camino, el PNUD y el Gobierno de Panamá siguen apostando a largo plazo.

Como dice Beatriz Martínez, “este no es solo mi sueño. Cada bolsa de comida que exportamos es una oportunidad que nació en Panamá y que hoy alimenta a otros, literal y simbólicamente. Esa es la fuerza de creer, de prepararse y de atreverse”.

Tras la pandemia, tuvimos que reinventarnos. Con la ayuda del programa Mujer Exporta, descubrimos nuevos nichos como el mercado étnico africano en Canadá y el Caribe”.
Marlenne Saldarriaga, emprendedora