Mapeando el paisaje de soluciones para la economía circular y mejorar la gestión de residuos sólidos

1 de Marzo de 2023

Al iniciar este camino de aprendizajes sobre la gestión de residuos sólidos en Panamá, nos sentimos como una parada de metro en hora pico, al tener algunas reuniones iniciales sobre el tema, algunas frases recurrentes fueron: “hay mucho pasando, pero muy disperso”, “nos pisamos los zapatos, no estamos coordinados” y “todos queremos tomar acción, pero no nos ponemos de acuerdo.”

Como la parábola del elefante y las personas ciegas, pareciera que podemos entender las “partes” del problema, pero nos cuesta ver su totalidad – y además, cada uno cree que la parte que puede tocar es la más esencial.

Ilustración de los hombres ciegos y el elefante

Y sí, es cierto, hay gente tomando acción con mucha voluntad, creatividad e ingenio para crear cambios desde distintos frentes – y, también en palabras de muchas personas con las que hemos conversado “tenemos mucho de lo que se necesita para transformar el sistema de residuos en Panamá.”

Sin embargo, cuando hablamos sobre el manejo de los residuos, fácilmente empezamos a señalar culpables. Seguramente al leer esto ya estás señalando a algún actor – y es normal. Donella Meadows, científica ambiental, en su libro “Pensamiento en Sistemas”, plantea algo intrigante:

“Hay que dejar de buscar culpables y pensar ¿cuál es el sistema?”

Y de acá algo más emerge. A menudo hablamos de sistemas, pero no es intuitivo saber a qué nos referimos. Para entender mejor este concepto, necesitamos usar “lentes sistémicos.”

De manera simple, Donella plantea que un lente sistémico nos permite recuperar nuestra intuición sobre sistemas completos, entender sus partes, interconexiones y funcionamiento.

Pero, sobre todo, hacer una pregunta clave:

“¿qué pasaría sí…?”

Pensar en sistemas implica ser creativos y valientes para rediseñar el sistema que queremos cambiar (para mejor). Sin embargo, para cambiar un sistema, primero necesitamos entenderlo.

Fases de este ciclo de aprendizaje

Por lo tanto, antes de saltar a pensar en las soluciones, o incluso tratar de explicar el problema, se hace necesario entender el paisaje, porque la gestión de los residuos no existe en un vacío y tenemos un país de muchos contrastes [y actores] que van más allá de lo que vemos en Ciudad de Panamá. De aquí la primera pregunta en este proceso de aprendizaje:

¿cómo se ve el paisaje de actores y soluciones para la economía circular y la gestión de residuos sólidos en Panamá?

Para mapear estas soluciones y actores, utilizamos la plataforma de mapeo de soluciones de la Red de Laboratorios de Aceleración y un formulario sencillo que nos permitió entender el tipo de actor, materiales con los que trabajan, las etapas de la gestión de residuos y objetivo de desarrollo sostenible donde inciden.

Imagen de la plataforma de mapeo de soluciones.

Puedes acceder al demo del mapa interactivo aquí.

Sabemos bien que este no es el primer mapeo que se hace sobre este tema. Hay un montón de mapeos hechos por varias organizaciones. Basándonos en uno de los principios de los Laboratorios de Aceleración del PNUD, buscamos construir desde lo que ya existe y explorar y visualizar sus dinámicas para ir generando una visión compartida.

Así, en colaboración con varios ONU voluntarios, emprendimos la misión de hacer “un mapeo de mapeos” para visualizar ese paisaje inicial – y estas fueron las fueron las principales fuentes que utilizamos:

Imagen de las principales fuentes para el mapeo. Para este proceso también incluimos actores de la Red de Soluciones para la Economía Circular en Mercados Públicos creada desde el Mercado San Felipe Neri

En total, identificamos más de 200 soluciones y actores incidiendo en este tema a nivel nacional. Ciertamente, no son todos – y los paisajes no son estáticos. Sin embargo, hay algunos patrones interesantes que emergieron de esta vista panorámica:

Distribución de actores por tipo de organización

Más de la mitad de las soluciones mapeadas, son empresas dedicadas a la actividad de reciclaje (128). Muchas de estas son (PYMES) micro, pequeñas y medianas empresas que se dedican al reciclaje de metales. La mayoría de estas fueron mapeadas en la guía de reciclaje de 2014 (7 años atrás) – y es posible que una buena parte de estas ya no existan, debido a las prohibiciones de importaciones de reciclaje de China, intensificadas en 2018.

Por otro lado, en directorios más recientes como los de MiMar (2021) o Costa Recicla (2022), encontramos muchos más emprendimientos e iniciativas comunitarias (68) – y seguramente hay más que no están en estos directorios que es necesario incluir para entender mejor el paisaje. La mayoría de estas apuntan más hacia una perspectiva de economía circular y/o la innovación tecnológica/digital dentro de sus procesos.

En los resultados de este mapeo inicial, hay poca visualización de iniciativas de instituciones públicas, sin embargo, sabemos que muchas de estas tienen un alcance más nacional y – vinculadas a otros actores en los territorios, tienen el potencial de incrementar su impacto.

El mapeo también nos permitió identificar relaciones interesantes de estas soluciones y actores con distintos tipos de materiales.

Distribución por tipo de material tratado

Por ejemplo, el material con el que más tratan los actores, son los metálicos (116). Posiblemente esto se debe que existe una cadena de valor y un mercado atractivo para el reciclaje de estos materiales. Seguido en la lista están las soluciones dirigidas a plásticos (54), papel y cartón (39). Para residuos orgánicos, que son el tipo de residuos más generados en el país, encontramos 38 soluciones.

Otros, con un poco menos de cantidad de actores, se dedican a vidrio (29), textiles (24) y TetraPak (24) - y más de 40 actores que registraron tratar con “otros” materiales (43), especiales y peligrosos.

Por último, en la legislación nacional, los elementos o etapas de la gestión de los residuos son: origen, separación, recolección, tratamiento y disposición final.

El mapeo mostró que es necesario entender mejor el rol de cada actor que incide en cada etapa. Pareciera que una gran mayoría de las soluciones son parte de cada etapa de la gestión de los residuos, pero estos datos podrían ser algo engañosos – falta explorar más al respecto para crear un lenguaje compartido alrededor de las definiciones y roles relacionados a la gestión de residuos.

Distribución por incidencia en elementos de la gestión de residuos sólidos

Es importante mencionar que esta etapa del mapeo ha sido de escritorio para poder integrar lo que ya existe, por lo que es una visión aún muy panorámica. Sin embargo, nos llevamos estos aprendizajes como punto de partida para lo que sigue:

  1. Existe una gran diversidad de formas de entender y describir conceptos y acciones relacionadas a economía circular y gestión de residuos sólidos. En medio de tanta diversidad, no parece haber un lenguaje compartido.
  2. Lo de “nos pisamos los talones” tiene mucho sentido, ya que identificamos una gran diversidad de actores y eventos que inciden sobre temas similares, tomando acciones muy similares. Sin embargo, no parece haber mucha articulación o colaboración entre estos.
  3. Una discusión común es que no existen muchos datos que permitan entender mejor la gestión de los residuos, sin embargo, encontramos que hay una gran cantidad de datos de distintos actores que están dispersos y no se comunican o comparten. Si, necesitamos más datos, pero también necesitamos compartir y comunicar mejor lo que ya existe.
  4. Normalmente, tendemos a descartar del paisaje a los actores y soluciones que ya no están. Sin embargo, entender por qué algunas organizaciones, empresas o iniciativas institucionales ya no existen es tan importante como lo que aún está vigente.
  5. En los últimos años han surgido una gran cantidad de emprendimientos e iniciativas comunitarias para hacer frente al reto de los residuos sólidos, sobre todo fuera de Ciudad de Panamá. Es necesario identificar y reconocer más soluciones locales, ya que son claves para acelerar iniciativas de economía circular a nivel territorial.

En conclusión, nos dimos cuenta de que, realmente, ningún actor puede entender un sistema por sí mismo. Hacerlo implica un esfuerzo colectivo e intencional que nos permita saber cuál es el estado actual del sistema, sus dinámicas y comportamientos – y entonces pensar en alternativas para generar cambios sistémicos.

Lo cierto es que el paisaje seguirá cambiando. El mismo podrá hacerse más saludable o menos, y eso dependerá de la forma en la que colectivamente podamos rediseñarlo.

Mantente al tanto de nuestro próximo blog, donde te contaremos más sobre la siguiente fase, estaremos compartiendo aprendizajes sobre dinámicas del sistema que ya hemos empezado a identificar junto al ecosistema de actores relacionados a economía circular y gestión de residuos sólidos en Panamá. ¿Hay alguna que te interese explorar? Escríbenos a laboratorioaceleracion.pa@undp.org