Capítulo 2: Percepciones de pobreza y desigualdad en Colombia y demanda de políticas redistributivas

1 de Marzo de 2023

 

¿Por qué tener en cuenta las percepciones de desigualdad?
Los altos niveles de desigualdad generan resultados indeseables para una sociedad: restringen el desarrollo potencial de las personas y de las unidades productivas, generan tensiones entre grupos socioeconómicos y reducen la legitimidad de las instituciones políticas y económicas (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo [PNUD], 2017). Con mediciones tradicionales como el coeficiente de Gini1, en la última década Colombia se posicionó como el segundo país con mayor disparidad de ingresos en Latinoamérica y el Caribe2 (Banco Mundial, 2022b). En los últimos años, la desigualdad de ingresos en Colombia mostró una leve tendencia a la reducción3, hasta 2017 cuando volvió a aumentar, y la pandemia significó un retroceso importante. En términos de oportunidades, el acceso a la educación y a la salud, entre otros, han exhibido progresos importantes en el promedio nacional, aunque la calidad de estos y las brechas existentes continúan revelando grandes desafíos (PNUD, 2022). Asimismo, en Colombia se presentan muy bajos niveles de movilidad social. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) (2018) calculó que son necesarias 11 generaciones (más de 300 años), en promedio, para que una familia del 10% más pobre logre tener al menos el ingreso nacional promedio.

Estos datos evidencian que las brechas en Colombia son aún muy pronunciadas en términos de ingresos y oportunidades, según las mediciones tradicionales.