Mujeres, agua y bosque

Mujeres de la Microcuenca del Junco restauran sus ecosistemas

13 de Septiembre de 2022
mujeres en el bosque

Mujeres de la comunidad Santa Cruz de la Soledad

PNUD México

En la Comunidad de Santa Cruz de la Soledad en el municipio de Chapala, Jalisco se llevan a cabo actividades que amenazan a los ecosistemas, tanto a la vegetación, como a la fauna que la habita. El cambio de uso de suelo para urbanización o agricultura, así como la ganadería y los incendios forestales son amenazas que propician la pérdida de cobertura vegetal y de la conectividad entre zonas conservadas lo que afecta el hábitat de las especies, y causa erosión de los suelos, lo cual disminuye la capacidad de los ecosistemas para producir agua y filtrarla en el suelo y con esto, su disponibilidad para la población.

Sin embargo, en la Microcuenca del Junco, que forma parte del Área de Protección Hidrológica Cerro San Miguel Chiquihuitillo en la comunidad de Santa Cruz de la Soledad, se pueden encontrar ecosistemas en buen estado de conservación. Estos ecosistemas cumplen con la función de conexión ecosistémica, convirtiéndose en corredores biológicos para la biodiversidad, además de promover la recarga de los acuíferos Chapala y Cajititlán, y almacenar carbono en la vegetación, lo que a su vez contribuye a mitigar el cambio climático.

Con el fin de mantener los beneficios que aportan estos ecosistemas a las comunidades, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en México, en colaboración con la Asociación Intermunicipal para la Protección del Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable del Lago de Chapala (AIPROMADES), implementaron el primer ciclo del proyecto Resiliencia Hídrica. Lo que se buscó a través de este trabajo fue mejorar el estado de los ecosistemas, para mantener e incluso aumentar su capacidad para producir e infiltrar agua, así como mejorar la calidad de este recurso. Para ello, implementaron acciones con enfoque de Soluciones basadas en la Naturaleza (SbN), en el que las mujeres de la comunidad jugaron un papel muy importante.

 

Rompiendo con estereotipos

Tradicionalmente en los trabajos de conservación se excluye a las mujeres por considerarse un trabajo para hombres, sin embargo, en la Microcuenca del Junco son ellas quienes encabezan los trabajos de conservación y protección del territorio, incluyendo el trabajo en los ecosistemas y la lucha legal por la protección de su territorio. En este sentido, el que las mujeres se sumaran al trabajo en campo favoreció no solo que el impacto a nivel ecosistémico se superara, sino también que la comunidad se apropiara del proceso y del cuidado de sus cerros.

Hombres y mujeres que habitan en la comunidad de Santa Cruz de la Soledad desarrollaron diversas actividades destinadas a conservar y restaurar los ecosistemas. Entre estas acciones, los y las habitantes llevaron a cabo obras de conservación de suelo, remoción de especies invasoras, obras para prevenir incendios, revegetación con bombas de semillas y reforestación con especies nativas.

hombres y mujeres trabajando en el campo
hombres y mujeres trabajando en el campo

De manera particular, una brigada de 15 mujeres se encargó de realizar recorridos para identificar las plantas nativas de su región y para recolectar semillas. Tras la recolección de las semillas, estas mujeres las limpiaron e hicieron pruebas de germinación con sustrato y composta que ellas elaboraron.  Posteriormente, elaboraron bombas de semillas las cuales utilizaron para revegetar zonas que habían sido arrasadas por incendios forestales, y cuya recuperación era esencial para que pudieran seguir brindando los servicios ecosistémicos.

La brigada de mujeres se conformó por invitación directa, a través de AIPROMADES y se les convocó a participar en acciones como la construcción de barreras de piedra acomodada y elaboración de bombas de semilla. Con su involucramiento no solo hubo beneficios ambientales en los ecosistemas, sino que estas mujeres tomaron conciencia de los impactos del cambio climático y la importancia que tienen los ecosistemas en la provisión de recursos hídricos.

“Yo no venía al cerro hace mucho. Ahora me doy cuenta que puedo caminarlo, que puedo hacer muchas cosas para cuidarlo. Ahora que lo conozco, lo aprecio, lo quiero cuidar. Y sé que puedo hacerlo”
Juana Hernández

 

 

Reapropiación del territorio

La participación en la restauración y limpieza del cerro generó un sentido de identidad y de pertenencia de las mujeres con el entorno. De forma adicional, le dieron un nuevo valor y significado a su territorio y las empoderó, al reconocerse como sujetas activas e importantes en la toma de decisiones en la construcción de una comunidad resiliente.

Los talleres de fortalecimiento de capacidades fomentaron la integración del grupo al generar espacios de diálogo, escucha, tolerancia y resolución de conflictos. Todo lo anterior repercutió también en la recomposición de tejido social. La plaza se convirtió en un lugar significativo para la organización comunitaria en donde las mujeres toman parte.

 

 

Tomando la batuta

A partir del proyecto, las mujeres del Junco se han asumido como agentes de cambio y corresponsables de los problemas que afectan los ecosistemas de su territorio, particularmente los vinculados con el acceso al agua.

El trabajo de la brigada tuvo además un impacto positivo en el resto de las mujeres de la comunidad. Las mujeres demostraron que tienen capacidad para organizarse y distribuir tareas para que el  esfuerzo sea equitativo, evidenciando que ellas son parte importante en el proceso de restauración y conservación del territorio.

 

“Con el apoyo del proyecto estamos haciendo más fuerte nuestra voz, para que toda la comunidad quiera cuidar el cerro y sepa que es para nuestro bienestar. Juntas somos más fuertes y la comunidad se da cuenta de eso”.

María de Jesús López Rodríguez

Acciones participativas y gobernanza del agua

Tanto las actividades en campo para la conservación y restauración de los ecosistemas y sus servicios hídricos,  como   los   talleres   de   fortalecimiento   de   capacidades   en   temas socioambientales y actividades agropecuarias llevados a cabo en el marco del proyecto, contribuyeron  a  que  la comunidad  comprendiera  la  relación  que  existe  entre  la  naturaleza  y  el agua. Además, la comunidad se hizo consciente de la influencia que tiene el uso del territorio y las diferentes actividades sobre la disponibilidad del agua en cantidad y calidad. 

Estos aprendizajes tendrán un impacto en la toma de decisiones sobre el territorio y en la adopción de prácticas productivas  y de manejo  de  los  recursos  que  favorezcan  la conservación de los ecosistemas que hacen posible la disponibilidad de agua en la comunidad.

La brigada de mujeres del Junco continúa trabajando y mantiene el interés por seguir con la recolección de semillas con la intención de contar con un vivero comunitario para producir arbolado y aumentar la cobertura vegetal de su cerro.

 

Sitio de intervención antes

PNUD México

Sitio de intervención en proceso

PNUD en México

Sitio de intervención después

PNUD en México

El proyecto Resiliencia Hídrica, implementado por el PNUD en México y financiado por Fundación Coca-Cola busca reducir la vulnerabilidad hídrica de las personas y sus medios de vida en cuencas prioritarias, específicamente el Río Santiago y Río Zula en Jalisco, y el Río Alto Atoyac en Tlaxcala y Puebla. A través de la implementación y transversalización de Soluciones basadas en la Naturaleza (SbN), y del fortalecimiento de capacidades y gobernanza de las cuencas, se busca contribuir a la sostenibilidad de los recursos hídricos y al bienestar social y ambiental.