Agua y comunidad: soluciones locales para garantizar la seguridad hídrica en el sur de México

Comités comunitarios del agua actúan para reducir desigualdades y asegurar el acceso al agua en cantidad y calidad, con un enfoque de derechos y una visión de cuenca

23 de Marzo de 2023

Filtros para mejorar la calidad del agua | Manacal Llano Grande, Escuintla, Chiapas, México.

PNUD México | Aurora Fernández

Las condiciones preexistentes de desigualdad moldearon la intensidad de los impactos ocasionados por la pandemia de la COVID-19; es decir, no todas las personas fueron afectadas de la misma manera, al mismo tiempo y con la misma severidad, y no todas podrán recuperarse con la misma velocidad. 

Los impactos negativos derivados de la pandemia de la COVID-19 fueron particularmente graves en las zonas rurales indígenas del centro y sureste de México, y además aumentaron la vulnerabilidad de la población local, especialmente de las mujeres y jóvenes locales, por ejemplo, estas comunidades se enfrentaron a la pandemia sin acceso a agua potable. 

 

7.5%

de la población en México (más de 9 millones de personas)

no tiene acceso a agua potable.

8.6%

de la población (10.4 millones de personas)

no cuenta con servicios de saneamiento (CONAGUA, 2017).

Acarreo de agua por mujeres en Kimbilá, Timéuac, Yucatán, México.

PNUD México | Aurora Fernández

Aunado a la falta de acceso al agua, y, por tanto, a la ausencia de un ejercicio pleno de este derecho humano, las mujeres vieron recrudecer las desigualdades al estar en la primera línea de atención de la pandemia por el rol asignado a su género en labores de cuidado, en el trabajo no remunerado en el hogar o en los espacios productivos. Esto es particularmente relevante al hablar de la gestión del agua, puesto que, de acuerdo con ONU Mujeres, en el 80% de los hogares que sufren escasez de este recurso, las mujeres y las niñas son las responsables de la recogida de agua, por lo cual tienen que recorrer largas distancias y llevar cargas pesadas.

En este sentido, responder a la pandemia no solo supuso el reto de rectificar desigualdades históricas, sino también de construir estrategias de resiliencia en materia hídrica para el interés de todas las personas, con las mujeres al centro de las soluciones hacia la recuperación. Por lo anterior, en el marco del proyecto Reducción del impacto económico del COVID-19 y fomento a la recuperación temprana resiliente en comunidades de México el PNUD en México trabaja en 45 localidades de 8 estados del centro y sursureste de México (Campeche, Yucatán, Quintana Roo, Tabasco, Chiapas, Oaxaca, Puebla y Morelos) con el objetivo de fortalecer la seguridad hídrica de las comunidades, es decir, el acceso al agua en cantidad y calidad, con un enfoque de derechos y una visión de cuenca. 

"Padecimos bastante del agua. No podíamos tener una matita de sembrada porque no hay agua".
Mercedes Yanez, Ama de casa | Calakmul, Campeche

 

Para conocer las problemáticas específicas en las comunidades y diseñar soluciones técnicas sostenibles y asequibles, el PNUD en México realizó una Evaluación participativa de Afectaciones y Necesidades (EAN), la cual arrojó como uno de los hallazgos el limitado acceso y disponibilidad de fuentes de agua segura y limpia para consumo humano y para uso doméstico. Entre las problemáticas identificadas se encuentran:

  1. Deficiencias en los sistemas locales de agua potable por fugas, fallas en los sistemas de bombeo, válvulas, entre otras.
  2. Necesidades de almacenamiento y de mejora de los sistemas de distribución de agua que afectan a comunidades completas, espacios de uso colectivo y/o viviendas.
  3. Deficiencias en la calidad del agua para uso humano.
  4. Actividades productivas limitadas por la insuficiencia de agua para el riego de las huertas y, con ello, el impacto negativo en los medios de vida.
  5. Procesos de degradación y prácticas de manejo no sostenible de zonas de recarga y provisión de agua en las microcuencas y subcuencas.

     

Acalapa, Pahuatlán, Puebla, México.

PNUD México | Aurora Fernández

“Aquí se carece del agua y la gente necesita cisternas para poder captar el agua cuando llueve”.

Reyna Rodríguez - Comisaria Comunidad de Nueva Vida, Calakmul, Campeche.

Asimismo,  se realizaron diagnósticos in situ en coordinación con los comités comunitarios del agua, integrados por grupos de representación local, líderes y lideresas comunitarias que permitieron determinar las soluciones técnicas que debían implementarse en cada caso. 

Como resultado de los diagnósticos comunitarios y de la evaluación se determinaron 4 líneas de acción: 

  1. Captación y aprovechamiento de agua pluvial: Instalación de cisternas comunitarias tipo capuchinas y ollas de geomembrana para uso productivo. 
  2. Mejoramiento de redes locales de distribución de agua: Mejora e instalación de sistemas de distribución comunitarios, cambio de válvulas y accesorios para mejorar la presión del agua. 
  3. Mejoramiento de la calidad del agua: Construcción de biofiltros y rehabilitación de una planta purificadora de agua de lluvia. 
  4. Soluciones basadas en la naturaleza (SBN): Acciones de restauración de manglar con criterios de conectividad ecológica y reforestación asociada a prácticas de manejo silvopastoril, y reforestación natural de 50 hectáreas de selva.

     

Mejora de redes de distribución en Acalapa, Pahuatlán, Puebla, México.

PNUD México | Aurora Fernández
"Nosotros analizamos con la gente, tuvimos reuniones con los comités para ver qué necesidades hay".
Ildefonso Yah, promotor comunitario, Sur de Yucatán.

En cada una de las regiones el proyecto impulsó acciones diferenciadas, ya que se consideró el conocimiento local y las habilidades técnicas y de gestión de las personas integrantes de los comités locales, pues son las responsables de vigilar y apoyar en el mantenimiento de las soluciones de acceso al agua, asegurando así que sean sostenibles en el tiempo y que se logre el mayor impacto positivo en las comunidades.  

En suma, el proyecto aportó 275 acciones para mejorar la seguridad hídrica de las comunidades, que incluyeron:

  1. Rehabilitar 139 redes de distribución comunitaria.
  2. Instalar 110 obras de almacenamiento y captación para uso humano y productivo.
  3. Implementar 21 soluciones de mejora de calidad del agua (biofiltros y mejora de planta purificadora de agua).
  4. Asesorar 5 soluciones basadas en la naturaleza que mejoran las condiciones de la cuenca y los manantiales.

     

Es importante mencionar que todas las obras realizadas contaron con criterios técnicos y de calidad que garantizan un adecuado funcionamiento. También, fueron supervisadas en coordinación con los comités comunitarios y priorizaron la mano de obra local como parte de los acuerdos que se alcanzaron con las distintas comunidades. 

Asimismo, para asegurar la sostenibilidad y transferencia tecnológica, el proyecto capacitó a las personas integrantes de los comités del agua y se alcanzaron acuerdos comunitarios de seguimiento. 

Una vez finalizadas las obras, el proyecto presentó el monto invertido en cada caso y firmó con los comités compromisos de buen uso, seguimiento y mantenimiento.

Tanque Ahila

PNUD México | Aurora Fernández

Soluciones basadas en la Naturaleza

En dos complejos de Áreas Naturales Protegidas “Pantanos de Centla-Laguna de Términos”, en Tabasco y “Cañón del Sumidero-Selva El Ocote”, en Chiapas, el proyecto acompañó la reforestación de manglares, y la implementación de procesos de transición productiva con sistemas silvopastoriles, acciones que permiten incrementar la resiliencia de las cuencas y sus respectivos cuerpos de agua.

Monitoreos ciudadanos de calidad de agua 

En el marco del proyecto, las y los integrantes de 18 comités comunitarios del agua de los estados de Chiapas y Yucatán se capacitaron en el manejo de kits de análisis de agua.  Esto permitió que, por ejemplo, en Yucatán, se detectara que en el 99% de las muestras de agua obtenidas en 4 localidades de los municipios de Maxcanú y Kinchil, (Paraíso y San Fernando del Municipio de Maxcanú; y Kinchil Cabecera y Tamchén del Municipio de Kinchil) existe contaminación por bacterias coliformes (bacterias a las que tradicionalmente se les ha considerado como indicadores de contaminación fecal en el control de calidad del agua destinada al consumo humano). Para corroborar esta información, algunas muestras fueron enviadas a laboratorios especializados en Estados Unidos, lo que permitió revisar la presencia de una bacteria específica asociada al manejo inadecuado de las excretas de cerdos, dado que en la zona de trabajo hay granjas porcícolas.

Gracias a este conocimiento y a la conformación de alianzas locales con las universidades, personas productoras, y entre las comunidades, ahora los comités cuentan con la capacidad para vigilar las condiciones de calidad del agua, lo que, además, les permite acceder a información sobre este vital recurso, y así proponer y, en su caso, dialogar con las y los representantes de las autoridades para prevenir que se vea afectada el agua y otros recursos asociados.

Comité comunitario para el monitoreo de la calidad del agua. Cintalapa, Chiapas, México.

PNUD México | Aurora Fernández
“Todos debemos poner un granito de arena para conservar lo poco que nos queda, para que nuestros descendientes o la gente que venga tenga de donde agarrar”.
Jairo Gasca, Comité de Gestión de Agua de Cintalapa, Chiapas.

Agua en calidad y cantidad con sentido comunitario

Con estas acciones el proyecto logró que 23,400 personas, de las cuales, más del 50% son mujeres, y que fueron identificadas con privaciones en el acceso al agua, puedan contar ahora con hasta 40 litros de agua al día, una cantidad que representa el doble de lo recomendado por la OMS. También, al facilitar el acceso se contribuyó a disminuir la sobrecarga de trabajo doméstico que representa el acarreo de agua por parte de las mujeres.

Asimismo, el proyecto contribuyó a que 18 comités comunitarios no sólo contarán con las capacidades para monitorear la calidad del agua en las 45 comunidades, sino que, a partir de ahora y en alianza con las autoridades, estén a cargo de vigilar y mantener las obras de acceso al agua realizadas, garantizando así su sostenibilidad.  

Zoh-Laguna, Álvaro Obregón, Campeche, México.

PNUD México | Aurora Fernández
“Es la fuente que le da vida a uno, sin agua se acaba todo”.
Martín Martínez, Comité de Gestión de agua de Cintalapa, Chiapas

 

"Estas acciones forman parte del proyecto “Reducción del impacto económico del COVID-19 y fomento a la recuperación temprana resiliente en comunidades de México”, ejecutado por el PNUD en México con el apoyo de la Fundación Z Zurich Foundation, Fomento Social Citibanamex A.C., Fundación W.K. Kellogg, Fundación FEMSA, Rotoplas, Rotary Club, Ayuda en Acción de México A.C., y los Gobiernos de los Estados de Chiapas y Morelos."