Nuevo Informe del Índice Global de Pobreza Multidimensional revela que casi el 80% de las personas pobres del mundo viven en regiones expuestas a riesgos climáticos

17 de Octubre de 2025
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Nueva York, a 17 de octubre de 2025 – Un nuevo informe, el Índice Global de Pobreza Multidimensional (MPI, por sus siglas en inglés) 2025, presenta evidencia crítica sobre la relación entre los riesgos climáticos y la pobreza, revelando que la crisis climática está transformando fundamentalmente el panorama de la pobreza global.

El informe, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y Oxford Poverty and Human Initiative (OPHI) de la Universidad de Oxford, titulado “Dificultades superpuestas: pobreza y riesgos climáticos”, superpone, por primera vez, datos sobre riesgos climáticos con datos de pobreza multidimensional. Los hallazgos muestran que la pobreza ya no es un problema socioeconómico aislado, sino que está profundamente entrelazada con las presiones planetarias y la inestabilidad.

El informe revela que 887 millones de personas viven en pobreza multidimensional aguda —lo que representa el 78.8 % de los 1,100 millones de personas pobres evaluadas—y habitan en regiones subnacionales expuestas al menos a uno de cuatro riesgos climáticos clave: altas temperaturas, sequías, inundaciones o contaminación del aire. La exposición a estos riesgos agrava las desventajas, ya que la experiencia de la pobreza se ve intensificada por los impactos adicionales de los choques ambientales, los cuales, a su vez, refuerzan y profundizan la pobreza.

En el caso de México,5.3% de la población vive en pobreza multidimensional aguda, y 0.7% enfrenta condiciones de pobreza severa, es decir, privaciones en al menos la mitad de los indicadores del índice. Si bien el país presenta un nivel bajo de pobreza multidimensional (0.20) en comparación con otros países de la región, la intensidad promedio de las privaciones entre la población pobre alcanza 37.7%, lo que indica que las personas afectadas enfrentan múltiples carencias simultáneas. 

La exposición a riesgos climáticos en regiones con alta incidencia de pobreza, particularmente en zonas rurales y en el sur del país, puede profundizar estas privaciones y dificultar los avances hacia la erradicación de la pobreza en todas sus formas.

La carga de la pobreza concurrente y los riesgos climáticos

Los hallazgos destacan que las personas en situación de pobreza en todo el mundo suelen enfrentar múltiples desafíos ambientales simultáneos, en lugar de un solo riesgo de forma aislada.

  • De los 887 millones de personas pobres expuestas al menos a un riesgo climático, 651 millones enfrentan dos o más riesgos concurrentes.
  • De manera alarmante, 309 millones de personas pobres experimentan tres o incluso cuatro riesgos climáticos superpuestos durante el mismo período en que viven en pobreza multidimensional aguda. Estas personas enfrentan una “carga triple o cuádruple”, y a menudo cuentan con activos limitados y un acceso mínimo a sistemas de protección social, lo que amplifica los efectos negativos de los choques.
  • De forma individual, los riesgos más extendidos que afectan a las personas pobres a nivel mundial son el calor extremo (608 millones) y la contaminación del aire (577 millones). Las regiones propensas a inundaciones albergan a 465 millones de personas pobres, mientras que 207 millones viven en zonas afectadas por sequías.

En México, el Informe reconoce que las regiones con mayor incidencia de pobreza multidimensional —particularmente en el sur y en las zonas rurales del país— también enfrentan una alta exposición a fenómenos como sequías, olas de calor e inundaciones. Esta superposición de privaciones y amenazas ambientales plantea una carga adicional para los hogares más vulnerables en México, que suelen tener acceso limitado a servicios básicos, infraestructura resiliente y, sobre todo, mecanismos de protección social. 

La interacción entre pobreza y riesgos climáticos refuerza los ciclos de desventaja y representa un desafío urgente para las políticas públicas orientadas a la resiliencia y la equidad territorial.

Zonas geográficas y económicas críticas

La carga de la exposición a riesgos climáticos se distribuye de manera desigual entre regiones y grupos de ingresos.

Entre los grupos de ingresos, los países de ingreso medio-bajo soportan la mayor carga de exposición de personas pobres a riesgos climáticos, tanto en términos absolutos como proporcionales. Se estima que 548 millones de personas pobres en estos países están expuestas al menos a un riesgo climático, lo que representa 61.8% de todas las personas pobres expuestas a cualquier riesgo climático a nivel global. De manera crítica, más de 470 millones enfrentan dos o más riesgos climáticos simultáneamente. 

En el contexto nacional, la exposición a riesgos climáticos también presenta una distribución desigual, con impactos más pronunciados en las regiones del sur y en las zonas rurales, donde la incidencia y la intensidad de la pobreza multidimensional son más elevadas. Por ejemplo, en el sur del país, el valor del MPI es de 0.037, con una incidencia del 8.7 % y una intensidad del 42.4 %, mientras que en las zonas rurales la pobreza severa alcanza al 2.3 % de la población. Estas áreas enfrentan una mayor vulnerabilidad ante fenómenos como sequías prolongadas, inundaciones recurrentes y olas de calor, lo que agrava las privaciones existentes en dimensiones como el acceso a servicios básicos, la calidad de la vivienda y la seguridad alimentaria. Esta convergencia de factores socioambientales refuerza la urgencia de implementar estrategias de reducción de la pobreza que integren la gestión del riesgo climático y fortalezcan las capacidades locales de adaptación.

Desigualdad proyectada a futuro

“Las cargas identificadas no se limitan al presente, sino que se espera que se intensifiquen en el futuro”, señaló Pedro Conceição, Director de la Oficina del Informe sobre Desarrollo Humano del PNUD. El análisis de los datos de proyecciones de temperatura revela que los países con mayores niveles actuales de pobreza multidimensional son los que probablemente experimentarán los mayores aumentos de temperatura hacia finales de este siglo.

El Informe del MPI Global 2025 también analiza las tendencias en 88 países, desagregadas por cohortes de edad, zonas rurales y urbanas, y regiones subnacionales, encontrando que, si bien 76 países han logrado reducciones significativas de la pobreza a lo largo del tiempo, estos avances corren el riesgo de estancarse tras la pandemia.

En el caso de México, los avances en la reducción de la pobreza multidimensional han mostrado una tendencia positiva en la última década, con una disminución del índice de 0.025 en 2012 a 0.020 en 2023. Sin embargo, el progreso se ha desacelerado en los últimos años, con un estancamiento entre 2022 y 2023, lo que refleja los efectos persistentes de la pandemia y otros factores estructurales. 

Esta ralentización representa un reto para el cumplimiento de la meta del ODS 1.2, que busca reducir al menos a la mitad la proporción de personas que viven en pobreza en todas sus dimensiones para 2030. En este contexto, resulta fundamental fortalecer las capacidades institucionales y territoriales para implementar estrategias de reducción de la pobreza que integren la resiliencia climática como eje transversal del desarrollo sostenible.

Estos hallazgos subrayan la urgente necesidad de una acción global para abordar la carga desigual de los riesgos climáticos sobre las personas que viven en pobreza multidimensional. Enfrentar estos riesgos superpuestos requiere pasar del reconocimiento a la acción, con énfasis en estrategias de reducción de la pobreza resilientes al clima, fortalecimiento de las capacidades locales de adaptación y mecanismos ampliados de redistribución internacional y financiamiento cooperativo.