Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, a 21 de septiembre de 2021.- El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en México, en colaboración con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en México, y la Secretaría de Igualdad de Género (SEIGEN) del estado de Chiapas, presentaron los avances del proyecto “Resiliencia de las mujeres indígenas y rurales a los impactos de la COVID-19” implementado desde agosto de 2021 en la comunidad tzotzil de Chuchiltón, Larrainzar.

Durante el evento se destacó que, desde noviembre 2021 y hasta septiembre 2022, 106 mujeres mayas tzotziles de Chuchiltón conformaron una red comunitaria, la cual tiene el objetivo de acompañar a las mujeres y niñas víctimas de violencia; realizar actividades relacionadas con el ahorro; e implementar actividades productivas para mejorar sus ingresos, así como trabajar en las hortalizas comunitarias y la cría de aves para fortalecer su seguridad alimentaria.

Proteger a mujeres y niñas víctimas de violencia

Respecto al acompañamiento en situaciones de violencia, el diagnóstico realizado arrojó que 7 de cada 10 mujeres que participan en la red conocen cuáles son los canales y servicios de acceso a la justicia ofrecidos por el gobierno del estado de Chiapas en caso de que alguna de ellas sufra alguna situación de violencia. Además, el 80% de las mujeres reportan que tienen las habilidades y conocimientos para tomar decisiones relevantes para su vida, y que cuentan con liderazgo para defender o proteger a otras mujeres que hayan sido víctimas de la violencia. También, 8 de cada 10 mujeres en Chuchiltón reconocen los servicios que ofrecen los Centros de Atención Especializada para Mujeres en situación de violencia de la SEIGEN, los del sistema DIF, los de los Centros de la Justicia para las mujeres en Chiapas, y la línea Digital SEIGEN, la cual ofrece atención multidisciplinaria en la lengua tzotzil. Igualmente, las integrantes de la red cuentan con un protocolo de seguimiento con un directorio telefónico de autoridades locales y municipales, servicios de salud y refugios que son accesibles para ellas en caso de sufrir alguna situación de violencia.

Impulsar la resiliencia financiera

Asimismo, las mujeres en Chuchiltón conformaron un grupo de ahorro que es autogestionado y cuenta con un Consejo Directivo conformado por una presidenta, una secretaria y una tesorera quienes dan seguimiento a las metas planteadas de ahorro de las participantes y al pago de los préstamos otorgados al interior del grupo. A la fecha se han realizado un total de 63 préstamos con una cantidad promedio de $1,751 MXN a las mujeres que integran el grupo de ahorro. Todos los préstamos han sido para temas de salud, y se reporta una tasa nula de morosidad entre las integrantes.

En su participación, la Oficial Nacional de Género del PNUD en México, Sol Sánchez Rabanal, dijo que los cambios en las normas sociales en la comunidad vienen como resultado de una voluntad para sumar esfuerzos para promover su participación en temas relevantes para ellas y su comunidad.

“A la fecha, 11 mujeres de Chuchiltón ocupan posiciones de liderazgo y toma de decisiones en la red de sororidad y en el grupo de ahorro, y 3 de ellas tienen una vinculación directa con las autoridades comunitarias en donde existía una prevalencia de hombres previo a la conformación de la red”, aseguró la oficial nacional de Género del PNUD en México.

El Gobernador Constitucional del Estado de Chiapas, Rutilio Escandón Cadenas, destacó:

“Se seguirá apoyando esfuerzos para que exista una cultura de paz, y agradezco la presencia del PNUD por su compromiso con los acuerdos de las comunidades indígenas para erradicar la violencia”, agregó el Gobernador Escandón.

Asimismo, la Secretaria de Igualdad de Género, María Mandiola Totoricaguena mencionó: “La voz de la esperanza llega a más comunidades que se suman para fortalecer a las mujeres indígenas que ellas se merecen en Chiapas”.

En el marco del evento se realizó la presentación de la publicación “Mujeres seguras y resilientes: diagnóstico participativo del proyecto resiliencia de las mujeres indígenas y rurales a los impactos de la COVID-19”, la cual recaba los aprendizajes sistematizados y las buenas prácticas que permitan implementar mecanismos participativos en el contexto comunitario y en el marco de la crisis generada por la pandemia de la COVID-19. Esto último, para ofrecer recomendaciones en distribución eficiente de los recursos para políticas públicas de recuperación post-COVID-19, y proponer soluciones apropiadas desde la perspectiva de las y los participantes de las comunidades indígenas.