Laboratorio de Aceleración en México: una reflexión colectiva a dos años de preguntar para aprender

20 de Octubre de 2021

En 2019, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) a nivel global comenzó el lanzamiento de 60 Laboratorios de Aceleración en oficinas de país, incluida la de México, y que hoy se han convertido en  91 Laboratorios sirviendo a 115 países.

En aquel momento, inició un innovador proceso de reclutamiento para integrar los equipos en las oficinas de país que estarían a cargo de identificar los retos de desarrollo que serían abordados por los Laboratorios. Una vez concluido el proceso de reclutamiento, el personal de los nuevos Laboratorios estuvo inmerso en un proceso que le permitiría emprender no solo un viaje por metodologías de aceleración, sino definir su propio camino de aprendizaje.    

En agosto de 2021, el Laboratorio de Aceleración del PNUD en México cumplió 2 años de trabajo, a lo largo del cual, hemos conformado un portafolio de trabajo en torno a cuatro retos frontera: 

Los cuatro retos frontera en los que trabaja el Laboratorio de Aceleración del PNUD en México.

Algunas de las preguntas de aprendizaje que han guiado nuestro trabajo para abordar estos retos son:

  • ¿Qué significan las consultas para las personas que participan en ella (vínculo)? 
  • ¿Qué papel juegan los lazos sociales y el capital social en el surgimiento y desarrollo de iniciativas de base que surgieron en el contexto del COVID-19 en la Ciudad de México (vínculo)?  
  • ¿Qué datos digitales pueden ayudarnos a comprender qué hace que un espacio público sea más seguro para las mujeres (vínculo)?   
  • ¿Cómo aprende el gobierno a mejorar sus programas y cómo podemos acelerar este proceso centrándonos en las personas (vínculo)? 

También hemos trabajado para acercar una variedad de métodos y comunidades de práctica a los distintos equipos de la oficina del PNUD en México: desde charlas y talleres con personas expertas en diseño para la transición    y  mapeo de sistemas ; conversatorios sobre  tecnología cívica  y  cómo vencer el miedo para compartir fracasos ; hasta grupos de estudio acerca de inteligencia colectiva y ejercicios de Simulación de Realidad Alterna para prepararnos ante escenarios de alta incertidumbre.  

Para marcar la ocasión del segundo aniversario, quisimos darnos un momento para hacer una pausa en el camino y compartir algunas reflexiones de lo que el espacio del Laboratorio de Aceleración ha significado para cada una de nosotras y nosotros, lo que deseamos para el futuro, lo que hemos aprendido y lo que agradecemos.  

Es desde este lugar de reflexión personal que queremos reflejar la diversidad que fortalece este espacio y, a través de la suma de sus partes, ofrecer una reflexión colectiva del camino que hemos recorrido y del que falta por andar. En cierto sentido, estas notas de reflexión son nuestra forma de renovar lo que motiva nuestro trabajo. 

El equipo completo del Laboratorio de Aceleración del PNUD en México en un retiro interno. Diciembre 2020. 

 

Nuestro entorno elegido: exploración y adaptación constante

Por  Gabriela Ríos Landa, Jefa de Exploración  

Al reflexionar sobre estos dos años en el Laboratorio de Aceleración hay dos ideas que sobresalen en mi mente: mantenerse en un estado de exploración continua y adaptarse al entorno. 

Para la primera, retomo el trabajo de Alison Gopnik, académica de la Universidad de California en Berkeley quien sostiene que cuando somos niños, nuestras mentes están diseñadas para explorar, aprender, cambiar; mientras que en la adultez las personas se enfocan en explotar o aprovechar ese conocimiento, encontrar recursos, planear y hacer que las cosas sucedan. La clave, dice, está en no perder nuestra habilidad para explorar una vez que llegamos a la edad adulta, dominada por la eficiencia. El Laboratorio de Aceleración es ese espacio dentro del PNUD para habilitar la exploración permanente, para descubrir y preguntar, para desaprender y volver a aprender.  

La segunda idea que sobresale en mi mente tiene que ver con un pasaje que leí hace unos meses en Gathering Moss, de Robin Wall Kimmerer: “Los musgos tienen éxito habitando lugares donde los árboles no pueden, como sustratos duros e impermeables que incluyen rocas, acantilados y cortezas de árboles”. Añade: “Pero con una elegante adaptación, los musgos no sufren esta restricción; más bien, son los dueños indiscutibles de su entorno elegido.” 

Podría decirse que el entorno que se ha elegido para la red de Laboratorios de Aceleración es aquel que trastoca redes de personas que crean soluciones de base, del funcionariado público en múltiples niveles de gobierno, de personas trabajando en grandes organismos internacionales, locales y/o corporaciones. 

Es un entorno que se caracteriza por la urgencia de encontrar soluciones a los desafíos emergentes en contextos de permanente incertidumbre y que requiere de creatividad y adaptación para avanzar, como los musgos. 

Con estas dos ideas y ya iniciando nuestro tercer año, agradezco las lecciones acumuladas y las colaboraciones forjadas, y veo hacia adelante. Deseo que seamos esos musgos que se adaptan para proliferar en lugares de condiciones que podrían ser inhóspitas para otros; que nos mantengamos en un estado permanente de exploración con solo la justa medida de aprovechamiento y eficiencia, y que el Laboratorio de Aceleración siga siendo un espacio expansivo y de escucha profunda. 

 

 

¿Qué significa que el mundo cambie tan rápido?  

Por Jorge Munguía, Jefe de Mapeo de Soluciones  

Cuando escuchamos de las misiones de paz y del trabajo de las agencias, fondos y programas de las Naciones Unidas, como el PNUD, inspira saber que existen organizaciones y estructuras cuyo mandato es la búsqueda de un bienestar colectivo y en armonía con el planeta. Esta sensación de posibilidad aún me llena de emoción a más de 800 días de que empecé en esta posición. Sin embargo, también continúa la sensación de que nuestro lugar en el planeta, con el que aún seguimos tratando de aprender a convivir, está en riesgo y que el camino hacia adelante no está del todo claro.  

Cuando inicié, confiaba que conectar personas de todos los sectores que contaban con una pieza distinta del rompecabezas, constituía una parte importante para enfrentar los retos; y he descubierto mucho más que la suma de partes, así como formas para mejorar las capacidades de estos encuentros, por lo que estoy sumamente agradecido. 

Una mayor atención en contextos locales y la diversidad de metodologías y tecnologías innovadoras, como se ha impulsado desde el Laboratorio, enriquece el trabajo en desarrollo. Sin embargo, también las narrativas locales nos acercan a las dimensiones sistémicas de un reto y nos mantiene alertas de su evolución futura.  

Así como los retos de desarrollo tienen una mayor complejidad e incertidumbre, también la manera de hacer desarrollo evoluciona. Detrás de cada proyecto, hay un grupo de personas que aprende y adopta nuevas formas de colaborar, escuchar atentamente, tener conversaciones creativas, apoyar e inspirar, guiados por objetivos comunes. 

Las tecnologías innovadoras no son un elemento gratuito ni secundario para incorporar, también aquí falta mucho por aprender para mejorar nuestra capacidad de acción. 

Es una enorme fortuna que los Laboratorios de Aceleración y el PNUD busquen incrementar la capacidad de las personas para pensar y colaborar mejor, y, si me preguntan, este interés existe porque en cada rincón hay ejemplos que nos guían y nos transforman. 

Actividades de la presentación del Laboratorio de Aceleración con el equipo del PNUD en México. Agosto 2019. 

Un espacio para aprender en el ojo del huracán 

Por Luis F. Cervantes, Jefe de Experimentación 

Los retos del desarrollo son, en ocasiones, como el ojo de un huracán, pues los problemas pueden ser tan apremiantes, complejos y en constante evolución, que las soluciones deben ser de igual magnitud, además de estar interconectadas temáticamente.

Diariamente, en la oficina del PNUD en México se viven intercambios sobre estas temáticas: van desde el combate a la pobreza, la promoción de la igualdad de género, la lucha contra el cambio climático hasta todo aquello que permita alcanzar un desarrollo social y económico que sea incluyente, sostenible y que no deje a nadie atrás. En sus pasillos—y en estos días, en sus salas virtuales— se habla con personas expertas de cualquier cantidad de temas relacionados con la Agenda 2030  que además, están comprometidas con ayudar al país en la trasformación que implica sentar las bases para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Tener tan solo la oportunidad de estar aquí, en el lugar donde todo esto sucede, ayudando a los equipos a innovar mediante la experimentación, a prepararse para embestir con sus proyectos la compleja realidad en la que buscan incidir, es algo de lo que me siento muy agradecido. 

Mi rol me  permite abstraerme de los problemas que enfrentan a diario los proyectos  para enfocarme en el panorama completo y  proponer nuevas formas de hacer las cosas, además de incorporar un enfoque de políticas públicas basados en evidencia y la experimentación.  

Estoy orgulloso de ser parte de una organización cuyos objetivos permiten atender retos  complejos, donde no basta con repetir las fórmulas que han funcionado en otras partes, sino que hay que estar un paso adelante del reto y en constante proceso de aprendizaje, creando soluciones nuevas y depurando conocimientos prescritos. Sobre todo, doy muchas gracias a la organización por la confianza que vierte en mí para ser parte de este músculo que viene a cuestionarlo todo, a fin de sentar las bases de todos sus proyectos. 

El equipo del Laboratorio de Aceleración de México en el primer bootcamp organizado por la red global de Laboratorios de Aceleración del PNUD con los equipos de Azerbaijan, Fiji, Laos, Turquía y Serbia. Kigali, Ruanda, julio 2019. 

Colectividad, el “detrás de cámaras” que impulsa al Laboratorio

Por Verónica Quinzá, Administradora

Detrás de cada aprendizaje que realiza el Laboratorio de Aceleración existe un gran esfuerzo colectivo en el que cada uno de las y los integrantes del Laboratorio contribuye en las distintas etapas del proceso de experimentación. 

Como Administradora del Laboratorio, una vez que el equipo ha planteado una posible solución que pueda sumar al trabajo de alguno de los cuatro retos frontera, es mi responsabilidad detonar las acciones operativas y presupuestales que aseguren que la experimentación se realice de manera efectiva. Es en esta etapa del proceso en la que ejerzo un puente de comunicación y acción entre el Laboratorio de Aceleración y las distintas áreas operativas del PNUD. 

El trabajo que se realiza, en conjunto con las y los colegas del área operativa del PNUD, es el “detrás de cámaras” en el que cada labor y cada proceso ayuda a cumplir con nuestros objetivos de aprendizaje: un esfuerzo colectivo y coordinado desde diferentes áreas del PNUD en México. 

Es precisamente esta noción de colectividad la que impulsa nuestro trabajo y durante este año y medio que he sido parte del Laboratorio de Aceleración, me siento agradecida por tener la oportunidad de apoyar el trabajo que hacen Gaby, Jorge, Luis y Alicia; trabajando juntos para acelerar el aprendizaje y abordar los desafíos del desarrollo sostenible, incorporando distintas metodologías, como el fortalecimiento de la cohesión social y el uso de la inteligencia colectiva. 

El equipo de México conociendo y aplicando los métodos de los Laboratorios de Aceleración en el bootcamp. Kigali, Ruanda, julio 2019. 

Innovación, una oportunidad única para cambiar la realidad

Por Alicia López, Oficial Nacional de Monitoreo y Evaluación 

En agosto 2019 recibí la enorme oportunidad de “subirme al tren” de la innovación e iniciar un viaje rumbo a Kigali, en Ruanda, para asistir al primer bootcamp para el primer grupo de equipos de Laboratorios de Aceleración del PNUD. Lo que experimentamos en nuestro viaje de México al sitio del entrenamiento era solo una probadita de la gran aventura que ha significado estos dos años como parte de esta iniciativa global. 

Conocí a Jorge, Luis y Gaby en el aeropuerto de la Ciudad de México. El viaje tuvo sus retos: perdimos la primera conexión, pasamos una noche en Detroit, Estados Unidos, mientras el equipaje seguía su camino. Después, medio día en Ámsterdam en dónde incluso nos lanzamos de carrerita al Museo de Arte Moderno de la ciudad. Finalmente, y con solo minutos de retraso, llegamos con todo y maletas al Centro de Convenciones en Kigali. Pasamos cinco fabulosos días empapándonos de las metodologías y protocolos del Lab, conociendo colegas de todo el mundo y llenándonos de energía e ideas para arrancar. 

A 2 años de conocer a este gran equipo, al que se sumaría Vero como administradora y sin cuyo trabajo no podríamos hacer realidad nuestras metas, he aprendido más del sector de desarrollo, y de mí misma como profesionista y líder de equipo, que en los 15 años previos de trayectoria profesional.  

El Laboratorio de Aceleración me ha enseñado la importancia de estar abierta a tomar nuevas direcciones, a escuchar otras voces y disciplinas, a abrazar la incertidumbre, y a encontrar nuevas respuestas cuando el plan original choca con las realidades en el territorio. 

En un sentido más profundo, me ha llevado a replantear mis creencias, a retar mis formas de trabajo y forma de entender el mundo. Sobre todo, me ha ayudado a reinventarme constantemente y a mantener la energía siempre en alto para seguir contribuyendo a construir una sociedad más justa, más incluyente, donde todas y todos podamos soñar y convertir esos sueños en realidad. 

Gracias a Lorenzo y Sandra por darme una oportunidad única en la vida, y a todas las personas al interior del PNUD que nos apoyan e impulsan día con día. Especialmente, gracias a todas las personas e instituciones que han confiado en nosotros para buscar nuevas formas de promover el desarrollo sostenible.  

 

Queremos agradecer a todas las personas que nos han apoyado a lo largo de estos 2 años. 

A todo el equipo del PNUD en México y al equipo de la red de Laboratorios de Aceleración. 

A nuestros aliados, Aldrich Lab, Calibre Films, el C5, el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria A.C., el Centro para Desarrollo Digital de la Universidad de Mánchester, Codeando México, Cohesión Comunitaria e Innovación Social AC, Coordinación General de Asesores y Asuntos Internacionales de la Jefatura de la CDMX, Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, Diagonal Studio, Festival Ceremonia, GIZ Data Lab / GIZ México, Global Initiative for Fiscal Transparency, el Instituto de la Juventud de la CDMX, Instituto Mexicano de Economía del Comportamiento, Investigación Multidisciplinaria Aplicada Laboratorio Social (IMALAB), Laboratorio de Tecnología Cívica de la UNAM, MACIA Estudio, el Museo Universitario del Chopo, PILARES, PIT Policy Lab, Secretaría de Cultura, Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil de la CDMX, Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Secretaría de las Mujeres de la CDMX, SocialTIC, Timelapse México, TOM Makers México, Umbrella, la Universidad del Caribe. 

A nuestros donantes, el Fondo de Cooperación Alemana, el Fondo de Qatar para el Desarrollo y a los socios principales del PNUD. 

A las personas de las comunidades con las que hemos colaborado.  

 Si quieres contactar al Laboratorio de Aceleración, escribe a acclabmx@undp.org.