Este documento presenta el concepto de desarrollo humano resiliente, un marco que adapta el enfoque del desarrollo humano a la realidad actual de crisis recurrentes y superpuestas y factores de estrés interrelacionados: crisis climáticas, económicas, políticas y sociales. Es el primer documento de referencia del Informe Regional sobre Desarrollo Humano 2025 para América Latina y el Caribe (ALC).

Basándose en la visión del desarrollo humano de Amartya Sen y Mahbub ul Haq, el documento sostiene que la resiliencia es esencial para salvaguardar y ampliar las capacidades y la capacidad de acción de las personas en tiempos de incertidumbre. Hace hincapié en que el desarrollo debe ahora tener en cuenta explícitamente las crisis y las perturbaciones, garantizando que las personas y las comunidades no solo puedan soportar las perturbaciones, sino también reconstruirse y prosperar después de ellas.

El desarrollo humano resiliente integra tres ideas complementarias: la visión prospectiva del desarrollo humano, la dimensión protectora de la seguridad humana y el papel activo de la acción humana. Reconoce que la resiliencia no solo consiste en absorber los impactos, sino también en adaptarse, recuperarse y transformarse. El documento aboga por inversiones proactivas en prevención —como infraestructuras resistentes a los desastres, sistemas de salud más sólidos y comunidades locales empoderadas— al tiempo que se equilibran las compensaciones en la asignación de recursos. 

En última instancia, proporciona un marco conceptual y práctico para promover el progreso humano en tiempos turbulentos, ofreciendo una vía para que las personas y las instituciones se recuperen de la adversidad y mantengan un florecimiento a largo plazo.