Facility de Financiamiento
para el Desarrollo Humano Resiliente en América Latina y el Caribe
América Latina y el Caribe (ALC) se encuentra en un punto de inflexión. La región enfrenta una convergencia cada vez más intensa de crisis —económicas, sociales, ambientales y digitales— que han dejado de ser excepcionales para volverse sistémicas. Una de cada tres personas sigue siendo vulnerable a caer en la pobreza ante una crisis. La región registra una cuarta parte de los desastres climáticos del mundo y más de la mitad de las pérdidas económicas asociadas. A pesar de ello, la región invierte menos del 2 % del PIB en el fortalecimiento de la resiliencia. Solo el crimen organizado absorbe el 3,5 % del PIB regional, mientras que más de 20 millones de personas se encuentran desplazadas y la confianza pública en las instituciones sigue siendo frágil. Y, sin embargo, esta es solo la mitad de la historia.
ALC es también la región más biodiversa del planeta y cuenta con una vasta riqueza de capital natural aún sin aprovechar, así como un enorme potencial regenerativo y humano. Al ajustar su Índice de Desarrollo Humano según las presiones planetarias, la región escala 10 posiciones —lo que subraya el inmenso valor de sus ecosistemas y el potencial para impulsar trayectorias de desarrollo sostenibles. En un mundo que revaloriza aceleradamente la naturaleza, la inclusión y la acción climática, los activos de ALC no solo son vulnerables: son vitales.
La oportunidad es clara: con inversiones audaces en resiliencia —que incluyan infraestructura verde, bienes públicos digitales, seguros inclusivos y soluciones basadas en la naturaleza—, ALC puede reducir los riesgos del desarrollo, desbloquear la innovación y posicionarse como un centro global de crecimiento sostenible. Los beneficios no se medirán solo en el PIB, sino también en vidas protegidas, mercados ampliados y un nuevo modelo de prosperidad forjado a través de la colaboración entre gobiernos, socios internacionales y empresas con visión de futuro.
Ahora es momento de transformar la resiliencia en beneficios, y la presión en propósito.
Una plataforma regional para alinear inversiones, fomentar la colaboración y construir resiliencia
La Facility de Financiamiento para el Desarrollo Humano Resiliente en América Latina y el Caribe, liderada por el PNUD a través de su Oficina Regional para la región (RBLAC), es una plataforma estratégica multiactor diseñada para transformar la resiliencia en una oportunidad de inversión, colaboración y escalamiento. Reúne a actores de todos los niveles —organismos multilaterales y regionales, gobiernos nacionales y locales, bancos de desarrollo, actores del sector privado y sociedad civil— bajo un propósito común: acelerar el financiamiento y las inversiones que fortalezcan las capacidades de los países para anticipar, adaptarse y responder a crisis complejas e interconectadas.
En su esencia, la Facilidad ayuda a navegar la diversidad de la región—apoyando a los gobiernos y socios a diseñar carteras de inversión adaptadas a cada país, subregión o tema. Ya sea centrándose en la construcción de infraestructura resiliente al clima en el Caribe, en la protección social en Centroamérica o en bienes públicos digitales en el Cono Sur, la Facility ofrece una arquitectura regional basada en evidencia para identificar oportunidades estratégicas, alinear incentivos y reducir la fragmentación.
Reconociendo que el futuro del financiamiento para el desarrollo en ALC será cada vez más de origen nacional, la Facility pone a los gobiernos en el centro de la acción – no sólo para articular las prioridades nacionales, sino también para liderar los intercambios entre pares y escalar la cooperación Sur-Sur y Triangular en la región. Es una plataforma para co-invertir, co-aprender y co-realizar.
Basada en los últimos análisis del Informe Regional sobre Desarrollo Humano, la Facility promueve respuestas integradas e intersectoriales en los ámbitos económico, social y de gobernanza. Al hacerlo, transforma la resiliencia. Ésta pasa de ser una necesidad reactiva, a una estrategia proactiva para el desarrollo sostenible, desbloqueando los tipos de capitales, la coordinación y el compromiso que la región necesita y merece.
Cómo funciona la Facility: Una plataforma anclada en las prioridades nacionales y diseñada para un impacto sistémico
Con presencia permanente en todos los países de América Latina y el Caribe, y operaciones en más de 170 países y territorios a nivel mundial, el PNUD combina un profundo conocimiento local con un alcance global. Esta presencia extendida —construida sobre décadas de colaboración con autoridades nacionales y locales, bancos de desarrollo, el sector privado y la sociedad civil— pone al PNUD en una posición única de socio confiable y bien informado. A través de iniciativas como la Promesa Climática, los Marcos de Financiamiento Nacional Integrado (INFFs) y los Mapas de Inversión para los ODS, el PNUD se encuentra ya apoyando a más de 120 países para que alineen sus objetivos de desarrollo con sus prioridades climáticas, identificando áreas con potencial de inversión.
La Facility de Financiamiento para el Desarrollo Humano Resiliente en América Latina y el Caribe se basa en estos cimientos. Está estructurada en torno a tres pilares interconectados que trabajan conjuntamente para escalar el financiamiento, acelerar soluciones y conectar a países y socios de toda la región:
- Gobiernos Nacionales y Locales en el Centro
La Facility reconoce el liderazgo de los gobiernos nacionales y subnacionales en la configuración de trayectorias de desarrollo resilientes. Proporciona una plataforma para que los países puedan:
- Difundir casos de éxito, prioridades estratégicas y oportunidades de inversión.
- Involucrarse en una cooperación Sur-Sur y Triangular estructuradas, intercambiando innovaciones, marcos políticos y modelos de implementación.
- Fortalecer su voz y capacidad de influencia en los diálogos de inversión regionales y globales, ayudando a traducir mandatos públicos en acciones cofinanciadas.
Este pilar asegura que las estrategias de resiliencia no se impongan externamente, sino que sean lideradas por los propios países, con un acompañamiento adaptado a su contexto y aspiraciones.
- Movilizar Inversiones para el Desarrollo Humano Resiliente
Este pilar se centra en identificar, diseñar y habilitar oportunidades de inversión en infraestructuras resilientes, sistemas agroalimentarios, salud, bienes públicos digitales y financiamiento climático inteligente, entre otros. Para ello, se aprovechan herramientas y alianzas que permiten:
- Alinear el financiamiento con las prioridades nacionales, incluyendo las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC por sus siglas en inglés), las Estrategias y Plan de Acción Nacionales sobre la Diversidad Biológica (NBSAP por sus siglas en inglés) y los planes nacionales de desarrollo.
- Apoyar el desarrollo de instrumentos adecuados al propósito: desde bonos vinculados a la sostenibilidad y los seguros paramétricos, hasta plataformas de financiamiento mixto.
- Ofrecer asistencia técnica y facilitar alianzas estratégicas entre gobiernos, sector privado, Instituciones Financieras Internacionales (IFIs), bancos nacionales de desarrollo y otros actores.
El rol del PNUD es catalizador: aunque no participe en cada transacción o fase, contribuye a crear el entorno propicio y a conectar a los actores a lo largo del ciclo de inversión, desbloqueando soluciones escalables y sostenibles alineadas con los objetivos de resiliencia.
- Una Red Regional de Expertos para Nivelar el Terreno de Juego
La inversión efectiva en resiliencia requiere de una comprensión común entre instituciones que, con frecuencia, operan de manera aislada. Este tercer pilar construye un ecosistema regional de conocimiento y experiencia técnica, compuesto por:
- Funcionarios públicos de los ministerios de finanzas, planificación, medio ambiente, sanidad, infraestructuras y otros.
- Profesionales de organismos internacionales y regionales, así como expertos independientes.
- Actores del financiamiento para el desarrollo, que ayudan a cerrar la brecha entre los objetivos de las políticas públicas y la estructura financiera.
Al conectar capacidades entre distintos ámbitos temáticos e institucionales—finanzas y género, infraestructura y clima, protección social e innovación digital— esta red fomenta un lenguaje y un conjunto de herramientas comunes para el diseño y la realización de inversiones centradas en la resiliencia. Aborda las asimetrías que se dan en la práctica: los ministerios de finanzas pueden comprender las herramientas fiscales, pero no necesariamente los riesgos climáticos o de género; los ministerios sectoriales pueden destacar en la prestación de servicios, pero no en los mecanismos mixtos de financiamiento. La Facility ayuda a cerrar estas brechas.
Movilizar inversiones para el Desarrollo Humano Resiliente
El financiamiento no es sólo un medio – es una palanca para la transformación sistémica. Avanzar hacia un desarrollo humano resiliente requiere alinear el capital con estrategias de largo plazo, basadas en el conocimiento del riesgo, que fortalezcan la capacidad de las sociedades para anticiparse, adaptarse y prosperar en contextos de incertidumbre. La Facility apoya este objetivo a través de instrumentos financieros innovadores, servicios de asesoramiento estratégico y herramientas de apoyo que conectan las prioridades públicas con soluciones con potencial de inversión.
Los siguientes elementos ofrecen una visión más detallada de las rutas y mecanismos disponibles a través de la Facility y el PNUD para desbloquear inversiones alineadas con el segundo pilar: Movilizar Inversiones para el Desarrollo Humano Resiliente:
- Asistencia técnica previa a la inversión que permite identificar y preparar proyectos con alto potencial de impacto, haciéndolos viables y atractivos para la inversión.
- Bonos temáticos que movilizan capital para objetivos de desarrollo específicos, alineando los retornos financieros con impactos sociales y ambientales medibles.
- Mecanismos de mitigación de riesgos, como los seguros paramétricos soberanos, que ayudan a los países a planificar mejor, responder con mayor rapidez y reducir los costos de recuperación ante crisis o desastres.
- Financiamiento mixto (blended finance), que permite canalizar inversiones estratégicas en infraestructura resiliente, servicios básicos o transporte público, levantando capital por medio de concesiones para movilizar financiamiento privado en mercados percibidos como de alto riesgo hacia los que el capital con frecuencia no fluye.
- Rehabilitación de préstamos subutilizados para permitirle a gobiernos y bancos de desarrollo optimizar las carteras existentes y redirigir recursos hacia áreas prioritarias de desarrollo de mayor eficiencia.
- Desarrollo del Portafolio Seed2Scale para impulsar iniciativas innovadoras con alto potencial de crecimiento y escalamiento.
- Finanzas digitales y para MIPYMES, en particular a través de innovaciones fintech– desempeñan un papel fundamental en el fortalecimiento de la resiliencia en la economía real. Estas herramientas mejoran la productividad, amplían el acceso crédito a áreas desatendidas, apoyan a las pequeñas empresas y llegan hasta el último rincón, generando un crecimiento inclusivo capaz de resistir crisis.
Al reducir los riesgos asociados al financiamiento para el desarrollo, la Facility ayuda a los países a invertir mejor hoy y estar mejor preparados para el mañana.
Colaborar para lograr impacto
La Facility de Financiamiento para el Desarrollo Humano Resiliente en América Latina y el Caribe se concibe como un espacio colaborativo que permite a diversos actores reunirse y co-crear soluciones que fortalezcan la resiliencia en toda la región. Existen múltiples formas de participación, según las capacidades, prioridades e intereses estratégicos de cada socio:
- Socios para la visibilidad y la legitimidad que respaldan a la Facility autorizando el uso de sus logotipos y ayudando a amplificar sus mensajes. A través del apoyo en comunicación y visibilidad, los socios contribuyen a legitimar y ampliar el alcance del trabajo de la Facility, reforzando su valor colectivo y su apropiación regional. Estos socios se comprometen a dedicar nueve horas en el transcurso de un año, asistiendo a dos sesiones de la Junta de la Facility.
- Socios financieros, que contribuyen directamente al funcionamiento y las iniciativas de la Facility mediante la firma de acuerdos de cofinanciamiento con PNUD-RBLAC habilitándolo para el cumplimiento efectivo de su papel de coordinador y convocador.
- Socios de colaboración estratégica, que desempeñan un papel central en el codiseño e implementación de iniciativas para fortalecer la resiliencia, colaborando estrechamente con PNUD-RBLAC como actor clave en la convocatoria al ecosistema de financiamiento sostenible.
Para garantizar una colaboración centrada y coherente, se alienta a los socios estratégicos a identificar previamente las áreas de colaboración, ya sea por prioridades temáticas, desarrollo de carteras o mecanismos de gobernanza.

Donde ya germina la semilla de la resiliencia
En distintos países de la región, la resiliencia ya se está traduciendo en resultados concretos. Son varios los ejemplos exitosos en los que el financiamiento ha impulsado cambios con impacto, que sientan la base sobre la que seguimos construyendo.
- En México, un seguro paramétrico protege a pequeños agricultores frente a eventos climáticos extremos.
- En Guatemala, mecanismos de financiamiento sostenible han movilizado 1,4 millones de dólares a través de presupuestos basados en resultados para proyectos de biodiversidad. Este enfoque vincula el financiamiento a resultados ambientales medibles, garantizando que los recursos se utilicen de manera eficiente para proteger los ricos ecosistemas del país, al mismo tiempo que se promueve el crecimiento económico.
- En Colombia, el Insurance and Risk Finance Facility y BIOFIN lanzaron un desafío de innovación en seguros para proteger inversiones en biodiversidad. A través de estas dos iniciativas, el PNUD brinda asistencia técnica para diseñar dos seguros paramétricos que protegerán bancos de hábitat y fondos de agua frente a lluvias excesivas, sequías e incendios forestales. Su lanzamiento está previsto para el segundo semestre de 2025.
- En Ecuador, una de las soluciones se centra en el abastecimiento de café libre de deforestación para Lavazza, mientras que una colaboración con Produbanco financia a pymes para escalar modelos de negocio sustentables. La línea de crédito libre de deforestación de BanEcuador desarrollada con el PNUD, movilizó 3,9 millones de dólares para apoyar la producción sostenible y la conservación de bosques, llegando a mujeres y productores indígenas. El PNUD apalancó 275.000 dólares del Fondo Verde para el Clima para incentivar el cumplimiento ambiental y el pago oportuno, logrando importantes impactos climáticos, financieros y sociales.
- En Costa Rica, el programa de incubación de turismo indígena RAICES, promovido por BIOFIN, ha movilizado 1,54 millones de dólares para apoyar a comunidades locales en el desarrollo de turismo sostenible, la preservación del patrimonio cultural y la protección de la biodiversidad.
- En República Dominicana, un fondo semilla financiado por el Global Environment Facility (GEF) permitió la aprobación de microcréditos para apoyar emprendimientos sostenibles de pequeña escala que contribuyen a la conservación de la biodiversidad, fortaleciendo medios de vida locales y protegiendo los recursos naturales.
- En Paraguay, la colaboración público-privada ha impulsado la electrificación del transporte público, con beneficios en emisiones y acceso a servicios.
- En Uruguay, el Fondo REIF ha movilizado capital privado para las energías renovables.
- Bolivia emitió un bono verde para financiar un desarrollo climáticamente inteligente y amplía el acceso al crédito a los grupos más desatendidos.
Estos ejemplos demuestran lo que puede lograrse cuando se gestiona el riesgo de forma proactiva, el financiamiento se despliega estratégicamente y se consolidan alianzas sostenidas.
Construyamos juntos un futuro más resiliente, inclusivo y sostenible
La Facility de Financiamiento para el Desarrollo Humano Resiliente es una plataforma regional de coordinación estratégica, innovación e inversión. Trabajando juntos, podemos aumentar nuestra capacidad colectiva para anticipar riesgos, promover el desarrollo inclusivo y garantizar que nadie quede atrás.
Invitamos a todos nuestros socios actuales y futuros a sumarse, explorar nuevas oportunidades de colaboración y cocrear soluciones que fortalezcan la resiliencia en América Latina y el Caribe.
La propuesta de valor del PNUD en financiamiento para el desarrollo radica en su capacidad única para conectar las prioridades de desarrollo con soluciones financieras, aprovechando su presencia global y regional, su experiencia en políticas públicas, su conocimiento en materias del desarrollo y sus alianzas de confianza con gobiernos, el sector privado e instituciones financieras para el desarrollo. Como convocante neutral, el PNUD reúne a actores públicos, privados y multilaterales para cocrear soluciones innovadoras, fomentar entornos propicios para fortalecer la resiliencia, reducir riesgos y movilizar inversiones que impulsen un desarrollo sostenible e inclusivo.
La propuesta de valor del PNUD en materia de financiación para el desarrollo radica en su capacidad única para conectar las prioridades de desarrollo con las soluciones financieras, aprovechando su presencia mundial y regional, su experiencia en materia de políticas, su información sobre el desarrollo y sus alianzas de confianza con los gobiernos, el sector privado y las instituciones financieras de desarrollo.
Como convocante neutral, el PNUD reúne a actores públicos, privados y multilaterales para crear conjuntamente soluciones innovadoras, fomentar entornos propicios para aumentar la resiliencia, reducir los riesgos y movilizar inversiones que impulsen el desarrollo sostenible e inclusivo.