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“El futuro no es lo que solía ser” es una frase que aplica al funcionamiento de las instituciones democráticas y su capacidad de respuesta a las demandas de la ciudadanía.

La gobernabilidad efectiva requiere nuevas herramientas que permitan a las instituciones anticiparse a los cambios y responder de manera eficiente a los desafíos tanto del presente como del futuro. La confianza hacia las instituciones publicas es estructural lo cual demanda una capacidad de respuesta renovada y políticas públicas que consideren múltiples escenarios de mediano y largo plazo.

En este contexto, enfrentar los desafíos actuales de la democracia en América Latina y el Caribe exige repensar y no repetir las fórmulas del pasado. Construir la democracia del futuro requiere innovación en capacidades y procesos a lo interno de las instituciones democráticas.

¿Pero cómo construir las capacidades necesarias y transformar los procesos para las instituciones democráticas del futuro?

La integración estratégica del uso de futuros por parte de las instituciones públicas, particularmente en los contextos de formulación e implementación de políticas públicas, permite repensar estas capacidades necesarias, así como generar una reingeniería en la gobernanza democrática, permitiendo responder de manera colaborativa e innovadora a los desafíos interconectados de este momento crítico. La integración de la gobernanza anticipatoria en el proceso de toma de decisiones en instituciones públicas puede conllevar beneficios como:

i) Anticipación de desafíos: permite identificar y anticipar posibles desafíos futuros, lo que brinda la oportunidad de adoptar medidas preventivas.

ii) Mejora de la toma de decisiones: facilita la toma de decisiones informadas y estratégicas, basadas en escenarios futuros y análisis prospectivos.

iii) Adaptación a los cambios: ayuda a las instituciones a adaptarse de manera más efectiva a los cambios del entorno político, social, económico y tecnológico.

iv) Promoción de la innovación: fomenta la innovación y la creatividad en la formulación de legislación y/o de políticas públicas, lo que permite la exploración de nuevas ideas y enfoques.

v) Fortalecimiento de la gobernanza: contribuye a fortalecer la gobernanza anticipatoria, y así promueve una gestión más eficiente y efectiva de los asuntos públicos.

vi) Ampliación de la participación y la confianza: la adopción de enfoques interdisciplinarios y transdisciplinarios basados en la inteligencia colectiva favorece la participación de múltiples y diversos actores sociales, lo que contribuye a fortalecer las relaciones de confianza entre la ciudadanía y las instituciones públicas.

Incorporar prácticas de gobernanza anticipatoria en el centro del trabajo de las instituciones democráticas no es una opción, sino una necesidad. Las instituciones fuertes y capaces de brindar respuestas a la ciudadanía deben estar preparadas para enfrentar desafíos y para promover futuros más prósperos, inclusivos y sostenibles para todas las personas.

En este contexto, este conversatorio tendrá enfoque en la discusión de retos y oportunidades para la implementación de prácticas de futuros para fortalecimiento de la gobernanza democrática. Incorporará la presentación de ejemplos prácticos de como fortalecer la gobernanza anticipatoria en los distintos sectores del Estado.

El dialogo estará organizado entorno a dos ejes principales: (i) reflexiones sobre los desafíos de diferentes segmentos del Estado – Ejecutivo, Legislativo y Judicial – y como la incorporación de la gobernanza anticipatoria puede apoyar la construcción de las capacidades necesarias hacia el futuro; (ii) reflexiones sobre como el PNUD puede apoyar este proceso de transformación de las capacidades de las instituciones públicas con gobernanza anticipatoria, incluyendo ejemplos de intervenciones en el terreno. 

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